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Alaben tu nombre grande y terrible:
Él es santo.
(Salmos 99, 3) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

יֹוד֣וּ‎(יָדָה)

Hebrew|yôḏˈû|praise

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: plural
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: hif‘il


[H3034] [j.at.aa] [847]
[ידה] [GES2937] [BDB3278] [HAL3258]

שִׁ֭מְךָ‎(שֵׁם)

Hebrew|ˈšimᵊḵā|name

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H8034] [v.dv.ab] [2405]
[שם] [GES7989] [BDB8787] [HAL8726]

גָּדֹ֥ול‎(גָּדֹול)

Hebrew|gāḏˌôl|great

Part-of-speech: adjective
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H1419] [c.aq.ae] [315d]
[גדול] [GES1311] [BDB1509] [HAL1514]

וְ‎(וְ)

Hebrew|wᵊ|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

נֹורָ֗א‎(יָרֵא)

Hebrew|nôrˈā|fear

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: unknown
State: absolute
Verbal tense: participle
Verbal stem: nif‘al


[H3372] [j.df.aa] [907]
[ירא] [GES3257] [BDB3637] [HAL3605]

קָדֹ֥ושׁ‎(קָדֹושׁ)

Hebrew|qāḏˌôš|holy

Part-of-speech: adjective
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H6918] [s.an.ac] [1990b]
[קדוש] [GES6877] [BDB7567] [HAL7501]

הֽוּא‎(הוּא)

Hebrew|hˈû|he

Part-of-speech: personal pronoun
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H1931] [e.aw.aa] [480]
[הוא] [GES1856] [BDB2078] [HAL2078]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



Salmo 99 (Vg 98): Gloria del Señor en Su Santo Monte.
E ste salmo se divide en dos partes netas, separadas por un estribillo: a) grandeza de Yahvé, que mora en Sión (1-5); b) la santidad del Dios de Israel (6-9). También aquí encontramos la idea de un reinado de Yahvé. El anuncio de su advenimiento debe hacer temblar a todos los que se acerquen a El, pues ante todo es el Santo y trascendente, incompatible con el pecado. Esto exige que el que quiera vivir bajo su égida debe también santificarse purificando sus costumbres y viviendo conforme a las normas de equidad y justicia que presidirán el nuevo orden de cosas.
Desde el punto de vista literario podemos caracterizar este salmo como un himno de alabanza, con exhortaciones a la observancia de la ley. Las expresiones son altamente líricas. Su composición data probablemente de los tiempos postexílicos. Por su contenido encuadra dentro de los salmos sobre el reino de Dios.

Yahvé, Rey soberano, amigo de la rectitud (1-5).
1 ¡Yahvé reina! ¡Tiemblen los pueblos! Se asienta entre los querubines; la tierra vacila. 2 Grande es Dios en Sión y excelso sobre todos los pueblos. 3 Que alaben tu nombre, grande y temible: es el Santo. 4 Y tú eres el Rey poderoso que ama la justicia: tú estableciste la rectitud y el derecho, tú hiciste en Jacob justicia. 5 Ensalzad a Yahvé, nuestro Dios, y postraos ante el escabel de sus pies: ¡es el Santo!

En los salmos anteriores, la idea del reinado de Dios evocaba la consiguiente exultación, ya que iba a inaugurar el triunfo de la equidad y de la justicia. Pero ahora el salmista insiste en la trascendencia y majestad divina de Yahvé, que se asienta entre los querubines. La fórmula es estereotipada en la literatura bíblica para ponderar la grandeza de Yahvé 1. Desde allí domina todo el panorama del universo y preside la historia humana 2.
Supuesta la soberanía de Yahvé sobre el Universo, el salmista indica que, a pesar de su residencia permanente en los cielos, también habita en Sión; y en la colina sagrada se muestra grande y excelso con sus portentos a favor de su pueblo. Desde ella preside también a todos los pueblos, ya que a través de Israel lanza un mensaje de salvación a todas las gentes. Yahvé es ante todo el Santo, con todo lo que implica este adjetivo de trascendencia e incontaminación 3. Como tal, ama la justicia y la establece en Jacob, su pueblo elegido. El salmista piensa en la historia de Israel y en su Ley, centro de su vida teocrática. Bajo este aspecto, el pueblo hebreo es un faro luminoso, ante las naciones.

Yahvé escachó y protegió a sus fieles siervos (6-9).
6 Moisés y Aarón (fueron) entre sus sacerdotes, y Samuel con los que invocan su nombre; invocaban a Yahvé, y El los respondía. 7 Les hablaba en columna de nube, y guardaban sus testimonios y la Ley que les dio. 8¡Oh Yahvé, Dios nuestro Tú los escuchabas, y fuiste para ellos un Dios indulgente, aunque castigaste sus pecados. 9Ensalzad a Yahvé, nuestro Dios, y postraos ante su monte santo, porque Santo es Yahvé, nuestro Dios.

