y se dijo para sí: «Yo estoy deseando ya la muerte. Así que voy a llamar a mi hijo Tobías y le voy a hablar de este dinero antes de morirme.» (Tobías 4, 2) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)
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Acción Benéfica de Rafael en Favor de Tobit y Sara (c.4-11).
Consejos del padre al hijo (4:1).
1 En aquel día se acordó Tobit de la suma que tenía en poder de Gabael, en Ragúes de Media.
Por aquel tiempo se acordó Tobit de la cantidad de plata que había dejado en depósito a Gabael, en Ragúes de Media. Este recuerdo, suscitado por la penuria económica en que se encontraba, y el presentimiento de su muerte próxima sirven de tránsito de la primera a la segunda parte del libro. Tobit quiere que su hijo sepa de la cantidad depositada en Ragúes y se haga con ella, a ser posible antes de su muerte.
Deberes de Tobías para con sus padres (4:2-4).
2 Y se dijo: Yo me he pedido la muerte; ¿por qué, pues, no llamar a Tobías, mi hijo, y comunicárselo antes de morir? 3 Llamóle y le dijo: Si muero, hijo mío, me darás sepultura y te guardarás de menospreciar a tu madre; hónrala siempre todos los días de tu vida, obra según su beneplácito y no le causes tristeza. 4 Acuérdate, hijo, de los muchos trabajos que ella pasó por ti cuanto te llevaba en su seno; cuando muera, dale sepultura a mi lado, en el mismo sepulcro.
Obsesionado por el pensamiento de la muerte, Tobit recuerda a su hijo el más santo de los deberes que tiene para con su padre: darle honrosa sepultura al morir. Tal era el deseo que todo buen israelita manifestaba a su hijo en el trance de la muerte (Gen_49:29; Gen_50:24). Otro de los deberes que le inculca es el respeto y reverencia hacia su madre (Exo_20:12; Pro_23:22; Ecl_3:5), que al morir debía enterrar a su lado (Gen_25:10).
Deberes para con Dios (Gen_4:5-6).
5 Acuérdate, hijo, siempre del Señor, nuestro Dios, y guárdate de pecar; observa sus preceptos. Practica la justicia todos los días de tu vida y no sigas los caminos de la iniquidad. 6 Porque, siguiendo la verdad, serás feliz en todas tus obras, como todos los que practican la justicia.
Estos se resumen en una frase: Acuérdate siempre del Señor, nuestro Dios, lo que equivale a tenerle presente en la mente (Gen_1:13; Deu_8:19; Ece 12:1; Sab_15:3).
Deberes para con el prójimo (Sab_4:7-11).
7 Según tus facultades, haz limosna y no se te vayan los ojos tras lo que des. No apartes el rostro de ningún pobre, y Dios no los apartará de ti. 8 Si abundares en bienes, haz de ello limosna, y si éstos fueren escasos, según sea tu escasez, no temas hacerla. 9 Con esto atesoras un depósito para el día de la necesidad, 10 pues la limosna libra de la muerte y preserva de caer en las tinieblas, 11y es un buen regalo la limosna en la presencia del Altísimo para todos los que la hacen.
Tobit inculca particularmente a su hijo la práctica de la limosna, que ha constituido la nota característica de toda su vida (Sab_1:3, Sab_1:16; 2:Sab_2:14; Sab_12:8). La limosna, según el texto, libra de la muerte y del sepulcro, expresiones estas últimas que deben tomarse en sentido sinónimo (Sab_12:9; Sab_14:10-11; Prov 10,2; Sab_11:4; Dan_4:24). Caer en las tinieblas equivale a otra expresión bíblica: Bajar al sepulcro o al sheoh (Dan_14:10; Sal_88:13; Ece 11:8; