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Así has de enseñar, exhortar y reprender con toda autoridad. Que nadie te menosprecie.
(Tito 2, 15) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)



CAPÍTULO 2

Parte segunda

ORDENACION DE LA VIDA CRISTIANA 2,1-3,11

Junto con la realización del establecimiento de las comunidades cristianas en la isla de Creta y el nombramiento de los presbíteros, en cada una de las comunidades (1,5-9), la otra misión de Tito consiste en la ordenación de la vida cristiana. Por eso debe predicar lo que está conforme a la doctrina recta y «sana», al mensaje cristiano, y mostrar cuáles son los deberes de cada estado, ante los cuales debe resplandecer el propio Tito como modelo con la realización de todo bien (2,1-10). La fuente del vigor exigido para llevar una vida cristiana es la gracia de Dios que se ha mostrado en Jesucristo (2,11-15). A continuación se exponen concisamente los deberes de los cristianos para con la autoridad y el prójimo (3,1-2). De nuevo alude el Apóstol a la misericordia de Dios, que se manifestó mediante la redención de Jesucristo en el renacimiento y renovación en el Espíritu Santo, y demuestra la posibilidad de que el cristiano, como heredero de la vida eterna, se distinga por sus buenas obras (3,3-8). Con un renovado aviso ante la falsa doctrina y una instrucción sobre el modo de comportarse con los herejes concluye el Apóstol la carta (3,9-11).

1. DEBERES DE LOS DIVERSOS ESTADOS (2/01-10).

a) La predicación de la sana doctrina (2,1).

1 Tú, en cambio, predica lo que es conforme a la sana doctrina.

Pablo ha prevenido con palabras duras contra los falsos maestros de Creta (1,10-16). En oposici6n a éstos, que predican «mitos judíos» y «preceptos de hombres», el contenido de la predicación de Tito debe ser algo que es conforme a la sana doctrina». Pablo llama a la doctrina del Evangelio, a la revelación pura y auténtica, la sana dostrina 25. Esta es la expresión perfecta de la salud espiritual y moral, ella hace surgir la vida moral sana. Por eso, todo lo que se opone a la doctrina evangélica, es enfermizo, contiene un germen de enfermedad y conduce a una vida inmoral. Por consiguiente, el contenido de la predicación de Tito sólo debe ser lo que está conforme con el Evangelio de Jesucristo. Solamente le está permitido sacar las palabras de su predicación de la revelación divina auténtica (cf. 1Ti_6:20; 2Ti_1:14). Así pues, todo predicador cristiano debe ceñirse en su predicación a la «sana doctrina», a la palabra de la revelación de Jesucristo. A él únicamente le está permitido conservarla con cuidado y transmitirla sin añadir ni quitar nada. Que esta palabra de la reveladón permanece pura y auténtica en la predicación eclesiástica lo garantiza el Espíritu Santo que Jesucristo ha enviado a la Iglesia (cf. Joh_16:13).

El Apóstol expone detalladamente de qué forma ha de influir la «sana doctrina» en cada uno de los estados de la vida cristiana.

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25. Sobre esta expresión en las cartas pastorales, cf. 1Ti_1:10; 2Ti_4:3; Tit_1:9; cf. también 1Ti_6:3; 2Ti_1:13; Tit_2:8.

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b) Deberes de los ancianos (Tit_2:2-3).

2 Que los ancianos sean sobrios, graves, prudentes, sanos en la fe, en la caridad, en la paciencia. 3 De igual modo, observen las ancianas un porte digno, no sean calumniadoras, ni esclavas del vino, sino maestras del bien, ...

El Apóstol comienza con los hombres ancianos, con los entrados en años, que con su carácter sentado y maduro deben mostrarse y hacerse valer en todas las situaciones difíciles de la vida por la sobriedad, la reserva y la moderación en el uso del vino, la honradez, el comportamiento humano y digno, la prudencia y el dominio de sí mismo. La actitud fundamental del cristiano: la fe, el amor y la paciencia deben aparecer de modo especial en estos hombres.

Las mujeres ancianas deben manifestar en su actitud interna y externa su perfecta dignidad como cristianas maduras. Teniendo en cuenta la dignidad del prójimo deben dominar sus lenguas y evitar toda calumnia. Extraña la severa exhortación a moderarse en el uso del vino. Quizá se hacía necesario debido a datos de experiencia personal del propio Apóstol, o acaso a un incidente especial, sobre todo teniendo en cuenta que Creta era un país famoso por sus vinos. Ellas, mediante su modo de vivir y mediante su ejemplo cristiano, deben ser maestras en toda obra buena para las jóvenes; tal es el deber de aquellas que han madurado con la experiencia de la vida. Las instrucciones del Apóstol no son otra cosa que la transmisión de las exigencias de Jesús en el sermón de la montaña: «Alumbre así vuestra luz ante los hombres, para que vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos» (Mat_5:16).

c) Deberes de los jóvenes (Mat_2:4-7).

4 ...para que enseñen a las jóvenes a amar a sus maridos y a cuidar de sus hijos, 5 a ser prudentes y honestas, hacendosas, bondadosas, sumisas a sus maridos, a fin de que no sea difamada la palabra de Dios. 6 Asimismo, a los jóvenes exhórtalos a ser prudentes.

De las jóvenes exige Pablo que sean plenamente mujeres y madres en la familia. él presenta una imagen luminosa de la mujer cristiana que se diversifica en su vocación de esposa, madre y ama de casa, y que incluye en sí la riqueza de un ser prudente, honesto y bueno. El amor a su esposo y a sus hijos constituyen la razón de su vida. Ella cumplirá todos sus deberes en la respetuosa subordinación a su marido. Aunque las cualidades indicadas no son virtudes exclusivamente cristianas, sin embargo el Apóstol muestra cómo debe realizarse la fe cristiana en el ámbito de la vida concreta de la mujer. Naturalmente debe tenerse en cuenta además que Pablo parte de la situación de la mujer de entonces, que no puede equipararse con la actual.

Si la mujer conduce su vida de esta forma, si ofrece ante los ojos del público pagano una auténtica imagen de la vida cristiana, entonces jamás dará ocasión a que la doctrina evangélica sea denigrada por los adversarios y enemigos del cristianismo 26; entonces nunca dará motivo a que su vida diaria, quizá dentro de un matrimonio mixto, conduzca a su esposo pagano a un juicio despectivo sobre el cristianismo, sino por el contrario podrá ser ocasión de que «si algunos se muestran rebeldes a la palabra, sin palabra alguna sean conquistados por la conducta de las mujeres» (1Pe_3:1).

