SALMO 99 (98)
Dios, rey justo y santo
Reina Yahvé, tiemblan los pueblos;
entronizado sobre querubines, vacila la tierra.
(Salmos 99, 1) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)
Part-of-speech: proper noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: qal
Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: plural
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: qal
Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: unknown
State: absolute
Verbal tense: participle
Verbal stem: qal
Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: verb
Gender: feminine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: qal
Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: noun
Gender: unknown
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Un nuevo himno, el último, a la realeza y santidad de Dios. El estribillo separa estrofas: 1. Dios reina en Sión (1-3). 2. La justicia de Dios (4s). 3. La revelación de Dios (6-9). Las tres estrofas tienen la misma factura: Afirmación sobre Dios, invitación a la alabanza y aclamación final. En la primera estrofa se afirma la imponente realeza divina, que provoca el estremecimiento de los pueblos. Que todos le alaben diciendo: «Santo». Las virtudes que ama entrañablemente el Rey poderoso son la justicia y la rectitud. Que todos se postren ante él y proclamen: «Santo». Dios se manifestó a su pueblo, a quien entregó la ley como palabra suya. Se establece una religión del diálogo ante el Dios cercano; diálogo que se ejemplifica en Moisés, Aarón y Samuel. Que todo su pueblo se postre en el Templo y diga: «Nuestro Dios es santo», el título del Dios de la Alianza. El trisagio suena en Apo_4:8, y los cánticos resuenan en la sección de las plagas (cfr. Apo_15:3.4; Apo_6:5). La santidad no es huída del mundo, sino compromiso con el mundo. Quien ora con este salmo desea que el Nombre de Dios sea santificado y el mundo transformado por la santidad divina.
Jehová reina; temblarán los pueblos.
El está sentado sobre los querubines,a se conmoverá la tierra.
a Éxo 25:22.