Ver contexto
Que esté adherido a la palabra fiel, conforme a la enseñanza, para que sea capaz de exhortar con la sana doctrina y refutar a los que la contradicen. (Tito 1, 9) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)



CAPÍTULO 1

Introducción

PREDICA LO QUE ES CONFORME A LA SANA DOCTRINA

La carta dirigida a Tito pertenece juntamente con la primera y segunda a Timoteo al grupo de las llamadas cartas pastorales. Estas cartas son muy semejantes entre sí en cuanto a la forma y al contenido y por eso integran un grupo especial dentro de la literatura epistolar del apóstol Pablo. Las tres están dirigidas a personas particulares, a colaboradores del Apóstol, pero al mismo tiempo son escritos oficiales destinados a aquellas comunidades al frente de las cuales se encuentran como pastores Timoteo y Tito. Las tres tratan de los deberes del oficio pastoral y contienen disposiciones e instrucciones semejantes. Las tres presuponen una situación espiritual similar y forman una unidad por el lenguaje, el vocabulario y el tono. Estas cartas pastorales tienen su origen en los últimos años de la vida del apóstol Pablo. Después de la liberación de la primera prisión romana, en el año 63, el apóstol Pablo intentó probablemente hacer un viaje misional a España 1, acerca del cual no se han conservado noticias seguras. Seguidamente se dirige de nuevo al Asia menor y a Grecia, y visita la isla de Creta, donde en compañía de Tito funda unas comunidades cristianas (1,2) 2.

Tito, hijo de padres paganos y muy probablemente ganado también para el cristianismo por el propio Pablo (1,4), era un miembro de la comunidad antioquena. Sin haber sido circuncidado fue a Jerusalén juntamente con Pablo y Bernabé para asistir al concilio de los apóstoles (Gal_2:1-5). No sabemos nada acerca de si fue además compañero y colaborador del Apóstol de los gentiles en otros viajes, porque el libro de los Hechos, de una manera sorprendente, guarda absoluto silencio sobre él. A finales del tercer viaje apostólico fue enviado desde éfeso a Corinto como portador de la llamada «carta de las lágrimas» 3. él logró volver a obediencia a aquella comunidad casi perdida para el Apóstol mediante la hábil ejecución de su cometido. Casi inmediatamente después de esto, Pablo le envió de nuevo desde Macedonia a Corinto, para que concluyera la colecta allí realizada, y al mismo tiempo entregase la segrunda carta a los Corintios (2Co_8:6.16-23; 2Co_12:8).

Después de una actividad apostólica llevada a cabo en común en la isla de Creta, Pablo lo dejó allí (2Co_1:5) para que continuase la labor misional y especialmente para que completara la organización de las comunidades, porque las cristiandades allí existentes aún carecían de ella. Tito debe permanecer en la isla de Creta hasta tanto que Artemas o Tíquico lleguen para relevarlo (2Co_3:12). Entonces deberá viajar rápidamente a Nicópolis (en el Epiro), donde Pablo está pasando el invierno (2Co_3:12). En la carta dirigida a Tito, que Pablo escribió probablemente al mismo tiempo que la carta primera a Timoteo (hacia el año 65 d.C.) y que seguramente fue llevada por Zenas y Apolo, el Apóstol expone a su representante las dos tareas que debe realizar en la isla de Creta: la ordenación de la vida eclesiástica y la lucha contra los herejes existentes dentro de las comunidades.

1. Probablemente Pablo había predicado juntamente con Tito en la isla de Creta sólo por poco tiempo y había fundado con él algunas comunidades cristianas. Al ausentarse de la isla dejó alli a Tito para que completara la implantación de las comunidades, para la cual el Apóstol apenas si había echado los fundamentos (2Co_1:5). Además, una tarea especialmente importante, que Pablo le confiaba expresamente, era el establecimiento en cada una de las comunidades de sus respectivos dirigentes, los presbíteros. El Apóstol exigía para la elección de estos hombres cualidades bien concretas que expone en particular (2Co_1:6-9). Deben ser personas realmente creyentes, moralmente maduras y disciplinadas, que sean obedientes a Dios y sirvan con amor a sus hermanos (2Co_1:6-9). Pablo da también a Tito instrucciones bien concretas para el modo de vivir de las diversas categorías de cristianos. Así, pues, detrás de la palabra de Tito, probablemente aún joven, está toda la autoridad del Apóstol de los gentiles. él le da instrucciones para los ancianos (2Co_2:2), para las ancianas (2Co_2:4-5) y para los jóvenes (2Co_2:6). Le muestra la importante tarea de los esclavos dentro de la comunidad cristiana. En pocas palabras describe la posición exacta de los cristianos con respecto a la autoridad pagana (2Co_3:1) y señala la actitud recta de los cristianos en relación con el ambiente pagano que les es hostil con frecuencia (2Co_3:2). En dos ocasiones hace notar expresamente la importancia que tiene una vida cristiana para orientar hacia la fe a los alejados judíos y paganos. Las jóvenes deben procurar, mediante la ejemplaridad de su vida, «que no sea difamada la palabra de Dios» (2Co_2:5), y la obediencia y fidelidad de los esclavos en el servicio «deben hacer respetar en todo el mundo la doctrina de Dios, nuestro salvador» (2Co_2:10).

Lo que continuamente podemos observar en las cartas del Apóstol de los gentiles -la unión inseparable de la predicación salvadora con la vocación moral- nos sale al encuentro también en la carta dirigida a Tito. Después de haber presentado (en 2,1-10) los deberes de los diversos estados de los cristianos, señala la fuente del vigor que se necesita para una vida cristiana de tal calidad. Lo que se exige a los cristianos, tiene su fundamento en la salvación por ellos recibida. La gracia de Dios, que se encarnó en Jesucristo, les ha regalado la salvación mediante la fe y el bautismo (2,11). Esta gracia de Dios conduce a los cristianos a una rotura radical con toda impiedad y con los placeres perniciosos y a una verdadera vida cristiana con respecto a Dios, al prójimo y al propio yo (2,12). El principal fundamento de una vida tal es la esperanza en «la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y salvador, Jesucristo», la parusía del Señor glorificado (2,13). Mediante su entrega a la muerte de cruz, Jesucristo ha liberado a los cristianos de la esclavitud del pecado y de la muerte, los ha purificado, y a semejanza a como lo hizo con el pueblo de Dios en la alianza antigua, los ha constituido en un pueblo de elección y santo, el pueblo de Dios de la alianza nueva, que ahora debe llevar una auténtica vida cristiana siendo «celador de obras buenas» (2,14).

Después de haber concluido en 3,2 sus exigencias para un modo recto de vivir, el Apóstol alude de nuevo a la salud recibida como fundamento de la vida moral. Los cristianos de Creta tanto más fácil y gustosamente podrán mostrar una paciencia indulgente y un amor sacrificado para con sus conciudadanos gentiles, cuanto más piensen en el cambio que poco ha se ha realizado por primera vez en su vida con su conversión al cristianismo. Antes eran como ellos, ahora han recibido la salud en el bautismo «mediante el baño renovador y regenerador del Espiritu Santo, que (Dios) derramó copiosamente sobre ellos por Jesucristo, nuestro salvador». Esto ha sido posible gracias a la maravillosa acción de Dios que irrumpió con el nacimiento y la muerte de Jesucristo en la cruz (3,4-5). Mediante la santificación en el bautismo por el Espíritu Santo, los cristianos son también herederos de la vida eterna, que esperan (3,7). Así se describe la gran obra de gracia del Dios trino con palabras tomadas de un himno bautismal del cristianismo primitivo. Como además se excluyen toda gloria y todo mérito humanos se hace resaltar vigorosamente la acción gratuita de Dios (3,5-7). Este don salvífico recibido significa para los cristianos un compromiso moral y una tarea. Ellos deben distinguirse por las «obras buenas» en medio del mundo pagano. De esta forma el Apóstol ha unido inseparablemente en ambos lugares su invitación moral a los cristianos de las comunidades nacientes con la s declaraciones sobre la salud recibida.

2. La segunda tarea que Tito debe realizar en las comunidades de Creta es la lucha contra los herejes. En las comunidades existen ya muchos de estos hombres, sin que se diga si han venido de fuera a las cristiandades, lo que es muy probable, o han surgido del interior de las mismas (1,10). éstos son descritos como unos hombres desobedientes e insubordinados (1,10) que se oponen al Apóstol y a sus enseñanzas e instruccones. Son unos charlatanes, porque su predicación es pura palabrería vana (1,10); son unos seductores, porque su doctrina encierra un engaño y una ilusión, ya que se presenta con la pretensión de un conocimiento sublime (1,16) y un concepto severamente ascético de la vida(l,l4). Los más entusiastas defensores de esta doctrina se hallan «entre los procedentes de la circuncisión» (1,10), los judeocristianos. Sus actividades no se limitan a los cristianos individualmente, sino que desconciertan a familias enteras (1,11), constituyendo así un serio peligro para las comunidades. Sobre su actitud moral proyecta significativa luz el hecho de que ellos difunden sus errores movidos por torpes ganancias (1,11). Hacen de su predicación un negocio.

Las enseñanzas que difunden no son descritas con toda claridad. Tienen rasgos muy semejantes a los errores que encontramos en la primera y segunda carta a Timoteo. Se ocupan de mitos judíos (1,14), de especulaciones sobre genealogías (3,9), de mandamientos de hombres, muy principalmente de prescricidones sobre alimentos y purificaciones (1,14; 3,9), cuyo absurdo descubre el Apóstol de una forma completamente clara (1,15). Se glorían de un conocimiento sublime de Dios (1,16). Así, pues, de los diversos datos de la carta a Tito aparecen los siguientes rasgos característicos fundamentales de la herejía: por una parte la pretensión de un conocimiento más sublime de Dios y por otra la exigencia de una actitud severamente ascética de la vida. Se presenta aquí muy probablemente, como en la segunda y primera carta a Timoteo una forma de la temprana herejía gnóstico-judía, con que nos encontramos también en la carta a los Colosenses ( Col_2:16.18).

Contra este amenazador peligro de la fe en las comunidades de Creta, Tito debe dar la batalla con toda decisión. Debe «tapar la boca» a los falsos maestros (Col_1:11), debe impedir la difusión de las falsas doctrinas, principalmente en las asambleas públicas. Debe intervenir contra ellas con toda la energía; pues el peligro de las comunidades cristianas se hace mayor, debido a que la agitación clandestina de los herejes es favorecida por el mal carácter del pueblo cretense (Col_1:12). La mendacidad, la rudeza y la pereza son -según expresión proverbial de los antiguos- los vicios nacionales de este pueblo, y el Apóstol confirma, con una publicidad despiadada, que esto responde a la verdad (Col_1:13). Por eso la severa intervención de su representante es absolutamente necesaria (Col_3:8). Tito de ninguna manera debe implicarse en discusiones teológicas ni en controversias sobre la herejía (Col_3:9), sino que sencillamente debe rechazarla y evitarla. Evidentemente es inútil y nociva. Asimismo Pablo da a su representante una instrucción bien concreta para su comportamiento con los herejes: si después de haberle amonestado una y otra vez, la corrección ha resultado inútil, debe romper las relaciones con él, debe evitar al falso maestro (3,10). Sobre tal maestro no es Tito quien dicta sentencia condenatoria, sino el falso maestro mismo en su propia conciencia.

En todas estas tareas debe acreditarse Tito como modelo en el modo cristiano de vivir y en la predicación del Evangelio. Cuanto más lúcida y resplandeciente sea la vida del pastor, cuanto más entusiasta e impresionante sea su predicación, tanto más floreciente será la vida de la comunidad. Así, pues, debe ser ejemplar luminoso para todas las «obras buenas» (2,7). Debe predicar únicamente alo que es conforme a la sana doctrina», la doctrina del Evangelio, la verdad de la revelación pura y auténtica (2,1). Debe hablar con toda decisión, debe amonestar y corregir sin temor ni vacilaciones (2,5). Debe dar testimonio de la actividad salvadora de Dios «con tesón» (3,8). En la predicación debe ser modelo y ejemplo, en la enseñanza debe mostrar incorruptibilidad, dignidad, una palabra sana e indiscutible (2,7s). Si Tito cumple de esta forma su misión, entonces los enemigos de dentro y de fuera de la comunidad cristiana serán confundidos, pues nada malo podrán decir contra él (2,8). El propio Apóstol apoya a Tito con toda su autoridad, y por eso exige a todos los cristianos que no se sobrepongan a su representante ni le menosprecien (2,15). Si bien es cierto que Tito se entera por esta carta de que en un próxirno futuro va a ser relevado por Artemas o Tíquico en su campo de acción, sin embargo hasta que esto suceda debe cumplir, como aauténtico hijo» (1,4), aquellas tareas que Pablo le ha señalado ya en el encabezamiento de la carta como contenido del apostolado: la conservación y difusión de la fe cristiana mediante la ordenación de la vida eclesiástica y la lucha contra los herejes (1,1).

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1. Cf. Rom_15:23 s.28; Carta de CLEMENTE 5,5-7.

2. Este orden cronológico de las cartas pastorales en la vida del apóstol Pablo es discutido. Otra opinión las coloca dos décadas mas tarde, niega que hayan sido compuestas personalmente por el Apóstol y las atribuye a uno de sus discípulos.

3. Cf. 2Co_2:13; 2Co_7:6 ss.13-16; 2Co_8:6; 2Co_12:17 s.

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ENCABEZAMIENTO 1/01-04 1.

REMITENTE ( 2Co_1:1a).

1a Pablo, siervo de Dios, apostol de lesucristo...

A diferencia de lo que ocurre en las otras dos cartas pastorales, la primera y la segunda a Timoteo, el encabezamiento de la carta a Tito es más largo y solemne, tiene un gran parecido con el de la carta a los Romanos. Al igual que en ésta la sencilla fórmula del saludo de la carta antigua es ampliado mediante importantes añadiduras, que exponen brevemente la misión del apóstol de Jesucristo (2Co_1:1b) y aluden a la esperanza en la vida divina como fundamento del apostolado (2Co_1:2-3). El hecho de que Pablo califique su posición con relación a Dios como «siervo» 4, «esclavo», en una carta que va dirigida a uno de sus discípulos más fieles y colaborador, y aluda con énfasis a su dignidad apostólica, deja ver claramente que no se trata de una carta privada a Tito, sino de un escrito que tiene carácter oficial. Es cierto que en la forma externa va dirigida a Tito, sin embargo en la realidad está destinada a todos los cristianos de Creta, muy probablemente para la lectura pública en las asambleas cultuales. Cuanto más intensamente se avanza en la fundación de comunidades en la isla y más decisivamente deben ser rechazados los errores, con mayor intensidad debe subrayarse la autoridad del apostol y su representante Tito. Pablo sirve a Dios como esclavo, le pertenece plenamente, debe entregarle toda su vida y todo su trabajo. Por otra parte esta designación expresa además que él, al igual de los dirigentes del pueblo israelita, como un Moisés, un David, un Isaías 5, ha sido escogido para un servicio y misión singulares.

Con relación a Cristo él es apóstol, su ministro autorizado, que debe predicar el mensaje y la palabra de Cristo. A Pablo, pues, se pueden aplicar las palabras de Cristo: «Como mi Padre me ha enviado, así también os envío yo» ( Joh_20:21). Detrás de Tito está el Apóstol de los gentiles con toda su autoridad, pero detrás de Pablo está el propio Cristo y Dios. Algo debe ser comunicado a la comunidad de parte de Dios y de Cristo. Por eso, los cristianos de Creta, como destinatarios de la carta, son invitados a recibir la palabra de Dios y a su ministro autorizado.

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4. Rom_1:1; Phi_1:1; en Gal_1:10 Pablo se presenta como «siervo de Cristo».

5. Cf. Isa_20:3; Amo_3:7; Jer_44:4; Dan_9:10 s.

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2. TAREAS DEL APOSTOL (Dan_1:1b-4).

1b ...conforme a la fe de los elegidos de Dios y al conocimiento de la verdad que se ajusta a la piedad,...

Pablo tiene una doble misión como apóstol. En primer lugar debe preservar y mantener en la fe cristiana a los «elegidos de Dios». Dios ha escogido a los cristianos de entre los demás hombres y los ha llamado a la fe mediante su gracia 6. Pero, como expondrá a continuación, ahora amenazan peligros de parte de los herejes. De esta suerte, ya desde el principio alude a una importante finalidad de su escrito: mediante esta carta deben ser confirmados y fortalecidos los cristianos contra todas las herejías que se han difundido en la isla. Pablo, como apóstol del Señor, se muestra responsable de la conservación y defensa de la fe cristiana en las comunidades.

La segunda misión de Pablo como apóstol se refiere a la difusión de la verdad que se ajusta a la piedad. «Piedad» quiere decir aquí, lo mismo que en la primera carta a Timoteo, la fe de la iglesia en contraposición de la doctrina de los herejes (1Ti_6:3; d. 3,6). Por tanto, Pablo ha sido elegido para difundir y proclamar el conocimiento de la verdad de la fe cristiana 7. Si los hombres deben venir a la verdad de la fe, es necesario de un lado la vocación de parte de Dios, después la predicación de la verdad revelada por parte del Apóstol. Pablo debe conducir a los hombres mediante esta predicación al conodmiento e inteligencia de la verdad salvífica cristiana 8. Sobre el Apóstol pesa esta obligación como una urgencia, por eso exclama: «¡Ay de mí, si no anuncio el Evangelio!» (1Co_9:16).

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6. Cf. Rom_8:33; Col_3:12; 2Ti_2:10.

7. Cf. 1Ti_2:4; 1Ti_4:3; 2Ti_2:25.

8. Cf. 1Ti_2:4; 2Ti_2:25; 2Ti_3:7.

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2 ...en la esperanza de la vida eterna, prometida ya por Dios, que no miente, desde los tiempos antiguos,...

Para realizar ambas tareas, la conservación y defensa de la fe en las comunidades, y la predicación de la verdad cristiana como apóstol, Pablo se apoya en la esperanza de la vida eterna. Esta esperanza es el sólido fundamento sobre el que construye su vida y su obra, esta esperanza quiere anunciar, mediante el Evangelio, a todos los cristianos (cf. 2Ti_1:1), a fin de que también su vida se apoye sobre esta base inquebrantable.

¿Pero es que una vida puede apoyarse sobre este fun damento? ¿No es acaso esta «esperanza de la vida eterna» una quimera humana y una locura? El Apóstol da la respuesta: Dios mismo es el garante de esta vida eterna y de esta esperanza. El, que ni puede mentir ni engañar, que se ha manifestado en toda la historia salvífica de la antigua alianza como el Dios fiel y veraz, ha hecho la promesa de la vida eterna desde los tiempos más remotos, cuando determinó su decreto salvífico. Ya desde el principio, en el paraíso y en el desarrollo de la historia salvífica, en una serie ininterrumpida de promesas a los profetas, ha aludido, una y otra vez, a la meta de todo el Antiguo Testamento, a Cristo, el portador de la vida divina, en quien se ha encarnado la misma vida divina.

3a ...que a su debido tiempo manifestó su palabra por la predicación, ...

A su debido tiempo, es decir, en el tiempo que Dios ha determinado en su designio eterno (1Ti_2:6), entonces precisamente ha descubierto el misterio. él ha revelado, a través del mismo Jesucristo, su palabra, que contiene y garantiza su promesa de vida eterna (cf. 2Ti_1:9 s). En este momento se rompe el silencio de Dios mediante la palabra de Dios hecha carne, Jesucristo, y se anuncia a todos los hombres la vida eterna como don gratuito de Dios.

3b ...a mí confiada según el mandato de nuestro Salvador, Dios, ...

Pablo fue elegido y destinado para la predicación de esta buena nueva por la gracia de Dios por su vocación al apostolado entre los gentiles (1Ti_1:11). Esta es, pues, la sublime tarea y la gran responsabilidad de su apostolado: anunciar a todos los hombres la promesa de Dios de la vida eterna, que se ha descubierto y hecho realidad en Jesucristo: a los creyentes, a fin de que se confirmen en esta fe y conformen su vida a ella; a los no creyentes, a fin de que lleguen a la fe. Pero es tarea del hombre abrir su corazón a esta predicación, para que esta palabra de Dios produzca su fruto. Mediante este plan salvífico Dios se ha mostrado como Salvador y Redentor de los hombres.

3. DESTINATARIO (1Ti_1:4a).

4a ...a Tito, auténtico hijo en la fe que nos es común.

Después de exponer la misión y el fundamento de su apostolado, nombra al destinatario de la carta: Tito, a quien, con el mismo amor que a Timoteo, llama aauténtico hijo en la fe» (1Ti_1:2). Supuesto que ha sido él quien en otro tiempo lo condujo a la fe y lo ha ganado para el cristianismo, con toda razón lo puede llamar su «hijo», y con toda razon puede aludir a esta relación de paternidad. Tito es su hijo auténtico, porque abriga los mismos sentimientos que su padre espiritual, con el que está unido con lazos de amor y fidelidad. El mismo lazo de la fe los estrecha a ambos. ¿Acaso puede el Apóstol expresar un testimonio más bello en favor de Tito que el llamarle su «auténtico hijo»? Así como la fe une a Pablo y a Tito en una verdadera comunidad, del mismo modo todos los cristianos deben considerarse verdaderos hermanos según la fe común.

4. SALUDO (1,4b).

4b Gracia y paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, nuestro Salvador.

En lugar del saludo habitual entre los griegos («gozo») y los judíos («paz»), el Apóstol desea al destinatario «gracia y paz». Eleva el saludo en otro tiempo usual y corriente a un plano más alto, al nivel cristiano y desea lo que es más importante para los cristianos: gracia, es decir la inagotable benevolencia, y paz, la obra salvífica de Dios, Padre amoroso 9. Fuente única de estos dones saludables solamente pueden ser Dios y Jesucristo, que, como Hijo de Dios y Señor glorificado, es equiparado al Padre. Este saludo no es un deseo vacío, sino eficaz, de forma que Tito se hace participante de toda la plenitud de la benevolencia divina y de la salud de Dios. Lo garantiza el propio Dias, como «Padre» amante, y Jesucristo, «nuestro Salvador».

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9. En 1Ti_1:2 y en 2Ti_1:2 el saludo consta de tres miembros; el tercer miembro «misericordia» falta en Tit_1:4.

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Parte primera

MISIÓN DE TITO EN CRETA 1,5-16

En muchas cartas del apostol Pablo podemos distinguir dos partes: en primer lugar el Apóstol recuerda lo que Dios ha realizado y describe así la actividad salvífica de Dios. En una segunda parte suele deducir las consecuendas para la vida cristiana 10. La carta dirigida a Tito, a semejanza de las otras dos cartas pastorales, presenta con respecto a este particular una disposición aún más laxa. El autor expone en esta carta dos grandes deseos: primeramente la ordenación de la vida cristiana en las comunidades de Creta, después la lucha contra los herejes. Las instrucciones que Pablo da a su colaborador y actual representante en la isla se hallan dispuestas de una forma un tanto suelta. Tito debe llevar a feliz término el trabajo iniciiado por el Apóstol en el establecimiento de las comunidades cristianas, de modo especial debe poner al frente de cada una de las comunidades a sus dirigentes respectivos (1,5-9). Luego le da instrucciones concretas para la ordenación eclesiástica y para el modo de vivir cristianamente (2,1-3,7). Además Pablo quiere animar a Tito, en esta carta, a la decisión y entereza en la lucha contra los herejes de las comunidades (1,1S16; 3,8-11). En esta exposicón fortalece además la posición de Tito como representante del Apóstol y supremo dirigente de todas las comunidades, al tiempo que le apoya mediante la fuerza de su palabra apostólica. Así pues, en la primera parte de la carta expone primeramente las tareas de Tito en Creta, el cual debe nombrar dirigentes de cada una de las comunidades, que deben estar adornados de determinadas cualidades (1,5-9). Junto con esto debe luchar contra los herejes, que son adictos a mitos judíos y a mandamientos de hombres (1,10-16).

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10. Cf., en cierto modo, ITes; 2Tes; Gál; Col; Ef.

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1. NOMBRAMIENTO DE PRESBÍTEROS CON DETERMINADAS CUALIDADES (1/05-09).

a) Nombramiento de presbíteros (1,5).

5 Te dejé en Creta con el fin de que acabaras de organizar lo que quedaba y establecieras presbíteros en cada ciudad, según la norma que te di yo mismo.

Después de la liberación de la primera cautividad romana (63/64 d.C.), Pablo estuvo actuando con Tito en Creta por un breve espacio de tiempo.

No poseemos otras noticias sobre esta actividad del Apóstol. La fe cristiana había penetrado en muchas ciudades de la isla en otro tiempo populosa. Sin duda el Apóstol de los gentiles solamente había podido colocar los fundamentos de las comunidades cristianas 11. Se desconoce la extensión que había adquirido el Evangelio de Cristo antes de la misión paulina 12. Tampoco conocemos los motivos para que Pablo abandonara tan pronto la isla antes de establecer cada una de las comunidades. Al partir de allí dejó a Tito con absolutos y plenos poderes. él debe llevar a término la ulterior constitución de cada una de las camunidades, regular las relaciones entre ellas, y de esta suerte acabar de organizar lo que quedaba.

Antes de su despedida, el Apóstol había encargado además a Tito una tarea especialmente responsable: nombrar presbíteros en cada una de las ciudades donde había sido establecida una comunidad cristiana.

El hecho de que las propias comunidades no deban establecer estos hombres procedentes de su interior, sino que esta medida haya sido encomendada a Tito, es una medida que tiene su razón de ser en lo recientes que son las comunidades de la isla. En las cartas de Pablo observamos continuamente que el Apostol, cuando parte para proseguir su labor misional en otros lugares, recurre a sus colaboradores y les confía tareas difíciles y cargadas de responsabilidad. Así Pablo ha confiado plenamente en que Tito, «auténtico hijo en la fe que nos es común», realizará a la perfección esta difícil tarea.

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11.Cf. 1Co_3:6; 2Co_10:16; Rom_15:20 s

12.Cf. Act_2:11; Act_27:8 s.

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b) Cualidades exigidas (Act_1:6-9).

Para la elección de los presbíteros tienen vigor determinados principios. ¿Ha participado el Apóstol a su representante estos principios ya antes de su marcha y se los recuerda de nuevo ahora en este escrito? Como en la primera carta a Timoteo (Act_3:2-7) se enumeran aquí las cualidades exigidas en estos jefes de las comunidades. Ciertamente, hemos de observar que en Creta, por tratarse de comunidades muy recientes, se presentan circunstancias distintas a las que se dan en éfeso, que ya desde antiguo había recibido la fe cristiana. Al modo de un padre espiritual prudente y experimentado, Pablo tiene en consideración el estado de las respectivas comunidades entre cuyos miembros son escogidos los presbíteros. Pero el catálogo de las cualidades requeridas se relaciona, en parte literalmente, con el contenido en 1Ti_3:2-7. Aunque en la carta a Tito se o£rece una formulacion distinta, sin embargo existe una concordancia en cuanto al sentido .

6a Que el candidato sea irreprochable, marido de una sola mujer, ...

En la selección de los jefes de las comunidades Tito debe tener en cuenta dos hechos. En primer lugar que la reputación del hombre sea intachable. Ningún defecto debe manchar la vida de aquel cristiano que ha de ser digno y merecedor de la confianza de la comunidad. Qué se entiende con esa integridad, se expresa de una manera negativa en el siguiente verso 7, y de un modo positivo en el verso 8. Al exigirse del dirigente de la comunidad que sea «marido de una sola mujer», no debe entenderse en el sentido de que el matrimonio de tal hombre haya de estar libre de la más pequeña sombra 13, sino que no le está permitido contraer nuevo matrimonio después de la muerte de su primera esposa. Mientras que el Apóstol permite expresamente a los cristianos en general contraer segundas nupcias 14, a los dirigentes de las comunidades les exige esta meta más alta, como primer paso al ideal del celibato, que, en época posterior, la Iglesia ha impuesto como obligación a sus sacerdotes.

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13. Algo así como si hubiese disuelto su matrimonio o, si separado se hubiese casado de nuevo, cf. Mat_5:32; Mat_19:9; Mar_10:11.

14. Rom_7:25; 1Co_7:39; 1Ti_5:14.

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6b ...cuyos hijos sean creyentes, que no estén tachados de mala conducta ni sean rebeldes.

El hecho segundo que ha de tener en cuenta Tito en la elección de los candidatos al presbiterado es la vida ejemplar de la familia del hombre escogido. En esta época temprana, quienes presidían las comunidades estaban casados; la soltería (el celibato) es una exigencia eclesiástica introducida más tarde. En aquellas comunidades de la isla podía darse fácilmente el hecho de que sólo los padres se hubiesen convertido y abrazado la fe cristiana, mientras los hijos continuaban siendo infieles. Por eso, el Apóstol exige de los «presbíteros» que sus hijos sean también cristianos. Pero esto no es suficiente. Los hijos no deben desacreditar al padre mediante su mala conducta y su desobedienda y, con ello, hacerle imposible el cumplimiento de sus deberes. Más aún, el padre juntamente con toda su familia deben ser modelo para la comunidad cristiana. En efecto, quien está al frente de una comunidad debe dar pruebas, en el pequeño ambiente de su familia, de que lleva a la perfección el gobierno de su propia casa y de que sabe educar a sus hijos en la honradez, la disciplina y la obediencia. Pues si falla en la dirección de su propia familia, ¿cómo se le va a confiar la gran familia de la comunidad cristiana con todas sus necesidades internas y externas?

7 Porque es preciso que el obispo sea irreprochable, como administrador de Dios que es; no soberbio, ni iracundo, ni dado al vino, ni pendenciero, ni codicioso; ...

Lo extraño en la posterior exposición del Apóstol es que el mismo que hasta ahora ha sido designado con el nombre de «presbítero», ahora es llamado «obispo» (episkopos). Este hecho demuestra que la designación de los diversos grados jerárquicos de la iglesia no estaba entonces aún definitivamente fijada y que ambos nombres («presbítero» y «obispo») se utilizaban con un significado completamente idéntico, para designar solamente a los dirigentes de las comunidades 15.

A continuación se presenta lo que es incompatible con la integridad de estos dirigentes. El «obispo» es administrador de la casa de Dios (cf. 1Co_4:1), porque debe ocuparse del orden en la comunidad, que representa «la casa de Dios» (1Ti_3:15), lo mismo que el administrador y ecónomo en una casa terrena (cf. Luk_12:42 s). En esta imagen aparece, con toda claridad, que el oficio de jefe de la comunidad con relación a Dios no es ser dueño sino un servidor fiel. Por eso únicamente puede ser colocado al frente de la comunidad aquel que es un instrumento fiel y auténtico en el servicio de Dios, y de su actitud personal debe excluirse todo egoísmo, toda falta de dominio de sí mismo, toda codicia, toda soberbia. Sentimientos no cristianos tal como acaban de ser descritos profanan el ministerio que el jefe de la comunidad debe desempeñar.

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15. Cf. también Act_20:17, Act_20:28; 1Ti_3:2; 1Ti_5:17. Una división jerárquica clara de los ordenados en diáconos, presbíteros y obispos se encuentra por primera vez en IGNACIO DE ANTIOQUIA (muerto hacia 110), en sus cartas (Magn. 3.2; 1Ti_6:1; Esmirn. 8,1).

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8 ...sino hospitalario, amigo del bien, ponderado, justo, piadoso, dueño de sí mismo.

Como contraste son ofrecidos en forma positiva los auténticos rasgos distintivos que deben poseer los jefes de comunidades. En el Nuevo Testamento continuamente se exige de los cristianos la hospitalidad para con los hermanos extranjeros y peregrinos 16. Por tanto es evidente que también la casa del jefe de la comunidad debe estar siempre abierta a los hermanos peregrinos y a los cristianos que buscan ayuda o que sufren alguna necesidad, de tal forma que se muestre aquí el amor servicial. Debe estar adornado de la prudencia, la justicia, la piedad, y ser una persona discip]inada, madura y firme en la práctica del bien.

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16.Cf.ITim 5,10; Rom_12:13; Heb_13:2; 1Pe_4:9; 3Jo_1:5.

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9 Debe ser custodio de la palabra auténtica, conforme a la doctrina recibida, para que también él pueda exhortar con doctrina sana y refutar a los contradictores.

El Apóstol coloca el requisito más importante al final de su catálogo: el jefe de la comunidad debe ser custodio de la palabra auténtica, de la doctrina de la fe tradicional de la iglesia 16. Cuanto más se acerca a su fin la época apostólica, cuanto más se extingue la generación de los testigos oculares y auriculares de las palabras y los hechos de Jesús, tanto más importante es la transmisión de la doctrina auténtica y de la predicación del SeñorN: la tradidón apostólica que se continúa en la Iglesia, lo que, en ambas cartas pastorales, el Apóstol llama el depósito confiado (1Ti_6:20; 2Ti_1:12.14). La predicaci6n de esta «palabra auténtica» de la doctrina está íntimamente unida al oficio del jefe de la comunidad. Esta tradición apostólica es la única «doctrina sana» (1Ti_1:10). Ella debe ser la piedra de toque y la norma con la que debe ser contrastada toda predicación en la comunidad. Solamente cuando el jefe de la comunidad se basa sobre este terreno sólido, cuando predica esta revelación de Dios, se encuentra en situación de instruir y de amonestar a los cristianos, es capaz de reprender a los «contradictores», los herejes que desorientan a la comunidad.

Al ponderarse cada una de las exigencias que el Apóstol pone en los jefes de la comunidad, se echa de ver que piensa en hombres de gran categoría moral, obedientes y firmes en la fe, que están dispuestos a obedecer a Dios en todo, a servir a Dios con amor. Llama la atención que Pablo no nombre las cualidades y condiciones que con tanto gusto exigimos los hombres: talento extraordinario, oratoria brillante, hábil comportamiento, capacidad de organización, buenas relaciones con hombres influyentes... Lo importante para él es la disponibilidad que brota espontáneamente de una fe vigorosa y auténtica, ser obediente a Dios y servir, con amor, a él y a los hermanos. Mediante la alusión a los «contradictores», los herejes, el Apóstol se introduce en la exposición siguiente.

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17.Cf. 1Ti_4:6; 2Ti_3:14.

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2. IMPUGNACION DE LOS HEREJES (1/10-16).

En lo anteriormente dicho Pablo había indicado que el jefe de la comunidad, que está afincado en el só1ido fundamento de la verdad de la fe tradicional, debe corregir a los herejes y a los enemigos. Ahora describe en primer lugar a los herejes.

a) Descripción de los herejes (1,10-11).

10 Porque hay muchos desobedientes, charlatanes y embaucadores, mayormente entre los procedentes de la circuncisión, 11 a los cuales es preciso tapar la boca, ya que trastornan familias enteras, enseñando lo que no se debe, llevados del deseo de torpe ganancia.

En las comunidades cristianas de Creta aún no bien afincadas en la fe se dan ya herejes en gran número. ¿Han venido de fuera, de Asia Menor 18, a las comunidades de la isla, siguiendo los pasos del Apostol después de su predicación del Evangelio? ¿O han surgido del interior de las propias comunidades aún no maduras en la fe? Estos herejes son calificados de hombres desobedientes. Ciertamente, ellos pertenecen a la comunidad cristiana, pero se oponen a la doctrina y a la ordenación eclesiásticas y no quieren someterse.

El Apóstol los llama desdeñosamente charlatanes, porque el contenido de su doctrina es hueca palabrería. Pero al mismo tiempo son hombres peligrosos, embaucadores, porque su doctrina presenta una ilusión activamente desconcertante y seductora, aunque la exponen con la pretensión de un conocimiento más sublime y un concepto rígidamente ascético de la vida 19. En este particular se destacan de manera especial los que proceden de la circuncisión, los judeocristianos. Así pues, estos hombres constituyen un serio peligro para las comunidades cristianas, por lo que hay que poner en acción un comportamiento severo para con ellos. Tito debe taparles la boca. Debe impedirles el presentarse y enseñar sobre todo en las asambleas comunitarias. Pues es grande el peligro de que no solamente hagan caer a los cristianos en particular, sino también a familias enteras, y de este modo ocasionen graves perjuicios en la comunidad.

Sobre su actitud moral nos la aclara el Apóstol al decir que enseñan «lo que no se debe», llevados por la avaricia, el deseo de una torpe ganancia. Por tanto, lo que ellos intentan es aprovecharse de sus discípulos, y su predicación se convierte por ello en un lucrativo negocio (cf. 1Ti_6:6-8). En otro tiempo era muy corriente suministrar el sostenimiento para los dirigentes de la comunidad mediante regalos y aportaciones libres. Esta costumbre proporcionaba a los predicadores irresponsables y codiciosos numerosas ocasiones para el propio enriquecimiento. Por eso Pablo exigía tan encarecidamente de todos ellos el desprendimiento20, y fustiga tan severamente la codicia de los herejes.

También ha brotado en las comunidades cristianas de la isla de Creta la cizaña que el enemigo ha sembrado entre el trigo. Se realiza así lo que el Señor había expuesto en otro tiempo a sus discípulos mediante una conocida parábola (Mat_13:24-30). Al campo en que el Señor siembra su buena semilla, vendrá siempre el enemigo para sembrar la mala hierba entre el trigo. Cuando la planta crezca y presente el fruto, aparecerá también la cizaña.

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18.En la 1Tm (Mat_1:3-11; Mat_4:1-11; Mat_6:3-10) y en la 2Tm (Mat_2:14-18) tenemos noticias de herejías muy semejantes.

19.Cf. también 1Ti_1:4; 1Ti_4:2.4. 20.Cf. 1,7; 1Ti_3:3-8; 1Ti_5:10.

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b) Errores y vicios de los cretenses (1Ti_1:12-13).

12 Dijo uno de ellos, profeta entre los suyos: los cretenses son siempre embusteros, bestias malas y vientres perezosos. 13 Este testimonio es verdadero. Por tanto, repréndelos duramente para que se mantengan íntegros en la fe ...

La agitación clandestina de los herejes es apoyada y favorecida por los vicios perversos de los cretenses. Como prueba cita el Apóstol un proverbio transmitido en verso (hexámetro) que se contiene en la conocida poesía Sobre los oráculos, conservada fragmentariamente, de un famoso compatriota suyo, el poeta Epiménides, del siglo VI antes de Cristo. Señala que los propios cretenses consideran como «profeta» a este poeta; con ello apela al testimonio de toda la antigüedad. En este verso se enumeran tres vicios de los cretenses: mendacidad, que en el mundo antiguo era proverbialmente atribuida a los cretenses, rudeza y pereza. Pablo no sólo cita la fuerte expresión del poeta cretense, sino que dice pública y claramente que ha podido comprobar con su propia experiencia esta característica tan poco agradable en las comunidades cristianas de Creta.

Según el pensamiento del Apóstol, aquí sólo puede tener eficacia la más severa corrección sin miramiento alguno. Tito debe intervenir sin vacilación, si aparece la menor inclinación en los cristianos hacia el error. Solamente de esta forma se mantendrán íntegros en la fe, permanecerán firmes en la verdadera y auténtica fe del Evangelio. Pues únicamente la doctrina tradicional del Evangelio es, en contraposición al error, «la sana doctrina» (1Ti_1:10), la expresión de la salud espiritual y moral, que conduce a una saludable vida moral. Sin miramiento alguno muestra el Apóstol el gran peligro que amenaza a las comunidades cristianas de Creta. Cuando contempla la fe amenazada, él, que lleva en su corazón el amor de una madre para con sus cristianos, puede también exponer duras y severas exigencias.

c) Señales de la falsa doctrina (1,14-16).

14 ...y no den oídos a mitos judíos ni a preceptos de hombres que se vuelven de espaldas a la verdad.

El error es caracterizado brevemente en dos aspectos. Pablo dice únicamente que el error se ocupa de mitos judíos. ¿Qué hay que entender con esta expresión? Sin duda Pablo piensa en las fábulas rabínicas, que están ayunas de toda verdad. Se trata aquí muy verosímilmente, como en la primera carta a Timoteo, de narraciones fantásticas y de especulaciones sobre textos del Antiguo Testamento y listas genealógicas que debían impresionar muy profundamente21. Estas doctrinas presentan claramente un origen judío (1,10; 3,9), pero también denuncian las huellas de un error posterior muy peligroso, la gnosis (1,16) 22. Una segunda característica del error es la siguiente: dan oídos «a preceptos de hombres que se vuelven de espaldas a la verdad». Por el versículo siguiente aparece claro que con esta expresión se piensa en la observancia de las prescripciones judías referentes a la pureza legal y el uso de ciertos alimentos 23.

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21.Cf. 1Ti_1:4; 1Ti_4:7.

22.Cf. 1Ti_4:3; 1Ti_6:20; 2Ti_2:18.

23.Cf. 1Ti_4:3; 2Ti_2:18.

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15 Todo es puro para los puros; para los manchados y para los descreídos nada hay puro; al contrario, tanto su razón como su conciencia están contaminadas.

El Apóstol se refiere en primer lugar a los «preceptos de hombres que se vuelven de espaldas a la verdad», a las prescripciones referentes a la pureza legal y al uso de ciertos alimentos. Con una brevedad lapidaria opone a ellos la expresión clara y vigorosa: todo es puro para los puros. Esto no es otra cosa sino el eco de las palabras de Jesús: «Escuchadme todos y entendedlo bien. Nada hay externo al hombre que, al entrar en él, pueda mancharlo; son las cosas que salen del hombre las que lo manchan» (Mar_7:14). Este convencimiento era posesión firme de la comunidad cristiana (cf. Rom_14:14-20). El que ha sido purificado por Dios en el bautismo (cf. 3,5-7), el que tiene un corazón puro y una intención pura no considera la creación como algo malo. Todas las cosas que el hombre encuentra en el ámbito de su actividad, de su uso o de su disfrute, son puras para aquellos que son limpios en lo más íntimo de su ser y tienen intenciones puras. Tal cristiano puede usar los dones de Dios con la libertad de los hijos de Dios. «Porque todo lo que Dios ha creado es bueno» (1Ti_4:4). La creación entera redimida por Jesucristo es pura, como el mismo Dios se lo hizo comprender claramente a Pedro en una visión 24. Por eso, los cristianos que ya conocen perfectamente esta verdad pueden gozar con alegría de todos los dones de la creación.

La doctrina errónea, los «preceptos de hombres», contraviene por tanto el orden creador y salvador de Dios, se aparta de la verdad, Si por el contrario está manchado el sentimiento y la conciencia de un hombre, entonces para él todo es impuro. él puede también abusar y profanar lo más bello y noble, porque, movido por su mala intención, puede abusar de ello con avidez perversa de placer. La pureza no está en las cosas de la naturaleza, sino en la actitud del corazón. La actitud interna como alma del comportamiento moral es la que decide sobre todo. Por consiguiente, estos herejes, con su concepción rígidamente ascética de la vida se encuentran en oposición a la verdad del Evangelio; ellos «se vuelven de espaldas a la verdad».

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24.Cf. Act_10:9-16.

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16 Alardean de conocer a Dios, pero con sus obras lo niegan: son abominables, rebeldes e incapaces de toda obra buena.

Otra característica de los herejes: presumen de un conocimiento más sublime de Dios . Aquí se ofrece una huella muy clara de la herejía posterior y muy peligrosa: la gnosis. El Apostol vuelve a aludir sencilla y brevemente a esta pretensión. Piedra de toque para todo conocimiento de Dios, y con ello para la herejía, es la vida práctica cristiana. El que pretende conocer a Dios, pero le niega mediante su manera de obrar, mediante su vida de cada día, es abominable para Dios: «El que dice que le conoce y no guarda sus mandamientos, miente, y la verdad no está en él» (lin 2,4). Por tanto, se deduce que el núcleo central de la herejía es éste: la pretensión de un conocimiento más sublime de Dios y un concepto rígidamente ascético de la vida. Pablo vuelve a aludir a ambas disposiciones. Por eso para él los herejes son hombres «abominables, rebeldes», pues se colocan frente al verdadero Evangelio con rebeldía e insubordinación. Por ello son también «incapaces de toda obra buena».



Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



Saludo epistolar, 1:1-4.
1 Pablo, siervo de Dios y apóstol de Jesucristo, conforme a la fe de los escogidos de Dios y al conocimiento de la verdad, que se ajusta a la piedad, 2 en la esperanza de la vida eterna, que prometió desde los tiempos eternos el Dios que no miente, 3 y que en el tiempo prefijado manifestó su palabra por la predicación a mí confiada según el mandato de nuestro Salvador, Dios: 4 a Tito, hijo mío verdadero según la fe común, la gracia y la paz de parte de Dios Padre y de Cristo Jesús, nuestro Salvador.

El saludo de esta carta es más amplio que de ordinario y tiene cierto parecido con el de la carta a los Romanos. Parece que San Pablo, al extenderse de este modo en el saludo, trata de destacar ya desde un principio su autoridad, y, consiguientemente, la de Tito su enviado, a fin de impresionar más a los falsos doctores de Creta.
El título de siervo de Dios (v.1) solamente es empleado por San Pablo en esta ocasión; de ordinario se llama siervo de Jesucristo (cf. Rom_1:1; Flp_1:1). En el fondo, viene a ser lo mismo, recalcando su total consagración a Dios, hasta en lo más profundo de su existencia. La expresión conforme (???? ) a la fe. y al conocimiento de la verdad indica la finalidad del apostolado de Pablo y no es sino la ampliación de su título de apóstol: conseguir que los escogidos de Dios (cf. Efe_1:4) lleguen a la fe y al conocimiento de la verdad (cf. Rom_1:5; Rom_10:14-15). Esta verdad, añade, no es una verdad meramente especulativa, sino que está ordenada a la piedad, es decir, a hacer que los hombres den a Dios el culto debido, viviendo según su voluntad (cf. 1Ti_2:2-4). Y aun sigue más adelante el Apóstol: esa consecución de la fe y de la verdad no son sino medios en orden a conseguir la vida eterna, que Dios nos tenía prometida desde toda la eternidad, pero cuya promesa ha sido manifestada ahora por medio del Evangelio, del que Pablo es heraldo (v.2-3; cf. 2Ti_1:9-11). Esta esperanza escatológica del cristiano (v.2) es algo que Pablo recalca constantemente (cf. 1Te_1:10; Rom_8:24; Col_1:5; 2Co_4:17; Efe_1:18).
El apelativo de hijo verdadero, que Pablo aplica a Tito (v.4), lo empleó ya también respecto de Timoteo (cf. 1Ti_1:2). Las demás expresiones del v.4, augurándole gracia y paz, son las normales en sus cartas (cf. Rom_1:7).

Selección de presbíteros dignos,Rom_1:5-9.
5 Te dejé en Creta para que acabases de ordenar lo que faltaba y constituyeses por las ciudades presbíteros en la forma que te ordené. 6 Que sean irreprochables, maridos de una sola mujer, cuyos hijos sean fieles, que no estén tachados de liviandad o desobediencia. 7 Porque es preciso que el obispo sea inculpable, como administrador de Dios; no soberbio, ni iracundo, ni dado al vino, ni pendenciero, ni codicioso de torpes ganancias, 8 sino hospitalario, amador de los buenos, modesto, justo, santo, continente, 9 guardador de la palabra fiel; que se ajuste a la doctrina, de suerte que pueda exhortar con doctrina sana y argüir a los contradictores.

En su viaje por Oriente, después de haber sido liberado de la cautividad romana, Pablo evangelizó la isla de Creta. Su permanencia en la isla debió de ser bastante breve, solicitado por atenciones pastorales en otras regiones, dejando a Tito encargado de acabar de ordenar lo que faltaba y de constituir por las ciudades presbíteros (v.5).
Estos presbíteros eran los que habían de llevar de modo inmediato y directo el peso pastoral de las comunidades; de ahí la insistencia de Pablo a Tito en que se haga una cuidadosa selección (v.6-9). Las condiciones exigidas son casi idénticas a las señaladas en 1Ti_3:2-7, hablando del obispo. Entre las que faltan está la de no neófito (cf. 1Ti_3:6), sin duda porque lo que era posible en Efeso no lo era en Creta, cuya cristiandad acababa de fundarse. Es de notar que el término presbítero del v.5 queda sustituido por el de obispo en el v.7. Y es que ambos términos eran entonces sinónimos, como ya explicamos ampliamente en la introducción a i Tim; únicamente que el de obispo (lit. = inspector) describía la función mejor que el de presbítero (lit. = anciano). Algo así como hoy los términos párroco y pastor de almas.