La exhortación a los jóvenes es concisa y breve. Pablo exige de ellos prudencia y dominio de sí mismo *. A su tendencia a engolfarse imprudente y apasionadamente en la vida y a precipitarse con frivolidad en sus peligros se contrapone el ideal del joven cristiano que se domina a sí mismo. Por tanto, todo miembro de la comunidad tiene el sagrado deber de influir ejemplarmente mediante su modo de vivir cristiano en la comunidad y a hacer honorable la doctrina cristiana a los ojos de quienes se hallan fuera del cristianismo: los judíos y los paganos.

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26. El Apóstol dirige con frecuencia a sus comunidades y discípulos exhortaciones semejantes. Cf. 1Ti_3:12; 1Co_10:32; Col_4:5; 1Ti_5:14; Tit_2:8.10.

* La segunda de estas dos exigencias no figura en el texto que ofrecemos, pero en el original griego la palabra que corresponde a prudencia (sophrosyne) incluye ambos conceptos. - Nota del traductor.

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d) Tito debe ser modelo (Tit_2:7-8).

7 Y tú, muéstrate, en todo, modelo de obras buenas, de integridad en la doctrina, de gravedad, 8 de palabra sana e irreprensible, para que los adversarios se confundan, no teniendo nada malo que decir de nosotros.

Pablo interrumpe sus instrucciones a los diversos estados y ahora se dirige al mismo Tito. Más importante que sus exhortaciones y su predicación es su propio ejemplo. Por eso debe ser modelo luminoso para toda obra buena. En su predicación debe ofrecer la pura doctrina evangélica, con limpias intenciones, con fines nobles. En esto debe mostrar una digna gravedad y anunciar únicamente la «palabra sana e irreprensible». El autor llama nuevamente a la dostrina auténtica del Evangelio «sana doctrina» (cf. 2,1), y ello, porque se apoya plenamente sobre la doctrina revelada y es «irreprensible», inatacable. De tal forma debe Tito mostrarse ejemplar en su vida ordinaria y en su predicación, que todo enemigo de dentro de la comunidad, como los herejes, pero sobre todo los de fuera de la misma comunidad, que buscan continuamente en el cristianismo una ocasión para discutir, se vean confundidos y obligados a enmudecer. De nuevo alude Pablo al buen ejemplo que Tito debe dar no solamente dentro de la comunidad sino también a los extraños (cf. 2,5). él debe dejar brillar su luz ante los hombres y tener mucho cuidado de no dar jamás ocasión de escándalo (cf. Mat_5:16; Mat_18:7).

e) Deberes de los esclavos (Mat_2:9-10).

9 Que los esclavos estén sujetos a sus amos y les den satisfacción sin contradecirlos; 10 que no los defrauden, sino que les sean fieles en todo para hacer honor a la doctrina de Dios, salvador nuestro.

Pablo se dirige aún a un último grupo de las comunidades cristianas, a los esclavos, que con frecuencia tenían necesidad de vivir y trabajar en un ambiente pagano y en domicilios paganos. También ellos, a pesar de su posición despreciada, tienen que cumplir una importante tarea. Es digno de notarse que (como en 1Ti_6:1-2) el Apóstol participe a su representante determinadas instrucciones precisamente por causa de los esclavos 27. Ellos deben hacer honor a la fe cristiana mediante su comportamiento, su obediencia, su bondad, su fidelidad, su lealtad y absoluta integridad en sus relaciones con sus señores, aunque sean paganos. De este modo se acreditan como redimidos de Dios, salvador y redentor nuestro 28, porque él es el último fundamento para la salvación de los hombres. «Quiso él (Dios) salvar a los creyentes mediante la predicación de la locura» (1Co_1:21). Pablo no suprime provisionalmente la relación jurídica vigente entonces entre señores y esclavos 29, él no promueve ningún movimiento social, pero asigna a los esclavos una grande e importante tarea en la comunidad: a pesar de su despreciada posición en la vida deben ser una gloria para la fe cristiana. ¿No es extraño que el Apóstol hable por tres veces del buen ejemplo de los cristianos en esta parte (2,5.8.10)? Es que la mejor defensa de la fe cristiana es siempre una vida cristiana auténtica, que brota espontáneamente de una fe sincera y sirve al prójimo con el cumplimiento fiel de los deberes y con el amor dispuesto al sacrificio.

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27. Sobre la preocupación por los numerosos esclavos en las cristiandades primitivas, cf. Eph_6:5-8; Col_3:22-25; 1Co_7:21; 1Ti_6:1-2; 1Pe_2:18-25.

28. Ya en el Antiguo Testamento es llamado «salvador» y «redentor»: cf. Deu_32:15; 1Sa_10:19; Jdt_9:11; Sal 24(23),5.

29. Cf. Col_3:22-25; Eph_6:5-8; 1Pe_2:18-25; 1Co_7:21; 1Ti_6:1-2.

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2. LA GRACIA DE DlOS COMO FUENTE DE ENEGIA (2/11-15).

¿Dónde encuentran cada uno de los estados de las comunidades cristianas de la isla de Creta el vigor para realizar ese modo de vivir cristiano, tal como acaba de ser descrito por el Apóstol en 2,1-10? Pablo responde: en la gracia de Dios que ha aparecido en Jesucristo (2,11), que impulsa a los cristianos a una vida de santidad ya en este mundo (2,12). Esta vida es sostenida por la esperanza en la parusía de Jesucristo (2,13). La doble obra de la gracia de Dios es presentada como cumplimiento de la promesa del antiguo Testamento (2,14). Tito debe predicar esta buena nueva de la gracia de Dios como fuente de vigor y fuerza (2,15).

a) La gracia de Dios, revelada en Jesucristo (2,11-14).

11 En efecto, la gracia de Dios salvador se ha manifestado a todos los hombres, ...

Pablo proclama el himno de la gracia y benevolencia divinas. En la hora determinada en el plan salvador de Dios se ha revelado el amor y benevolencia divina infinita e inefable, que han aparecido en Jesucristo, el unigénito Hijo de Dios que se ha hecho hombre. él es esta benevolencia y amor divinos en su persona divina. En él ofrece Dios a todos los hombres, sin excepción alguna, la salvación. «Porque tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que todo el que cree en él, no perezca, sino que tenga vida eterna» ( Joh_3:16). ésta es la salud que deben alcanzar todos los hombres: la liberación de la muerte eterna, la posesión de la vida eterna. La benevolencia divina no conoce límites. Dios ofrece la salud en Jesucristo a todos los hombres sin distinción de personas, de situación social o de raza.

