Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
3. El Juicio punitivo de Dios.
Oráculo contra Jerusalén (1-8).
1 ¡Ay de la rebelde, de la contaminada, de la ciudad opresora ! 2 No quiso escuchar, no se dejó enseñar, no quiso acercarse a su Dios. 3 Sus príncipes son en medio de ella rugientes leones; sus jueces, lobos nocturnos, que no dejan nada que roer para la mañana. 4 Sus profetas son fanfarrones y pérfidos, sus sacerdotes profanan las cosas santas y violan la Ley. 5 Yahvé es justo en medio de ella, no hace El iniquidad; todas las mañanas establece su juicio a la luz, no falta nunca y no hay en El iniquidad. 6 Yo he exterminado a las naciones, he asolado sus torres y devastado sus caminos, sin que haya quien pase por ellos, y sus ciudades fueron saqueadas y no queda en ellas morador. 7Me dije: De cierto me temerás y aceptarás la corrección, y no se borrarán de sus ojos todos los castigos que le envié; pero se han apresurado a pervertir sus obras, 8Por eso, dice Yahvé, esperadme para el día en que me levantaré como testigo. Porque es mi propósito reunir a las gentes y juntar a los reinos para derramar sobre ellos mi ira, porque la tierra toda será consumida por el ardor de mi cólera. El profeta designa a Jerusalén con el calificativo de
rebelde l por sus transgresiones de la ley de Yahvé. Toda ella está
contaminada, pues se ha apartado de su Dios, y las clases directoras, corno los príncipes, sacerdotes y profetas, han sido los primeros en delinquir, aprovechándose de su situación social 2. Por su voracidad insaciable son comparados a
leones rugientes y a
lobos nocturnos, que, abusando de su fuerza, esquilman al pueblo sencillo, sin
dejar que roer para la mañana (v.3).
Los
profetas falsos son
fanfarrones, pues presentan con arrogancia oráculos de parte de Dios, cuando en realidad no son sino invenciones suyas para halagar al pueblo 3. Los
sacerdotes, en vez de procurar que el pueblo reciba la ley de Dios,
profanan las cosas santas, utilizando el santuario como medio exclusivo de lucro. Frente a esta conducta provocadora, el
profeta presenta el proceder de Dios, siempre justo, y como todos los días sale la luz para iluminar a todos, así su
juicio se manifiesta cada mañana en beneficio de todos.
Por otra parte, Yahvé ha mostrado tantas veces su omnipotencia, exterminando a
las naciones enemigas de Judá (v.6), que era de esperar que su pueblo tomara escarmiento de estos juicios punitivos (v.7). Pero llega el momento solemne en que Yahvé se levantará como
testigo contra todos los pecadores de las gentes y de Judá (v.8), y entonces será la hora de la cólera divina. Judá y Jerusalén están comprendidas en este juicio sobre todos los pueblos. A cada una les pedirá cuenta por su comportamiento frente a Dios.
Es el juicio purificador que precederá a la manifestación mesidnica.
Anuncio de un reinado de justicia (9-13).
9 Entonces devolveré yo a los pueblos labios limpios para invocar todos el nombre de Yahvé y servirle con un solo hombro. 10 Desde más allá de los ríos de Etiopía, mis adoradores, mis dispersos, me traerán mis ofrendas. 11 En aquel día no te avergonzarás por las acciones con que prevaricaste contra mí, porque quitaré de en medio de ti a tus fanfarrones jactanciosos, y no volverás a engreírte por mi monte santo. 12 Dejaré en medio de ti como resto un pueblo humilde y modesto, que esperará en el nombre de Yahvé.13 El resto de Israel no hará iniquidad, no dirá mentira ni tendrá en su boca lengua mendaz, y se apacentarán y reposarán sin que haya nadie que los espante. Tras del castigo purificatorio surge la nueva teocracia. El triunfo de Israel en las naciones traerá como consecuencia que todas adopten a Yahvé como su Dios único. Los
labios de los paganos serán purificados para poder alabar a Yahvé con dignidad (v.9). Y como consecuencia de ese reconocimiento de Yahvé, los que se hallan en las tierras lejanas,
mas allá de los ríos de Etiopía (v.10), traerán sus ofrendas al Dios común. La expresión mis dispersos 4 en boca de Yahvé no significa necesariamente los judíos de la dispersión, como han supuesto algunos autores, pues conforme a la afirmación del v.9 de que Yahvé dará
labios limpios a los pueblos en general, parece normal que el v.10 se entienda en la misma acepción, y entonces mis dispersos se explica perfectamente en la boca de Yahvé, ya que todos le han reconocido para
servirle con un solo hombro. Después de este anuncio universalista mesiánico, el profeta vuelve a Jerusalén, que no ha de
avergonzarse por las acciones. con que prevaricó. El sentido parece ser que, en ese día de reconocimiento por parte de todos los pueblos de Yahvé, Jerusalén no sentirá vergüenza de sus acciones malas pasadas, porque será purificada de todos los
fanfarrones jactanciosos, o responsables de los errores pasados, pues los dirigentes
se creían al abrigo de todo castigo divino por considerarse el pueblo predilecto de Yahvé.