El salmista destaca en esta segunda parte las relaciones especiales de Yahvé con los dirigentes de la clase sacerdotal, no insistiendo sobre su calidad de oferentes de sacrificios, sino en su oficio de mediadores4: invocaban y les respondía. Yahvé les hablaba desde la nube que velaba su majestad5; a Samuel le hablaba desde el arca de la alianza, sobre la que planeaba la gloria de Dios 6. Moisés no fue sacerdote en sentido estricto, pero en nombre de Dios consagró a Aarón y a sus hijos 7, aspersionó al pueblo con la sangre de las víctimas al hacerse la alianza sinaítica 8 e intercedió por el pueblo en el monte sagrado 9. Aarón fue el verdadero sacerdote, y, como tal, intercedió por su pueblo pecador 10. Samuel fue famoso por la eficacia de su oración 11. En Jer_15:1, Dios cita a Moisés y a Samuel como modelos de intercesión.
El salmista, pues, se hace eco de esta tradición y la recuerda para aleccionamiento de sus contemporáneos. Ellos recibieron los testimonios de Yahvé, plasmados en la Ley, que debían cuidadosamente guardar. No obstante, el salmista recuerda también las faltas de esos amigos de Dios, por las que les castigó severamente. Parece aludir a la falta de confianza expresada por Moisés y Aarón a propósito de las aguas milagrosas 12. Por ella fueron privados de entrar en la tierra de promisión 13. De Samuel no se narra en la Biblia ninguna falta por la que haya sido castigado ni reprendido.
El salmo se termina con una exhortación a prestar homenaje a Yahvé, pero en su santo monte de Sión. A pesar de ser el Creador y tener su morada habitual entre los querubines en el cielo, Yahvé tiene sus preferencias por Israel, y por eso se muestra propicio especialmente en el santuario de Jerusalén. Allí está el sacerdocio legítimo, sucesor de Aarón, y allí radicaba la capital de la monarquía presidida por la dinastía davídica, que había sido consagrada por el propio Samuel.

1 Cf. Sal_93:1; Sal_18:8-10; 2Sa_6:2; Sam 4:4; 2Re_19:15; Sal_80:2. 2 Cf. Ez i.is; Dan_3:53-56; Rev_4:75. 3 Véase P. van imschoot, Théologie de l'Ancien Testament (París 1954) I 4 Cf. Exo_17:11-13; Exo_32:11-14; Num_14:1; Exo_38:15; Sam 7:8-12; 12:16-125. 5 Cf. Exo_19:9; Exo_33:9-10; Num_12:5. 6 Cf. 1Re_8:10-12. 7 Cf. Lev 8:1s. 8 Cf. Exo_24:8. 9 Cf. Exo_17:115. 10 Cf. Num_17:1 1-15· 11 Cf. Sam 7:8-9; I2:16s; Eco_46:16-19. 12 Cf. Núm_20:20. 13 Cf. Num_27:13-14; Deu_3:23-26; Exo_32:1-6; Num_12:1s; Num_20:12.24.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



Salmo 99, 100. El señor, Santo y Bueno

El Sal. 99 hace un llamado a la alabanza y adoración; el Sal. 100 responde a él cuando toda la tierra viene, entra y alaba. Juntos los Salmos enfocan el carácter del Señor (ver la introducción a los Sal. 93– 100) que es santo (99:3, 5, 9), bueno, amante y fiel (100:5). Lo que fuera privilegio del pueblo del éxodo (95:7) se ha convertido en el privilegio de toda la humanidad (100:3).



Salmo 99. Un llamado a la adoración

1– 3 La gracia del Santo. El Sal. 99 se divide en tres partes por medio del estribillo del santo (3, 5, 9). Esta primera sección está llena de la grandeza del Rey Santo ante quien tiemblan los pueblos y la tierra se estremece. Pero, grande y temible digno de ser temido como es, está en Sion, morando en medio de su pueblo, entronizado en el lugar de gracia, estando su trono entre los querubines sus pies descansan sobre el trono de gracia, donde habla a su pueblo (Exo. 29:42– 46) y hace expiación por sus pecados (Exo. 25:17– 22; Lev. 16:15 ss.) Su grandeza es la del Dios de gracia.

4, 5 La ley del Santo. El Rey ama su ley, la establece (en medio de su pueblo) y ha dado un ejemplo de ella en sus propios hechos. En relación con su misma naturaleza, 4a dice lit.: La fuerza del rey ama la justicia; el poder absoluto del rey divino se encuentra totalmente absorto en lo que es bueno. Se nos llama despreciativamente Jacob, el que, aunque le fue dado un nuevo nombre y nueva naturaleza (Israel), seguía viviendo con frecuencia como el antiguo Jacob. El hecho de dar la ley no se acomodó a nuestra capacidad sino que colocó delante de nuestros pasos tambaleantes el espejo de la perfecta voluntad de Dios. Pero los que de esta manera enfrentan la obligación de la ley divina también viven constantemente bajo la gracia, porque es Jacob quien es invitado no sencillamente a alabar sino a postrarse ante el estrado de sus pies, el trono de gracia.

6– 9 La comunión del Santo. Moisés, Aarón y Samuel no son mencionados como privilegiados sino como típicos de entre aquellos a quienes servían. El Salmo los usa para tipificar el andar personal con Dios: (i) Orando y recibiendo respuesta (6): la característica principal del pueblo de Dios es su relación con él por medio de la oración (Deut. 4:7; Sal. 65:2; 138:1– 3). Los verbos implican: La actitud invariable de ellos era la de llamar y la de él, la de responder constantemente. (ii) Escuchando y obedeciendo (7). El pueblo del Señor vive de acuerdo con una verdad sobrenatural: la palabra de Dios. (iii) Perdonando y corrigiendo (8). Perdonador cargando (con el pecado) mira hacia el pasado a Lev. 16:22 y hacia adelante a Isa. 53:12 y Juan 1:29. Pero hay también castigo (exacto) de las faltas porque el perdón sin la corrección nos haría conformistas, y el castigo sin el perdón nos llevaría a la desesperación. Perdón sin disciplina nos convertiría en niños malcriados; disciplina sin perdón nos destrozaría el corazón. Juntos garantizan que aunque podemos considerar al perdón como cosa cierta, nunca hemos de tratar al pecado como si no tuviera importancia.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Un nuevo himno, el último, a la realeza y santidad de Dios. El estribillo separa estrofas: 1. Dios reina en Sión (1-3). 2. La justicia de Dios (4s). 3. La revelación de Dios (6-9). Las tres estrofas tienen la misma factura: Afirmación sobre Dios, invitación a la alabanza y aclamación final. En la primera estrofa se afirma la imponente realeza divina, que provoca el estremecimiento de los pueblos. Que todos le alaben diciendo: «Santo». Las virtudes que ama entrañablemente el Rey poderoso son la justicia y la rectitud. Que todos se postren ante él y proclamen: «Santo». Dios se manifestó a su pueblo, a quien entregó la ley como palabra suya. Se establece una religión del diálogo ante el Dios cercano; diálogo que se ejemplifica en Moisés, Aarón y Samuel. Que todo su pueblo se postre en el Templo y diga: «Nuestro Dios es santo», el título del Dios de la Alianza. El trisagio suena en Apo_4:8, y los cánticos resuenan en la sección de las plagas (cfr. Apo_15:3.4; Apo_6:5). La santidad no es huída del mundo, sino compromiso con el mundo. Quien ora con este salmo desea que el Nombre de Dios sea santificado y el mundo transformado por la santidad divina.

King James Version (KJVO) (1611)



Psalm XCIX.

1 The Prophet setting foorth the Kingdome of God in Zion, 5 exhorteth all, by the example of forefathers, to worship God at his holy Hill.
1 The Lord raigneth, let the people tremble: he sitteth betweene the Cherubims, let the earth [ Hebrew: stagger.] bee mooued.

[Gods power, and goodnesse.]

2 The Lord is great in Zion: and he is high aboue all people.
3 Let them praise thy great and terrible Name: for it is holy.
4 The Kings strength also loueth iudgement, thou doest establish equitie: thou executest iudgement and righteousnes in Iacob.
5 Exalt yee the Lord our God, and worship at his footstoole: for [ Or, it is holy.] he is holy.
6 Moses and Aaron among his Priests, and Samuel among them that call vpon his Name: they called vpon the Lord, and he answered them.
7 He spake vnto them in the cloudie pillar: they kept his Testimonies, and the Ordinance that he gaue them.
8 Thou answeredst them, O Lord our God: thou wast a God that forgauest them, though thou tookest vengeance of their inuentions.
9 Exalt the Lord our God, and worship at his holy hill: for the Lord our God is holy.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



1. "El tiene su trono sobre los querubines": ver 80. 2; Exo_25:18-22.

6. La función mediadora de "Moisés" es destacada particularmente en 106. 23; Exo_32:11-14; la de "Aarón", en Num_17:11-13.

7. Ver Exo_33:7-11.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 99.6 Entre sus sacerdotes: o sea, como mediadores entre Dios y el pueblo.

[2] 99.6 Cf. 1 S 7.8-12; 12.19-25; Jer 15.1; Eclo 46.16-18.

[3] 99.8 Pero también castigaste sus maldades: Esta frase puede referirse a los pecados de los mediadores entre el pueblo y Dios (cf. Nm 20.12,24; 27.13-14; Dt 3.23-27), o bien a los del pueblo en general.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Isa_6:3+

Nueva Biblia de Jerusalén (Desclée, 1998)


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Isa_6:3+

Biblia Hispano Americana (Sociedad Bíblica Española, 2014)

Sal 111:9.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*99 Himno a la realeza y santidad de Dios.

Torres Amat (1825)



SALMO 99 (98)

[2] Que tiene su trono en Sión.