Este amor de Dios es incomprensible y, al mismo tiempo, definitivo para el tiempo y la eternidad; sin embargo, obliga al hombre a una decisión clara, sea que se abra o que se cierre a esta llamada amorosa de Dios.

12 ...y por ella aprendemos a renunciar a la impiedad y los deseos mundanos, y a vivir en este mundo sobria, justa y piadosamente, ...

El Apóstol describe la actividad impulsora de la gracia de Dios manifestada en Jesucristo. Esta se muestra en primer lugar de una manera negativa, en cuanto conduce a los cristianos a una ruptura radical con una vida de «impiedad» y de placeres mundanos. El bautismo cristiano, en efecto, significa el fin de una vida del hombre que se hallaba anclada en el pecado y en los placeres terrenos (cf. 1Jo_2:16). «Por el bautismo hemos sido sepultados con él en su muerte, a fin de que, como Cristo resucitó de la muerte para la gloria del Padre, así caminemos en novedad de vida» (Rom_6:4). Así pues, lo que ha surgido mediante el bautismo lo continúa la gracia divina, al darnos fuerza suficiente para una vida cristiana nueva, que se deja ver en tres aspectos. Con respecta al propió yo es una vida de prudencia y de disciplina, con miras al prójimo es una vida de honradez, con respecto a Dios es una vida de piedad. El hombre, sólo con sus propias fuerzas, es incapaz de llevar una vida semejante, lo podrá realizar por la fuerza de la gracia de Dios, que únicamente le proporciona la aptitud para ello. La conciencia de estar sustentado por esta fuerza de la gracia de Dios, permite al Apóstol decir confiadamente: «Todo lo puedo en aquel que me conforta» (Phi_4:13).

13 ...con la bienaventurada esperanza en la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y salvador, Jesucristo,...

Pero el cristiano no encuentra en el mundo actual la meta definitiva de su vida, vive en esperanza, su vida está sustentada por la esperanza en la venida del Señor. Así pues, aguarda la consumación de la salud venidera, y la plenitud de la salvación. Unida a la fe y al amor, esta esperanza constituye una estructura fundamental de toda vida cristiana (cf. 1Co_13:13); los cristianos perseveran en la «esperanza en Jesucristo nuestro Señor» (1Th_1:3). Esta esperanza viene a ser para los cristianos «un ancla firme y segura, ... que va penetrando hasta detrás del velo» ( Heb_6:19), el ancla que el cristiano arroja en los abismos del cielo.

El gran día hacia el cual dirige sus miradas el cristiano apoyado en la «bienaventurada esperanza», es aquel en que nuestro gran Dios y salvador Jesucristo venga del cielo con el resplandor de su refulgente y poderosa majestad y reciba a los suyos en su reino, el día de la parusía. El Señor glorificado a cuya venida en regio esplendor el Apóstol dirige su mirada, es designado aquí no sólo como «nuestro salvador», «nuestro redentor», sino también como «nuestro gran Dios». El Apóstol alude continuamente en sus cartas a la esperanza como pilar básico de la vida cristiana 30. ¿Acaso no tiene vigencia para el cristiano actual, que tan fácilmente se dispone a instalarse en este mundo, que tan fácilmente se olvida de que su verdadera patria está en «los cielos», es decir, en Dios mismo (Phi_3:20), la exhortación de la carta a los Hebreos: «Mantengamos firmes la profesión de la esperanza»? (Heb_10:23).

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30. Cf. 1Co_13:13; Gal_5:5; Eph_1:15-18; Eph_3:2; Col_1:4 s; 1Th_1:3; 1Th_5:8; 1Ti_3:13; 2Ti_2:12; Hab_3:6; Hab_4:16; Hab_6:18-20; Hab_96:15-28; Hab_10:22-24; Hab_11:1.

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14 ...que se entregó por nosotros para rescatarnos de toda iniquidad y para purificarnos y hacer de nosotros un pueblo que fuese posesión suya y celador de obras buenas.

Jesucristo se presenta como salvador y redentor de todos los hombres mediante su entrega a la muerte. «En esto precisamente nos ha mostrado Dios su amor, en que Cristo ha muerto por nosotros cuando aún éramos pecadores» (Rom_5:8). él entregó su vida como sacrificio expiatorio vicario por toda la humanidad que estaba desahuciada. «Pues el Hijo del hombre no ha venido a ser servido, sino a servir y a dar su vida para redención de muchos» (Mar_10:45). De este modo Jesucristo realizó la obra de la redención y con ello nos libró «de toda iniquidad», del pecado que tenía aprisionada a la humanidad con su poder tiránico.

Mediante esta redención los cristianos se convirtieron en posesión suya, el pueblo de Dios de la nueva alianza. Con las palabras con que es designado en el Antiguo Testamento como propiedad de Dios el pueblo israelita, que escogido por Yahveh, con misericordia, amor y fidelidad, como pueblo de su alianza, fue llamado y purificado3l, los cristianos son presentados como el pueblo de Dios de la nueva alianza moralmente purificado, como la Iglesia santa, de la que ha tomado posesión Cristo, con amor profundo, considerándola como «una virgen santa e intachable», «sin mancha, sin arruga o cosa parecida» (cf. Eph_5:25-27). De esta forma liberados de todos los pecados, purificados y santificados en Cristo como su pueblo, los cristianos deben hacer visible su vocación y su gran dignidad mediante buenas obras. ¿Acaso no debía el mundo experimentar y captar en la nueva vida de los cristianos, fruto de la mediación de Cristo, que la gracia de Dios ofrece la redención a todos los hombres? ¿Acaso no había de conocer que únicamente la gracia de Dios es la fuente de toda fuerza para la nueva vida?

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31.Cf. Exo_19:5; Deu_7:6; Deu_14:2; Deu_26:18.

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b) Orden de predicar, dirigida a Tito (Deu_2:15).