Lucha contra los falsos doctores,1Ti_1:10-16.
10 Porque hay muchos, indisciplinados, charlatanes, embaucadores, sobre todo los de la circuncisión, J1 a los cuales es preciso tapar la boca, que revuelven del todo las casas, enseñando lo que no deben, llevados del deseo de torpe ganancia. 12 Bien dijo uno de ellos, su propio profeta: Los cretenses, siempre embusteros, bestias malas y glotones, 13 Verdadero es tal testimonio. Por tanto, repréndelos severamente, para que se mantengan sanos en la fe, 14 que no den oídos a las fábulas judaicas y a los preceptos de los hombres que reniegan de la verdad. 15 Todo es limpio para los limpios, mas para los impuros y para los infieles nada hay puro, porque su mente y su conciencia están contaminadas. 16 Alardean de conocer a Dios, pero con las obras le niegan, abominables, rebeldes e incapaces de toda obra buena.

Entre las condiciones exigidas a los presbíteros está, de modo muy principal, el que posean sana doctrina, de modo que puedan combatir debidamente los errores (cf. v.9). Esto da pie al Apóstol para hablar de los falsos doctores (v.10-16). Parece que no predicaban públicamente, sino que iban de casa en casa propalando sus doctrinas (v.11; cf. 2 Tim 3:6).
Estos falsos doctores, que, en gran parte al menos, eran de origen judío (cf. v.10), son de las mismas tendencias que los de Efeso, aludidos en las cartas a Timoteo (cf. 1Ti_1:3-7; 1Ti_1:4-3; 1Ti_6:3-5; 1Ti_6:2 Tim 2:14-18; 3:1-9).
De los falsos doctores pasa Pablo a los cretenses en general (v. 12), alegando una cita del poeta cretense Epiménides (siglo vi a. C.), por cierto no muy honorífica para sus compatriotas. San Pablo añade que Epiménides dijo mucha verdad (v.13a); de ahí que no tenga reparo en llamarle profeta (v.12a), aunque es obvio que sólo sea en sentido muy amplio y por cierta afinidad con los auténticos profetas 359. Extraña un poco que Pablo hable tan duramente de los cretenses, pues se trata de una carta que había de ser leída en la comunidad. Pero no hay que olvidar que es una cita, y cita de un cretense, y a Pablo le convenía hacer resaltar el peligro de los falsos doctores, sin andar con fórmulas diplomáticas. La recomendación a Tito es de que proceda con firmeza contra los cretenses a fin de preservar la fe (v.13-14). En los v. 15-16 San Pablo alude de nuevo a los falsos doctores, fustigando dos cosas: el que traten de distinguir entre alimentos puros e impuros (cf. Col_2:21-22; 1Ti_4:3) y el que alardeen de piedad y lleven luego una conducta indigna (cf. Col_2:23; 2Ti_3:5).

Comentario de Santo Toms de Aquino


Lección 3: Tito 1,9-13
Poniendo al descubierto la mente corrompida de los que esparcen enseñanzas peligrosas, movidos por sórdida ganancia, muestra cuál haya de ser el obispo en la calidad y pureza de su doctrina."9. Amplectentem eum qui secundum doctrinara est, fidelem sermonem, ut polens sit exhortan in doctrina sana, et eos qui contradicunt arguere.10. Sunt enim multi etiam inobedientes, vaniloqui et seductores, máxime qui de circumcisione sunt;11. Quos oportet redargüí; qui universas domos subvertunt, docentes quae non oportet, turpis lucri gratia.12. Dixit quídam ex Mis proprius ipsorum propheta: Cretenses semper per mendaces, malae bestiae, ventres pigri.13. Testimonium hoc verum est.Traducción:9. Adicto a las verdades de la fe, según se la han enseñado a él, a fin de que sea capaz de instruir en la sana doctrina, y redargüir a los que contradijeren.10. Porque aún hay muchos desobedientes, charlatanes y embaidores, mayormente de los circuncisos,11. a quienes es menester tapar la boca; que trastornan familias enteras, enseñando cosas que no conviene, por amor de una torpe ganancia.12. Dijo uno de ellos, propio profeta de esos mismos: son los Cretenses siempre mentirosos, malignas bestias, vientres perezosos.13. Este testimonio es verdadero.En la Lección anterior enseñó qué vida conviene que lleve el Obispo, en ésta qué doctrina ha de tener; y muestra primero que ha de aplicarse con diligencia al estudio, señala su materia, pone su utilidad.Cuanto al punto primero dice: "que abrace las verdades de la fe". El que abraza algo lo enlaza apretadamente con los brazos, y dase el abrazo por amor; porque es menester que a la ciencia le tenga tal adherencia que esté abrazado con ella, es a saber, con firme adhesión del ánimo y apego amoroso del corazón, "Se anticipa a aquellos que la codician" (Sg 6,14); "aplica todos tus esfuerzos) para alcanzarla, y ella te ensalzará; te llenará de gloria cuando la estreches en tus brazos" (Pr 4,8).La materia del estudio no han de ser las fábulas ni las bagatelas temporales, sino la palabra fiel, esto es, verdadera (Sal 144), o de la Fe, en la que es necesario que el Obispo esté versado e instruido. Mas algunos estudian sólo para aprender y para llevar a efecto lo que aprendieron; pero esto no es suficiente para el Obispo, sino que es necesario que comunique a otros lo que aprendió; por eso dice: "según se le han enseñado a él". En 1Tm 4 se dice: "nadie te menosprecie por tu poca edad; has de ser dechado de los fieles en el hablar, en el trato, en la caridad, en la fe, en la castidad". La utilidad es la facultad de cumplir con su oficio, y el oficio del prelado es como el del pastor (Jn 21), que tiene que apacentar el rebaño (1Pe 5) y alejar al lobo; así también el Obispo debe apacentar con la doctrina verdadera a su rebaño (Jr 3); por eso dice: "a fin de que sea capaz de instruir en la sana doctrina". No dice que exhorte o instruya, sino que sea capaz de hacerlo, que es cuando, siendo necesario exhortar e instruir, tenga la puerta abierta para proveer de lo que cada uno quisiere, y la botillería de par en par. Figura de lo cual fueron las varas del Arca (Éxodo 25,14) metidas en sus anillos, para que pudiese ser transportada (Lc 24).Y dice: sana, esto es, sin corrupción de falsedad. "Más tú has de enseñar cosas conformes a la sana doctrina" (Tito 2,1). "Porque no os hemos predicado ninguna doctrina de error, ni de inmundicia" (1Th 2,3).También para guardar su rebano de los herejes; por eso dice: "y redargüir a los que contradijeren", esto es, convencer, que, como dice en 1!Tm 3, se logra por el estudio de las Sagradas Escrituras (Jb 6): 2 cosas que, en sentir del Filósofo, pertenecen al trabajo del sabio, a saber, de lo que conoce no echar mentiras, y al que las echa poder quitarle la máscara.Por consiguiente, cuando dice: "porque aún hay muchos", hace ver la necesidad de lo ya dicho, de parte de los falsos doctores y de la de los malos oyentes. Describe la condición de esos falsos doctores, sus perversas inclinaciones, y enseña el modo de precaverse de ellos. De 4 maneras nos da a conocer su condición: lo. por el número: muchos, de quienes dice el Eclesiastés 1,15, que "el número de los necios es infinito"; 2o. por el vicio de la desobediencia, al decir que son desobedientes a Dios y a sus superiores (Rm 1); 3o. por su charlatanería. "El Señor conoce los pensamientos de los hombres, que son vanos" (Sal 93,1 1). "Vanos son ciertamente todos los hombres en quienes no se halla la ciencia de Dios" (Sg 13,1); y de modo especial lo son los herejes; por eso añade: embaidores (2Tm 3); 4o. por el lugar: "mayormente de los circuncisos", que obligaban a los hombres a judaizar. "Guardaos, pues, de esos canes, guardaos de los malos obreros, guardaos de los falsos circuncisos". (Fil 3,2) Y el remedio es que no hay que tener ninguna contemplación con ellos; porque si se les tolerase, corromperíase el pueblo e imputaríasele al pastor. "Vosotros no habéis hecho frente, ni os habéis opuesto como muro a favor de la casa de 1srael" (Ez. 13,5). Por eso dice: "a quienes hay que redargüir".Seguidamente describe sus inclinaciones y aficiones, por el daño que hacen, por las falsedades que enseñan, por la ganancia que codician. El daño está en que "trastornan familias enteras"; pues la doctrina católica públicamente se propone en la iglesia, mas los herejes a escondidas; por eso buscan escondrijos (Pr 9), y por eso andan de casa en casa para seducir principalmente a las mujeres (2Tm 3); "enseñando cosas que no conviene", esto es, vanas e inútiles; ni buscan el logro espiritual, sino el temporal; por eso añade: "por amor de una torpe ganancia", a saber, temporal, o de la propia gloria. "Y aun han creído éstos ser nuestra vida un juego, y que toda nuestra ocupación debe reducirse a amontonar riqueza^, y que conviene el ganar por cualesquiera medios, aunque sean malos" (Sg 15,12).-"Dijo uno de ellos, propio profeta de ésos mismos". Describe a los oyentes, que eran Cretenses, y a quienes dedica esta obra; muestra su condición, alegando un testimonio, lo confirma y aplica el remedio: "por tanto, repréndelos fuertemente". Dice pues: tales son los doctores, embusteros y embaidores; mas los que les dan oídos no les van a la zaga por dejarse embaucar de sus embelecos y raposerías, según el testimonio de uno de sus poetas, Epiménides, que aquí Pablo llama profeta. Donde es de notar que por profeta entiéndese alguno cuyo entendimiento ilumina Dios para tener un conocimiento por encima de lo común (Num 12).Asimismo el que expone las profecías con el mismo espíritu y modo con que le fueron entregadas, y también el que profiere algo profético, por cierto instinto interior, aun fuera de lo que entiende. "Caifas, siendo pontífice, profetizó" (Jn XI); pues no lo hizo de propio movimiento, al decir que convenía que Cristo muriera, entendiéndolo en esta forma, a saber, para que no embaucara al pueblo; y, sin embargo de eso, viose impulsado a decirlo, movido por el Espíritu Santo. Y este modo de profetizar es usado entre aquellos que toman la primera palabra de algunos por presagio o agüero, cosa que también hacen los demonios. Y dice propio, porque describe en sus propios términos la condición de ellos.Luego, al decir los Cretenses, propone su testimonio y los tacha de 3 graves defectos, a saber: de tener corrompida la parte racional, puesto que los tilda de ser "sjempre mentirosos" (Sal 54); de tener asimismo corrompida la irascible, al llamarlos: "bestias malignas", esto es, crueles; dícense bestias -como si dijéramos vastiae- porque son crueles. "León rugiente y oso hambriento es un príncipe impío que reina sobre un pueblo pobre" (Pr 28,15). Y dice: malignas* porque, en sentir del Filósofo, cuando el hombre procede como ser racional, es el mejor de los animales, mas cuando se desliza a lo malo es el peor; porque, si le da por la crueldad, no hay bestia más sanguinaria. De donde dice que un hombre malo es diez mil veces peor que una bestia mala. Táchalos también de tener corrompida la concupiscible, al acusarlos de: "vientres perezosos", esto es, que por glotonear les da por holgazanear; pues eran golosos y a éstos les gusta la vida poltrona. "¡Oh alma mía!, ya tienes muchos bienes de repuesto para muchísimos años. Descansa, come, bebe y date buena vida" (Lc 12,19).Confirma el testimonio diciendo: "este testimonio es verdadero". Sacamos de aquí -dice la Glosa- que el doctor en Sagrada Escritura toma los testimonios para abonar la verdad de dondequiera los halle. Por eso el Apóstol en muchos lugares trae a cuento los dichos gentílicos, como en 1Co XV: "las malas conversaciones corrompen las buanas costumbres" (Menandro); y en Hechos 17: "somos del linaje del mismo Dios" (Arato). Lo cual no quiere decir que con esto se apruebe toda su doctrina, sino elígese lo bueno y se desecha lo malo; porque la verdad, quienquiera la diga, dimana del Espíritu Santo. Por eso en el Deuteronomio (2 i), en figura de esto, se dice que si uno viese entre los cautivos una mujer hermosa, y enamorado de ella deseara tenerla por mujer, le cortará las uñas y raerá los cabellos, esto es, le quitará lo superfluo.