Este orgullo no volverá a repetirse en los nuevos tiempos:
no volverás a engreírte por mi monte santo (v.11b).
Los ciudadanos de la nueva teocracia, salvados del castigo purificador, constituirán un resto. humilde y modesto (v.12). Los profetas habían echado en cara frecuentemente a sus contemporáneos la presunción y el orgullo, porque creían que podían salvar las situaciones con su fuerza material y alianzas políticas, prescindiendo de Yahvé5. En la nueva teocracia, el pueblo se comportará con espíritu de sinceridad ante su Dios (v.13). En recompensa, Yahvé los hará habitar en seguridad y paz, sin peligro de que los enemigos vuelvan a inquietarlos.
La restauración de Jerusalén (14-20).
14 ¡Exulta, hija de Sión! ¡Da voces jubilosas, Israel! ¡Regocíjate con todo el corazón, hija de Jerusalén! 15 Que Yahvé ha revocado los decretos dados contra ti y ha rechazado a tu enemigo. El rey de Israel, Yahvé, está en medio de ti.No verás ya más el infortunio. l6 Aquel día se dirá a Jerusalén: No temas, Sión. No desmayen tus manos, 17 que está en medio de ti Yahvé como poderoso Salvador;se goza en ti con alegría, te renovará en su amor 6, exultará sobre ti con júbilo 18 como en los días de fiesta 7. Yo haré perecer a los que te han abatido 8, se han convertido en afrentosa carga 9. 19 He aquí que en aquel tiempo arruinaré a todos tus opresores 10, y salvaré a la renga, y recogeré a la descarriada,y las haré objeto de alabanzas, y su confusión la haré gloria de la tierra toda. 20 En aquel tiempo os traeré,y entonces os congregaré y os haré objeto de gloria y alabanza entre todos los pueblos de la tierra, cuando yo haga volver ante vuestros ojos a vuestros cautivos, dice Yahvé.
Después de la prueba purificatoria se inaugura
una era gloriosa para Jerusalén, que debe exultar llena de júbilo. Yahvé
ha revocado los decretos dados contra ti (v.15). Por muy dura que haya sido la prueba, se ha reservado un
resto, que será el núcleo de la nueva teocracia. Ha pasado la hora de temor. El enemigo ha sido rechazado. El v.19 está tomado de
Miq_4:6. Israel es comparado a un rebaño maltrecho y descarriado, que va a ser recogido amorosamente por Yahvé. La perspectiva del profeta se dirige al retorno de la cautividad (v.20).
1 Quizá haya un juego de palabras en el vocablo hebreo
more'ah (rebelde) y
Moría, la colina sobre la que, según la tradición, se asentaba Jerusalén (
2Cr_3:1). 2 Cf. Miq 3,is;
Jer_2:26. 3 Cf.
Amo_8:14;
Jer_23:32. 4 La traducción es según los LXX. La palabra hebrea se presta a más interpretaciones, pues no es clara. 5 Cf.
Ose_14:4;
Isa_30:16;
Isa_31:1. 6 Así según los LXX. 7 Según el texto griego de los LXX. 8 Reconstrucción seguida por Hoonacker, que propone trasponerlo después del v.lt? 9
Bib. de Jér.: para que no lleves el oprobio (versión fundada en el texto griego). 10 Bib.
de Jér.: Heme aquí a la obra con todos tus opresores.