15 Así es como has de enseñar, exhortar y reprender con plena autoridad. Que nadie te menosprecie.

Este mensaje de la gracia de Dios, que se ha revelado y hecho patente en Jesucristo, que es la fuente de toda fuerza para la vida cristiana, debe ser el contenido de la predicación de Tito. ¡Qué opuesta a la doctrina de aquellos «charlatanes y embaucadores» (Deu_1:10), que predican «mitos judíos» y «preceptos de hombres» (Deu_1:14), que «llevados del desco de torpe ganancia» «trastornan familias enteras» (Deu_1:11)! Tito debe entregarse a esta tarea no temerosa y tímidamente, sino con toda decisión.

¿Pero, qué es lo que significa la exhortación última: «Que nadie te menosprecie»? ¿Se halla Tito todavía en una edad juvenil (cf. 2,7), a semejanza de Timoteo (cf. 1Ti_4:12)? ¿Es que acaso se han ofrecido ciertas dificultades para su oficio de dirigente de la comunidad a causa de su corta edad? Es evidente que no se reciben con agrado las prescripciones y consejos provenientes de un joven. A ello se añade que, generalmente, al frente de las comunidades cristianas se encuentran ancianos. ¿O es que Tito era un hombre en algún modo torpe y desordenado? Poco sabemos de la vida de Tito para poder llegar a una certidumbre sobre esto. Pablo, con esta carta y su exhortación, con su gran personalidad y autoridad «como Apóstol de Jesucristo», apoya a su discípulo y representante, y muestra que el contenido del mensaje cristiano y su poder absoluto no recibe menoscabo en modo alguno, por la persona del predicador, ni por su juventud. Jesús había dicho a sus discípulos: «Quien a vosotros escucha, a mí me escucha; quien a vosotros desprecia a mí me desprecia; pero quien me desprecia a mí, desprecia a aquel que me envió» (Luk_10:16).