Nuevo Comentario Bíblico San Jerónimo. Nuevo Testamento (Verbo Divino, 2004)


15 (I) Dirección y saludo (1,1-4). Este saludo desproporcionadamente largo servía de introducción a las pastorales en conjunto, y no sólo a Tit. (? 4 supra). siervo de Dios: El NT limita este título, común en el AT, a individuos con una misión profética (Lc. 2,29; Ap. 1,1; 22,6; Hch. 4,29; 16,17). conforme a [o para, o ambas cosas; la prep. gr. kata tiene los dos sig(-)nificados] la fe de los elegidos de Dios: La ense(-)ñanza de Pablo se sitúa en continuidad con la fe de todos los elegidos por Dios (los «elegi(-)dos» = la comunidad cristiana) y extiende y apoya dicha fe. el pleno conocimiento de la ver(-)dad: Fórmula de las pastorales que hace refe(-)rencia a la verdad revelada por Dios (véanse 1 Tim. 2,4; 2 Tim. 2,25; 3,7; en Epicteto [Diss. 2.20.21] , sinónimo de «verdadera filosofía»]. Tal conocimiento se opone al supuesto conoci(-)miento (1 Tim. 6,20) enseñado por los falsos maestros, conforme a la piedad: La eusebeia, «piedad» o «reverencia», es decir, una conduc(-)ta correcta respecto a Dios y la sociedad hu(-)mana, es una exigencia esencial de la revela(-)ción de Dios. 2. esperanza de vida eterna: cf. 3,7. Es la vida que Dios ha prometido y que a la vez constituye el apoyo y la meta de la vida ética, antes de las edades eternas: Es decir, des(-)de toda la eternidad. 3. su palabra: Es Dios quien promete la vida eterna, a mí encomen(-)dada: La misión de Pablo se ve como esencial al plan divino de salvación. 4. a Tito, verdadero hijo, según [o para, o ambas cosas] la fe co(-)mún: Tito es el verdadero heredero de Pablo porque acepta y está dispuesto a fomentar la fe proclamada por Pablo. Esto le conecta con la cadena de tradición en desarrollo (para otros eslabones de esta cadena, véanse 1,5; 2 Tim. 2,1-2). Cristo Jesús, nuestro Salvador: Las pastorales aplican el título «Salvador» tanto a Dios como a Cristo. La mención en este texto del papel de Cristo como Salvador es única en las bendiciones introductorias de las cartas paulinas, y por tanto sirve para señalar el ca(-)rácter central del tema de la salvación en Tit.
16 (II) Dirigentes para la Iglesia de Creta (1,5-9).
(A) La tarea encomendada a lito (1,5).
Esta es la única mención de una visita misio(-)nera de Pablo a la isla de Creta; Hch. 27,8-12 recoge sólo una breve escala en el muelle de Buenos Puertos, establecieras presbíteros en ca(-)da ciudad: Había que establecer grupos cole(-)giales (véase 1 Tim. 4,14) de ancianos o presbí(-)teros en cada ciudad. Esta estructura eclesial fue tomada del judaísmo, como yo te ordené:
La autoridad de Pablo, insiste el autor, sostie(-)ne esta institución. Cf. Hch. 14,23.
17 (B) Cualidades requeridas del pres(-)bítero (1,6-9). Los vv. 6-8 (cf. 1 Tim 3,2-4) tal vez echen mano de un listado ya tradicional de requisitos para desempeñar este cargo. De ser así, el v. 9 fue añadido por el autor de las pastorales. 6. marido de una sola mujer: Pro(-)bablemente no se trata, como piensan algu(-)nos, de una exclusión de los viudos casados de nuevo, sino de una exigencia de la fidelidad marital ordinaria. Se daba por supuesto que el candidato estaría casado. Además, sus hijos tenían que ser creyentes y no insubordinados, indisciplinados ni libertinos (lenguaje tradi(-)cional; véase Prov 28,7). El aspirante a admi(-)nistrador de la casa de Dios (1,7) tenía que ser capaz de administrar su propia familia (1 Tim. 3,5). 7. El autor de las pastorales equiparaba (como Hch. 20,17.28) a presbíteros y episkopoi, esto es, «inspectores» u «obispos». Pablo no menciona a los presbyteroi, pero sabía de los episkopoi (Flp. 1,1); los dos cargos tal vez tuvieran una historia separada. El v. 7 no se refiere a un obispo único al cargo de una ciu(-)dad entera. Sin embargo, puesto que las anti(-)guas casas (ricas) estaban administradas por un único oikonomos, «administrador», la refe(-)rencia al «administrador de Dios» da a enten(-)der que cada Iglesia doméstica tal vez estuvie(-)ra dirigida por un solo presbítero/obispo, no bebedor: Las pastorales muestran a menudo preocupación por el alcoholismo (véanse 2,2.3; 1 Tim. 3,2.3.8.11), pero el autor rechaza la opinión de que el licor como tal sea malo (véase 1 Tim. 5,23). no ávido de dinero: Véanse también 1 Tim. 3,3.8; 6,17-19; pero nótese en 1 Tim. 5,17-19 la preocupación por que los diri(-)gentes eclesiales reciban un apoyo económico suficiente. La avidez de dinero, acusación he(-)cha contra los falsos maestros en las pastora(-)les (Tit. 1,1; 1 Tim 6,6-10), cumple la función de tópico polémico en los ataques filosóficos grecorromanos contra los sofistas. 8. sensato, justo, piadoso, dueño de sí: Versión de las cua(-)tro virtudes cardinales de la antigüedad gre(-)corromana. El candidato debe ser un hombre enteramente virtuoso. 9. Para el autor de las pastorales, la fidelidad a la enseñanza paulina y la capacidad para comunicarla eran de pri(-)mordial importancia.
18 (III) Enseñanza falsa y enseñanza verdadera (1,10-3,8).
(A) La índole de los falsos maestros (1,10-16). La mención de «adversarios» en el v. 9 sirve de introducción a esta sección, pero el argumento se desplaza rápidamente, cen(-)trándose en el contraste entre la verdad pauli(-)na y la falsedad herética. Muchas de las acu(-)saciones, p.ej., «vanos habladores» (v. 10) que enseñan «por torpe ganancia» (v. 11; véase 1 Tim 6,5), eran tópicos que las escuelas de filo(-) sofía se arrojaban mutuamente como acusa(-)ción. 10. rebeldes: En cuanto gente que deso(-)bedece a la autoridad y tradición de la Iglesia, los falsos maestros se comparan con "hijos desobedientes» (1,6). los de la circuncisión: Cristianos judíos. 11. trastornan casas enteras: En este caso tal vez se piense en Iglesias do(-)mésticas, más que en familias ordinarias (cf. 2 Tim 3,6). por torpe ganancia: Véase 1,7. 12. El autor cita aquí a Epiménides de Creta (s. VI a. C.), adivino y sabio al que llama profeta. Cre(-)tenses siempre mentirosos: La marcada coinci(-)dencia del autor con este sentir es buen indicio de que la carta no estaba realmente destinada a ser leída ante cristianos cretenses. La menti(-)ra arquetípica de los antiguos cretenses era la afirmación de que Zeus murió y fue enterrado en Creta (Luciano, Philopseudes 3; Anth. Pal. 7.275). Los cretenses, por tanto, probablemen(-)te aparecen aquí como tipos de los herejes cris(-)tianos. 13-14. Las pastorales no están intere(-)sadas en un debate con los falsos maestros. Sin embargo, nunca se abandona la esperanza de que éstos se conviertan (véase también 2 Tim. 2,25-26). que se conserven sanos: El verdadero filósofo era a menudo considerado como un médico del alma. Las pastorales comparten la opinión de que la falsedad es una enfermedad que sólo la verdad puede remediar. (Véase A. Malherbe, en Texts and Testaments [ed. W. March, San Antonio 1980] 19-35). fábulas ju(-)daicas: Aunque «enseñar mitos o fábulas» era una acusación típica que los filósofos hacían a los poetas (cf. Platón, Fdr. 61B; Tim. 26E; Plu(-)tarco, De glor. Ath. 348A-B), de nuevo se hace hincapié en la naturaleza judío-cristiana de los falsos maestros. 15. todo es limpio: Dicho acep(-)tado por Pablo, pero sólo con reservas (Rom. 14,20; cf. 1 Co. 6,12; 10,23). Las pastorales fun(-)damentan este principio en la bondad de la creación de Dios (1 Tim. 4,4). su mente y con(-)ciencia: Los medios para descubrir la verdad en los ámbitos teórico y práctico respectiva(-)mente; caso de estar «contaminados», la ver(-)dad resulta inalcanzable. 16. incapaces de toda obra buena: Irónico estado de unos herejes que muestran tal interés en la observancia de la ley. La «prontitud para toda obra buena» (2 Tim. 2,21; 3,17; Tit. 3,1; cf. 1 Tim. 5,10) es un distinti(-)vo de los verdaderos creyentes.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter I.