Comentario de Santo Toms de Aquino

Lección 3: Tito 2,11-13
Propónese como dechado de la sana doctrina a Cristo, que nos instruyó sobre lo que había de evitarse, hacerse, esperarse.11. Porque la gracia de Dios salvador nuestro ha iluminado a todos los hombres,12. enseñándonos que renunciando a la impiedad y a las pasiones mundanas, vivamos sobria, justa y religiosamente en este siglo,13. aguardando la bienaventuranza esperada y la venida gloriosa del gran Dios salvador nuestro Jesucristo,14. el cual se dio a Sí mismo por sosotros, para redimirnos de todo pecado, purificarnos y hacer de nosotros un pueblo particularmente consagrado a su servicio y fervoroso en el bien obrar.15. Esto es lo que has de enseñar; y exhorta y reprende con plena autoridad. Pórtate de manera que nadie te menosprecie.La enseñanza a siervos y a libres, y en qué forma, fue el tema de la instrucción anterior del Apóstol a Tito, y la conclusión que, por su buen modo de proceder, se hiciese respetar en todo el mundo la doctrina de Cristo; la presente, haciendo plena justicia a lo dicho, completa lo anterior por el buen trato y conversación. Anticipa, por primer punto dei tema, la gracia y la doctrina de Cristo, y lo mueve, lo induce a predicar esa gracia. Propone asimismo la aparición de esa gracia, la instrucción que nos da, lo que obra en nosotros. Y es de saber que gracia dice misericordia, porque gracia es de lo que gratis se da, y lo que de gracia se da por pura misericordia se da. Dios siempre ha sido misericordioso, pero los hombres antiguamente no lo percibían tan claro. "Señor, hasta el delo llega tu misericordia" (S135,6). Porque antes de Cristo todos, por justos que fuesen, estaban sujetos a sentencia de condenación, pero al encarnarse Cristo, el Hijo de Dios, "apareció la gracia"; "y es grande a todas luces el misterio de la piedad" o amor divino, en que el Hijo de Dios se ha manifestado en carne mortal" (1Tm 3,16). Y cuanto más poderoso es uno, tanto más apetecible es su gracia. De donde se concluye que hay que desear la gracia de Dios; que esto quiere decir: "apareció ia gracia de Dios", porque su destino es salvar; de donde dice: "y salvador nuestro" (Is 51).Esta gracia no se ofrece única y exclusivamente al pueblo de los judíos, como en otro tiempo, sino "a todos los hombres", porque Dios "quiere que todos los hombres se salven" (1Tm 2), y por eso "verán todos los confines de la tierra al Salvador que envía nuestro Dios" (Is 52,10). Y puede decirse que en el nacimiento de Cristo se dejó ver esta gracia a dos visos: de uno, porque diósenos por la mayor gracia de Dios. De donde, siendo su concepción obra de toda la Trinidad, de modo especial se atribuye al Espíritu Santo, que es principio de todas las gracias; y esta gracia se dejó ver de todos los hombres, especialmente de Cristo, "lleno de gracia y de verdad" (Jn i). De otro viso, porque de esta gracia se siguió la instrucción del género humano, que antes de Cristo estaba envuelto en la ignorancia y la herejía: "el pueblo que andaba entre tinieblas vio una gran luz" (Is 9,2). Por eso dice: "enseñándonos", a saber, como el padre que educa a su hijo. Y dos cosas nos enseñó, necesarias al hombre: a obrar bien y con recta intención.Dice pues: "enseñándonos que renunciando a la impiedad y a las pasiones mundanas". Es de notar esta manera de hablar, porque todos los pecados o se enderezan de cara contra Dios, o hacen pie, propasándose, en el uso de las cosas temporales. En el primer caso llámanse pecados de impiedad, ya que la piedad, con toda propiedad, es la virtud por la cual damos a los padres y a la patria la honra y respeto que ellos se merecen; mas como principalmente padre nuestro es Dios, al culto de Dios pertenece la piedad. En Job 28,28, en lugar del texto que nosotros leemos: "he aquí que el temor det Señor es la sabiduría", léese este otro: "mira, la verdadera sabiduría consiste en la piedad"; por esta razón los pecados contra Dios se llaman impiedades; "pues, descúbrese la ira de Dios, que descarga del cieio sobre toda la impiedad" (Rm 1,18), y allí habla de la idolatría.En el segundo caso, del abuso de las cosas temporales, llámanse deseos seculares. Siglo es el espacio que mide el período de las cosas. De donde por la palabra "saecularia" entiéndense las cosas seculares y todos los pecados que se cometen contra el prójimo, o contra sí mismas, por el abuso de ellas.Al decir luego: "con sobriedad", señala el bien que hemos de hacer; y dice "sobriamente", por lo que mira a sí; "justamente", en lo que toca al prójimo; "piadosamente o religiosamente, en lo que se refiere a Dios. Sobriamente quiere decir como con medida, pues Bria es medida, esto es, si el hombre en el uso de las cosas exteriores y de las propias pasiones mídese razonablemente y no se excede en un pelo. De donde todo uso medido y compasado de las cosas exteriores y de las externas pasiones llámase sobriedad. "Enseña la templanza o sobriedad, la prudencia, y la justicia, y la fortaleza, que son las cosas más útiles a los hombres en esta vida" (Sg 8,7).-"aguardando la bienaventuranza esperada". 1nstruyelo con estas palabras sobre el fin, que consiste en la gloria del alma en la muerte, y en la gloria del cuerpo al advenimiento de Cristo (Jn 5). Cuanto a lo primero dice: "aguardando la bienaventuranza esperada", contra aquellos que ponen el fin del hombre en el ejercicio de las virtudes en esta vida; lo cual no es cierto, porque aunque viviésemos sobria, pía y justamente, todavía nos quedaríamos esperando, como el jornalero que aguarda su jornal (Jb 7 y 14; Is 30). Por eso dice: "aguardando la bienaventuranza esperada", que puede entenderse de dos maneras: o porque tienen esperanza de ser dichosos, o porque la misma espera los hace dichosos.Cuanto a lo segundo dice: "y la venida gloriosa del gran Dios y salvador nuestro Jesucristo", a saber, por cuya virtud resucitarán nuestros cuerpos; que, quien ama a su amigo, lo espera con grandes ansias (2Tm 4; Lucas 12). Y dice: "advenimiento glorioso", porque el primero fue humilde (Fil 2; Mateo XI). Y aquél será glorioso porque a todos se hará patente su divinidad: "y entonces verán al Hijo del hombre venir sobre las nubes con grande poder y majestad" (Lc 21). Y dice: "del gran Dios", para confundir a Arrio, que afirmó no ser el Hijo igual al Padre. Y en verdad grande, porque se dice en Rm 9,5: "el cual es Dios bendito sobre todas las cosas por siempre jamás. Amén"; y verdadero Hijo del Padre (1Jn).También es Salvador (1Tm 2), porque para esto vino y esto significa su nombre: "porque ES salvará a su pueblo de sus pecados" (Mateo 1). Y añade: "de Cristo", ungido, por el cual se entiende la unión de la divinidad a la humanidad; pues de algunos hombres se dice *que están unidos a Dios, mas no de tal suerte que tengan unida consigo la esencia de la divinidad, sino porque participan en cierta forma de ella; pero Cristo tiene unida consigo la divinidad: "te ungió Dios, tu Dios" (S. 44,8).Muéstrase luego la operación de la gracia, al decir: "el cual se dio a Sí mismo por nosotros", y muéstrase 19 en el beneficio de la pasión; 2° en el fruto de la pasión. Dice pues: afirmo que es nuestro Salvador; pero ¿cómo? Entregándose por nosotros. "Sed pues imitadores de Dios, como hilos muy queridos, y proceded con amor, a ejemplo de lo que Cristo nos amó, y se ofreció a Sí mismo a Dios en oblación y hostia de olor suavísimo" (Ep 5,2). Y el fruto de la pasión llámase libertad y santificación. Libertad, cuando dice: "para redimirnos de todo pecado", pues "todo aquel que comete pecado esclavo es del pecado" (Jn 8,34). El primer hombre por el pecado quedó reducido a la servidumbre del pecado por la cual se inclinaba a otro pecado; mas Cristo por su pasión dio por él satisfacción, y así nos vimos libres de esa esclavitud (Is 43). Y no sólo nos redimió del pecado original, sino de todos los que uno añade de su voluntad. La santificación es para lo bueno, "para purificar", esto es, para santificar al pueblo, para que fuésemos su pueblo, "particularmente consagrado a su servicio" (Os. 1 y Rm 1X), es a saber, por la verdadera fe y la recta intención (Pr 14). Aceptable puede también entenderse peculiar (Deut. 7). Pero es necesario que exteriormente haya también buenas obras. Por eso dice: "fervoroso en el bien obrar". "Obra bien y merecerási del príncipe alabanza" (Rm 13,3)."No nos cansemos, pues, de hacer bien" (Gal. 6,9).-"Esto es lo que has de enseñar". 1ndúcelo con estas palabras a ser predicador de la gracia, y 19 lo exhorta a predicar; 29 le indica el modo: "con plena autoridad". Dice pues: habla, enseña lo que mira a las verdades de fe; exhorta a lo que hay que hacer; "porque no os hemos predicado ninguna doctrina de error, ni de inmundicia, ni con el designio de engañaros" (1Th 2,3).-"y reprende" a ios que ss portan mal. "A los pecadores públicos y obstinados has de reprenderos delante de todos" (1Tm 5,20). Y esto "con todo imperio", esto es, con autoridad, porque habla como instrumento o como ministro de Dios; por tanto, con la confianza que da la autoridad divina. Con todo, al exhortar hay que hablar alguna vez con ruegos, considerando la propia flaqueza (Pr 18); alguna vez con imperio, considerando la autoridad que representa (!!Co 13); o con mansedumbre a los buenos, con autoridad a los obstinados. Era menester lo amonestasen a reprender con imperio, porque era de natural suave. "Nadie te menosprecie por joven" (1Tm 4).

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



Deberes propios de cada estado, 2:1-10.
1 Cuanto a ti, habla de modo conveniente y ajustado a la sana doctrina. 2 Que los ancianos sean sobrios, graves, discretos, sanos en la fe, en la caridad, en la paciencia. 3 De igual modo, que las ancianas observen un porte santo, no sean calumniadoras, ni esclavas del vino, sino buenas maestras, 4 para que enseñen a las jóvenes a amar a sus maridos y a cuidar de sus hijos, 5 a ser prudentes y honestas, hacendosas, bondadosas, dóciles a sus maridos, a fin de que no sea infamada la palabra de Dios. 6 Asimismo a los jóvenes exhórtales a ser ponderados en todo, 7 mostrándote tú ejemplo de buenas obras, de integridad en la doctrina, de gravedad, 8 de palabra sana e irreprensible, para que los adversarios se confundan, no teniendo nada malo que decir de nosotros. 9 Que los siervos estén sujetos a sus amos, complaciéndoles en todo, y no contradiciéndo-les 10 ni defraudándoles en nada, sino mostrándose fieles en todo, para hacer honor a la doctrina de Dios nuestro Salvador.