1 For what end Titus was left in Crete. 6 How they that are to bee chosen ministers, ought to bee qualified. 11 The mouthes of euill teachers to bee stopped: 12 and what manner of men they bee.
1 Paul a seruant of God, and an Apostle of Iesus Christ, according to the Faith of Gods Elect, and the acknowledging of the trueth which is after godlinesse,
2 [ Or, for.] In hope of eternall life, which God that cannot lie, promised before the world began:
3 But hath in due times manifested his word through preaching, which is committed vnto mee according to the commandement of God our Sauiour:
4 To Titus mine owne Sonne after the common faith, Grace, mercie, and peace from God the Father, and the Lord Iesus Christ our Sauiour.

[Bishops dueties.]

5 For this cause left I thee in Crete, that thou shouldest set in order the things that [ Or, left vndone.] are wanting, and ordaine Elders in euery citie, as I had appointed thee.
6 If any be blamelesse, the husband of one wife, hauing faithfull children, not accused of riot, or vnruly.
7 For a Bishop must be blameles, as the steward of God: not selfewilled, not soone angry, not [ 1Ti_3:6 .] giuen to wine, no striker, not giuen to filthie lucre,
8 But a louer of hospitality, a louer of [ Or, good things.] good men, sober, iust, holy, temperate,
9 Holding fast the faithfull word, [ Or, in teaching.] as hee hath beene taught, that he may bee able by sound doctrine, both to exhort and to conuince the gainsayers.
10 For there are many vnruly and vaine talkers and deceiuers, specially they of the circumcision:
11 Whose mouthes must be stopped, who subuert whole houses, teaching things which they ought not, for filthie lucres sake.

[Old mens dueties.]

12 One of themselues, euen a Prophet of their owne, said: The Cretians are alway lyers, euill beasts, slow bellies.
13 This witnesse is true: wherefore rebuke them sharpely that they may be sound in the faith;
14 Not giuing heede to Iewish fables, and commandements of men that turne from the trueth.
15 Unto the pure all things are pure, but vnto them that are defiled, and vnbeleeuing, is nothing pure: but euen their mind and conscience is defiled.
16 They professe that they know God; but in workes they deny him, being abominable, and disobedient, and vnto euery good worke [ Or, voide of iudgment.] reprobate.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Misión en Creta. La primera tarea de Tito en Creta será nombrar responsables para organizar la comunidad, la gran preocupación de la segunda y tercera generación cristiana. Se trata de una especie de senado o consejo de «ancianos» -presbíteros-, que ya conocemos por Hch_14:23 y 1Ti_5:17. El encargado o responsable supremo es el obispo, título específico que se daba a los líderes de las comunidades locales, a diferencia de los ministerios de otros líderes más itinerantes, llamados apóstoles, profetas y maestros. Aunque los títulos de obispo y presbíteros resulten familiares a los lectores de hoy, no hay que deducir, sin embargo, que se trate ya de la misma organización eclesial que existe actualmente en la Iglesia. La fluidez de títulos y funciones de los responsables de las comunidades cristianas es una constante de los primeros siglos. De todas formas nunca ha existido ni existirá la Iglesia sin el carisma de la autoridad como servicio a la comunidad.
Es interesante el retrato ideal de un responsable de la Iglesia local que hace el autor de la carta. Como si de un padre de familia se tratara, debe tener una vida privada intachable, pues será el testimonio de su integridad personal el que le dé la autoridad moral para dirigir a la comunidad. Pero sobre todo, debe ser un hombre «que se atenga a la doctrina auténtica» (9), la gran preocupación de las cartas pastorales. Por los epítetos que usa a continuación contra los falsos maestros, el peligro debía haber sido grave. La descripción que hace del grupo de aquellos «insumisos, charlatanes, embaucadores» (10), está agravada por la cita mordaz de un poeta pagano -quizás Epiménides, s. VI a.C.-. En cuanto al contenido de esas doctrinas falsas, el autor de la carta no se molesta en entrar en detalles, aludiendo a ellas con un despectivo: «fábulas judías y... preceptos de hombres apartados de la verdad» (14).
Lo que verdaderamente estaba en juego era la praxis cristiana de la comunidad. Si a Pablo le preocupaba, ante todo, la salvación por la fe, independientemente de las obras de la ley, a la nueva generación cristiana le preocupan las obras que brotan de la fe (cfr. Stg_2:14-26). En cambio, esos tales «afirman conocer a Dios y lo niegan con las acciones» (16), pues una mente y conciencia contaminadas no pueden producir el comportamiento auténtico de un seguidor de Jesús.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



el Nombramiento de Los Oficiales de la Iglesia

Las instrucciones dadas a Tito corren paralelas a las que fueron dadas a Timoteo en 1 Tim. 3, pero hay algunas variaciones significativas, que se originaron de la diferente situación por la que atravesaba Tito en Creta. Su tarea era doble: para que pusieras en orden lo que faltase y establecieras ancianos (v. 5). No es claro que fue lo que Pablo dejó incompleto, a menos que se refiera al nombra miento de ancianos. Pablo no da indicación de cuántos tenían que ser nombrados, pero evidentemente ya había instruido a Tito sobre este asunto. El está más interesado acerca de los requisitos (v. 6). Lo que se destaca es la necesidad no sólo de que sea irreprensible moralmente (mencionada dos veces), sino que tenga una vida de hogar estable. Presumiblemente, si una persona no podía mantener a sus propias hijos en orden, era considerado como inadecuado para el liderazgo de la iglesia. La palabra traducida creyentes puede llevar el significado de fieles. Es improbable que Pablo quiera descalificar a los líderes de las iglesias cuyos hijos tenían aún que profesar la fe.

El cambio de anciano en el v. 5 a obispo en el v. 7 es importante ya que parece no haber diferencia esencial entre los dos oficiales. El anciano ejerce la función de vigilar. Hay una mezcla de actitudes y acciones erróneas que harían que una persona sea inadecuada para tal oficio (vv. 8 y 9). Es notable que a Tito no se le aconseja acerca de la inconveniencia de nombrar a nuevos convertidos como lo hizo a Timoteo en Efeso, posiblemente porque la comunidad en Creta fue establecida más recientemente. Si el v. 7 da el lado negativo, el positivo se encuentra en los vv. 8 y 9. Las cualidades mencionadas son aquellas que deberían ser evidentes en un cristiano entregado. El énfasis en la hospitalidad es digno de mención ya que tanto dependía de ella la iglesia primitiva. El v. 9 deja claro cuán importante es una comprensión de la sana enseñanza para aquellos que ejercen el liderazgo en la iglesia. Es posible refutar a los falsos maestros sólo si la verdadera doctrina ha sido bien comprendida. Según la opinión de Pablo los temas no debían ser confusos.

Biblia Hispano Americana (Sociedad Bíblica Española, 2014)

Tit 2:1; 1Ti 1:10; 2Ti 4:3; (ver 1Ti 4:6; 1Ti 6:3).

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



5. "Presbíteros": ver notas Hec_11:30; Hec_14:23.

6-9. Ver 1Ti_3:2-7.

12. "Su propio profeta" es Epiménides, poeta cretense del siglo VI a. C., que tenía fama de adivino.



Comentario al Nuevo Testamento (EUNSA, 2008)

Como en 1 Tm 3,2-7 exhorta a que los ministros sean modelo de santidad para sus fieles por su conducta sin tacha, por mantener una familia fiel y ejemplar, por poseer un carácter recto y acogedor, y, finalmente, por enseñar una doctrina firme. Son cualidades por las que siempre ha velado la Iglesia. Los pastores deben «estar llenos de toda clase de bienes espirituales y dar a todos un testimonio vivo de Dios» (C. Vat. II, Lum. gent. 41).


Sagrada Biblia (Bover-Cantera, 1957)



LA ADHESIÓN…A LA DOCTRINA RECIBIDA, a la tradición apostólica, es la cualidad del obispo que más encarece Pablo. Los obispos son los maestros, instituidos por Cristo, de la palabra divina, los anillos principales de la tradición cristiana.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 1.6 Anciano: un dirigente de la iglesia.

[2] 1.6 Esposo de una sola mujer: Véase 1 Ti 3.2 n.

[3] 1.12 Cita de Epiménides, poeta cretense del siglo VI a.C.

[4] 1.15 Mc 7.18-19; Ro 14.14,20.

Nuevo Testamento México (Centro Bíblico Hispano Americano, 1992)

Estas cualidades de los ministros de la Iglesia concuerdan con las de 1Ti 3:1-16

 

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Ti_1:10+

Nueva Biblia de Jerusalén (Desclée, 1998)


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Ti_1:10+

Biblia Peshitta en Español (Holman, 2015)

a 1Ti 1:10

Biblia Latinoamericana (San Pablo, 1995)



[=] *1Tim 1:10