En contraste con las enseñanzas de los falsos doctores, que revuelven las casas y destrozan la vida de familia (cf. 1:11), Tito debe ajustar su predicación a la sana doctrina (v.1).
Y, a fin de concretar más, San Pablo va especificando cómo debe instruir a las diversas clases de fieles, atendida su edad, sexo y condición: primeramente,, respecto de los ancianos (v.2); luego, respecto de las ancianas y las jóvenes (v.3-5); a continuación, respecto de los jóvenes (v.6-8), y finalmente, atendida no ya la edad o sexo, sino la condición social, respecto de los siervos (v.9-10). En este elenco de deberes de cada una de las clases de fieles, San Pablo usa vocablos corrientes en el helenismo y en la moral natural, pero informándolo todo de un espíritu nuevo, procedente de Dios y de su gracia salvadora (cf. v.2.5.10).
Es curioso observar que, hablando de la instrucción a las jóvenes (v.4-5), no así al hablar de las otras categorías de personas, San Pablo supone expresamente la colaboración de personas de su sexo ya mayores. Notemos también cómo, respecto de la instrucción a los jóvenes (v.6), aparte el ejemplo que debe darles el mismo Tito (v.7-8), San Pablo resume todo en un consejo: ser ponderados en todo (????????? ???? ????? ). Se trata de la ????????? , virtud muy alabada entre los griegos, y también en estas cartas pastorales (cf. 2:2.5. 12; 1Ti_2:9.15; 1Ti_3:2), consistente en saber observar mesura y ponderación en todas las ocasiones, con dominio de sí mismo, sin condescender con los impulsos juveniles. En cuanto a los consejos a los siervos (v.9-10), son prácticamente los mismos que en 1Ti_6:1-2.

Fundamento dogmático de estas exigencias,1Ti_2:11-15.
11 Porque se ha manifestado la gracia salutífera de Dios a todos los hombres, 12 enseñándonos a negar la impiedad y los deseos del mundo, para que vivamos sobria, justa y piadosamente en este siglo, 13 aguardando la bienaventurada esperanza y la aparición gloriosa del gran Dios y Salvador nuestro, Cristo Jesús, 14 que se entregó por nosotros para rescatarnos de toda iniquidad y adquirirse un pueblo propio, celador de obras buenas. 15 He aquí lo que has de decir, exhortando y reprimiendo con todo imperio. Que nadie te desprecie.

Todas esas virtudes que Pablo exige a las diversas categorías de fieles (cf. v.2-10) tienen su fundamento en Cristo, quien, con su venida al mundo, nos ha hecho visible la voluntad que Dios tiene de salvar a todos los hombres y nos ha enseñado cómo debemos vivir (v.11-12), al mismo tiempo que alienta nuestro trabajo con la esperanza de la gloria del cielo y de su gloriosa manifestación en la parusía. El, que ofreció su vida por nosotros para adquirirse un pueblo santo (v.13-14; cf. Rom_3:24-25; Hec_15:14). Esto, que constituye la verdadera doctrina, es lo que Tito debe exponer con toda energía, haciendo valer la autoridad que le da su cargo (v.15).
Evidentemente, es éste uno de los pasajes de las cartas de San Pablo más cargado de doctrina, resumen de su teología. Como es corriente en él, no se contenta con señalar preceptos y reglas de vida práctica, sino que se eleva a los principios, indicando las razones profundas que justifican esas exigencias. En este caso lo hace mediante una especie de himno a la gracia de Dios (v. 11-14). Parece que el lenguaje está inspirado en escenas, entonces frecuentes, de monarcas que hacían su solemne manifestación (??????????? ) al pueblo y repartían numerosos beneficios, llamados colectivamente gracia, recibiendo a cambio de sus subditos el apelativo de salvadores. Pablo se vale de esta terminología áulica, sin duda muy expresiva para sus lectores, aplicándola a Jesucristo y a su obra de salud. Sentimos aflorar aquí toda la doctrina paulina de la justificación, obra gratuita de Dios (cf. Rom_3:21-24; Rom_13:14; Gal_6:14). La aparición (????????? ) de Jesucristo en el mundo, haciendo visible la gracia o amor benéfico de Dios, fue un continuo reparto de beneficios (v.1 1-12.14), que tendrá su consumación cuando llegue la segunda aparición en la parusía (v.13); El es nuestro gran Dios y Salvador (.??? ??????? ???? ??? ??????? ???? ????? ??????? ). Con razón se ha hecho notar que hay aquí una neta afirmación de la divinidad de Jesucristo, pues ambos nombres Dios y Salvador se aplican a la misma persona, dado que llevan el mismo artículo, el que precede al adjetivo grande; ni Pablo habla nunca de la venida gloriosa del Padre en la parusía, sino sólo de la de Cristo (cf. Col_3:4; 2Te_2:8; 1Ti_6:14; 2Ti_4:8). Por lo demás, ya encontramos una expresión parecida en Rom_9:5.

Nuevo Comentario Bíblico San Jerónimo. Nuevo Testamento (Verbo Divino, 2004)



19 (B) Lo que ha de enseñar el verda(-)dero maestro (2,1-3,8).
(a) Deberes cristianos en la casa (2,1-15).
(i) La encomienda básica (2,1). En cambio, Tito debe ofrecer «doctrina sana»». La repeti(-)ción de la palabra clave «hablar» (lalei) en 2,15 delimita la unidad textual.
20 (ii) Deberes de los miembros de la casa (2,2-10). En esta Haustafel, «lista de deberes domésticos» (cf. Col. 3,18-4,1; Ef. 5,21-6,9; 1 Pe. 2,18-3,7), las virtudes y vicios resultan estereo(-)tipados con respecto a los cinco grupos a los que el autor se dirige. Todos los grupos menos uno son llamados a la virtud cardinal de la «prudencia» (2,2.4.5.6). 2. en la fe, en la caridad, en la paciencia: «Paciencia» reemplaza «espe(-)ranza» en la tríada tradicional (1 Cor. 13,13). 3. maestras del bien: El autor de las pastorales, sin embargo, no quería que las mujeres enseñaran a los hombres, ni que enseñaran en un contex(-)to cultual (1 Tim. 2,11-12). 4-5. La insistencia aquí en las virtudes domésticas no deja de estar relacionada con el hecho de que algunas de las mujeres más jóvenes al parecer habían interve(-)nido en la difusión de enseñanza falsa (1 Tim. 5,13). La antigua moralidad social daba por su(-)puesta, como un hecho conocido, la sumisión de las esposas a sus maridos. 7. modelo: Como Timoteo (1 Tim. 4,12; 5,1; 2 Tim. 2,22), Tito es presentado como un hombre joven, probable(-)mente para convertirlo en ejemplo típico de la siguiente generación de dirigentes eclesiales posteriores a Pablo. 9. esclavos: Aunque 1 Tim. 6,1-2 da a entender que muchos amos de escla(-)vos no eran cristianos, la comunidad de las pastorales contaba con miembros más acauda(-)lados (cf. 1 Tim. 2,9; 6,17-19) que presumible(-)mente poseían esclavos. 10. La mención de un vicio estereotípico de esclavo como la «defrau(-)dación» y el hecho de que no se enumeren los deberes de los amos indican una latente par(-)cialidad en favor de los poseedores de esclavos.
21 (iii) Razón: la actuación salvadora de Dios (2,11-14). A nosotros los cristianos, dice el autor de las pastorales, se nos posibilita vi(-)vir virtuosamente en el presente, y con espe(-)ranza para el futuro, por el poder salvador de Dios en Cristo. Tanto la filosofía helenística popular (véanse vv. 11-12) como la Biblia (v. 14) dejan sentir su influencia en el lenguaje de esta sección (véase S. Mott, NovT 20 [1978]
22-48). 11. se ha manifestado la gracia salvado(-)ra de Dios a todos los hombres: Como en Filón, se personifica un atributo divino abstracto, el «favor» o «gracia» de Dios. En otros lugares de las pastorales es siempre Cristo quien «se ma(-)nifiesta» (2,13; 1 Tim. 6,14; 2 Tim. 1,10; 4,1.8); así se convierte dentro de estas cartas en la realización histórica de «la gracia salvadora de Dios». Este don salvífico no es sólo para al(-)gunos, sino para «todos los hombres» (véanse 3,2.8; 1 Tim. 2,1.4; 4,10). 12. que nos enseña: Dios le alcanza al creyente lo que tan valorado era en la sociedad grecorromana, una verda(-)dera educación (paideia). Ésta se opone a la «impiedad», el vicio contrario a la piedad/leal(-)tad/dedicación (eusebeia), y estimula a vivir una vida plenamente virtuosa (las tres virtudes cardinales, sensatez, justicia y piedad, equiva(-)len a las virtudes en general). 13. gran Dios y Salvador nuestro Jesucristo: Las pastorales ven a Cristo como subordinado a Dios, pero le otorgan, en cuanto manifestación divina pasa(-)da y todavía venidera, los mismos títulos que a Dios. En este caso recibe el nombre mismo de Dios. 14. Lenguaje formulario al que el autor añadió una referencia a la necesidad de una respuesta ética a la obra redentora de Cristo, a fin de rescatamos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo que fuese suyo: Las promesas bíblicas hechas por Dios (Ez 37,23; Sal 130,8; Éx 19,5) se cumplen mediante la entrega que Cristo hizo de sí mismo.
(iv) LA encomienda básica repetida (2,15). Véase 2,1. que nadie te menosprecie: ¿Se hace referencia en este punto a la juventud de Tito? Cf. 1 Tim 4,12. Quienes transmiten la ense(-)ñanza de Pablo merecen el mismo respeto que se le tiene al apóstol.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



La gracia como maestro

Es característico de Pablo cambiar a una nota teológica cuando trata de la conducta, ya que las consideraciones doctrinales nunca están lejos en su discusión: Aquí utiliza el término la gracia ... de Dios para resumir todas las acciones de Dios a nuestro favor. En una concisa declaración Pablo pone énfasis tanto en la encarnación como en la expiación y las enlaza con la segunda venida. La aparición de la salvación señala la primera venida de Jesús, pero ¿en qué sentido debe tomarse todos los hombres? ¿Quiere Pablo decir que todos se salvan? Si la aparición se considera como un hecho histórico, es cierto que la venida de Jesús ha tenido un significado universal. El significado probable es que Dios en su gracia ha hecho posible la oferta de la salvaci ón a todas las personas. Pero el alcance de la gracia de Dios no es la cuestión principal, sino cómo la conducta cristiana fluye de la gracia de Dios; de aquí la fuerza del v. 12. La restricción de la impiedad es un propósito principal de la gracia de Dios. Verdaderamente es imposible vivir con domi nio propio aparte de la gracia de Dios. El dominio propio no puede lograrse sólo por el esfuerzo propio. Esta verdad, de entrada, distingue la ética cristiana del estoicismo que exalta la autodeterminación.

En este pasaje Pablo conecta el presente con el pasado y el futuro. La tarea presente se ve en el v. 12, es decir, la demanda para una vida piadosa en esta época. Pero en el v. 13 el foco recae en el futuro. La esperanza bienaventurada y la manifestación de la gloria claramente no han llegado, aunque tienen un impacto específico en el presente. Pablo muestra un lindo balance entre la esperanza de la gloria futura y sus responsabilidades presentes. La esperanza del regreso de Cristo es básica en la doctrina cristiana acerca del futuro. Es significativo aquí que Pablo habla del gran Dios y Salvador Jesucristo, porque al enlazar a Dios y a Jesucristo en la misma expresión sugiere que Pablo está convencido de la deidad de Jesús, un pensamiento que está en armonía con Rom. 9:5. Algunos separan Dios de y Salvador, pero ese no es el sentido obvio del texto gr. Otra posibilidad es tomar a Jesucristo como una explicación de la gloria, en tal caso Dios y Jesús no estarían tan claramente identificados. Pero es más natural enlazar Salvador con Jesús en vista de la subsiguiente declaración.

En el v. 14 Pablo mira al pasado, al hecho histórico de la redención que conforma los fundamentos de la posición cristiana. Llega a esto cuando refleja sobre lo que Cristo ya ha hecho por nosotros. En 1 Tim. 2:6 Pablo mencionó que Cristo se dio a sí mismo como un rescate, y aquí continúa con una idea similar, usando el verbo derivado del sustantivo. La redención es un tema favorito del Após tol. Conlleva la idea de liberarse de la esclavitud, en este caso resumido como toda iniquidad. Pablo ve el trabajo de Cristo en términos de hacer algo por nosotros que no podríamos realizarlo por nosotros mismos. La liberación es del pecado en todo el sentido de la palabra; pero para Pablo la liberación tiene un doble lado, no sólo del pecado sino para una vida de pureza. La metáfora de la pureza es otro artificio favorito de Pablo para explicar el obrar de Cristo. El cristiano es una persona purificada (cf. Ef. 5:25, 26). La idea del pueblo de Dios como una posesión muy especial para Jesucristo es vívidamente traída aquí. Para una expresión similar cf. Exo. 19:5. El objetivo cristiano de hacer lo que es bueno es fuertemente motivado por el pensamiento que esto es esencialmente porque pertenecemos a Jesucristo en una manera especial.

El v. 15 es una clase de conclusión a las instrucciones prácticas, aunque Pablo aún no ha finalizado con sus reflexiones teológicas, porque él regresa a ellas en el cap. 3. Se advierte a Tito de la ne cesidad de ejercer autoridad a fin de respaldar la enseñanza. La autoridad está basada en la enseñanza apostólica y debería capacitar a Tito a resistir las pretensiones de otros de despreciarlo.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter II.

1 Directions giuen vnto Titus both for his doctrine and life. 9 Of the duetie of seruants, and in generall of all Christians.
1 But speake thou the things which become sound doctrine:
2 That the aged men be [ Or, vigilant.] sober, graue, temperate, sound in faith, in charitie, in patience.
3 The aged women likewise that they be in behauiour as becommeth [ Or, holy women.] holinesse, not [ Or, makebates.] false accusers, not giuen to much wine, teachers of good things,
4 That they may teach the young women to bee [ Or, wise.] sober, to loue their husbands, to loue their children,
5 To be discreet, chaste, keepers at home, good, obedient to their own husbands, that the word of God bee not blasphemed.
6 Yong men likewise exhort, to bee [ Or, discreet.] sober minded.
7 In all things shewing thy selfe a patterne of good workes: in doctrine shewing vncorruptnesse, grauity, sinceritie,
8 Sound speech that cannot be condemned, that hee that is of the contrarie part, may bee ashamed, hauing no euill thing to say of you.
9 Exhort seruants to be obedient vnto their own masters, and to please them well in all things, not [ Or, gaine saying.] answering againe:
10 Not purloyning, but shewing all good fidelitie, that they may adorne the doctrine of God our Sauiour in all things.
11 For the grace of God [ Or, that bringeth saluation to all men, hath appeared.] that bringeth

[Foolish questions.]

saluatio, hath appeared to all men,
12 Teaching vs that denying vngodlinesse and worldly lusts we should liue soberly, righteously and godly in this present world,
13 Looking for that blessed hope, and the glorious appearing of the great God, and our Sauiour Iesus Christ,
14 Who gaue himselfe for vs, that he might redeeme vs from all iniquitie, and purifie vnto himselfe a peculiar people, zealous of good workes.
15 These things speake and exhort, and rebuke with all authoritie. Let no man despise thee.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



9-10. Ver Efe_6:5-9; Col. 3. 22 - 4. 1; 1Ti_6:1-2; Flm_5:16; 1Pe_2:18; nota 1Co_7:20-22.

13. Ver 1Ti_6:14. "Gran Dios": esta vigorosa afirmación, junto con la de Rom_9:5, son las dos únicas de las Cartas paulinas en las que se da explícitamente a Cristo el título de "Dios".

14. Sal_130:8; Exo_19:5.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

La gracia de la salvación. Este poder es la gracia o favor de Dios que se ha manifestado en la encarnación de su Hijo Jesús para la salvación de todos (cfr. 1Ti_2:4) y en su muerte para «rescatarnos de toda iniquidad» (14; cfr. Sal_130:8; 1Pe_1:18s). Y el horizonte final es la «manifestación de la gloria de nuestro gran Dios y de nuestro Salvador Jesucristo» (13). Estas dos epifanías o manifestaciones de Dios delimitan el arco entero de salvación, que la comunidad cristiana vive en la fe y en esperanza como pueblo escogido por Dios. Sin embargo, esta manifestación de la gracia de Dios no es para poseerla en exclusividad, sino para proclamarla y testimoniarla a todos, siendo éste el deber y la razón de ser de la Iglesia y de la autoridad de sus líderes responsables: «habla de esto, exhorta, y reprende con plena autoridad» (15). Sólo así, la Iglesia será servidora de la Palabra de Dios y sacramento de la salvación universal.

Comentario al Nuevo Testamento (EUNSA, 2008)

Las obligaciones descritas manifiestan un estilo de vida cristiana (v. 12) fundado en la esperanza (v. 13). Es Cristo quien con su obra redentora nos ha ganado la gracia para poder vivir y esperar de ese modo. En la Eucaristía, alimento del alma, recibimos la gracia para vivir así y la celebramos «expectantes beatam spem et adventum Salvatoris nostri Jesu Christi (mientras esperamos la gloriosa venida de Nuestro Señor Jesucristo": MR, Embolismo después del Padre Nuestro; cfr Tt 2,13), pidiendo entrar en tu reino, donde esperamos gozar todos juntos de la plenitud eterna de tu gloria; allí enjugarás las lágrimas de nuestros ojos, porque, al contemplarte como tú eres, Dios nuestro, seremos para siempre semejantes a ti y cantaremos eternamente tus alabanzas, por Cristo, Señor Nuestro (MR, Plegaria Eucarística 3,128: oración por los difuntos)» (CCE 1404).


Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 2.2 Ancianos: Aquí, usado junto a ancianas (v. 3), se refiere a los de edad avanzada. (cf. 1 Ti 5.1).

[2] 2.5 Sujetas a sus esposos: Cf. 1 Co 14.34; Col 3.18; Ef 5.22-24; 1 Ti 2.11-12; 1 P 3.1.

[3] 2.9-10 Cf. Ef 6.5-9; Col 3.22--4.1; 1 Ti 6.1-2; 1 P 2.18.

[4] 2.13 2 P 1.1. Nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo: Algunos traducen: el gran Dios y nuestro Salvador Jesucristo.

[5] 2.14 Ex 19.5; Dt 4.20; 1 P 2.9.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Ti_4:12

Nueva Biblia de Jerusalén (Desclée, 1998)


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 1Ti_4:12

Biblia Hispano Americana (Sociedad Bíblica Española, 2014)

1Ti 4:12.

Biblia Peshitta en Español (Holman, 2015)

a 1Ti 4:12

Biblia Latinoamericana (San Pablo, 1995)



[=] *1Tim 4:12

Torres Amat (1825)



[5] Col 3, 18.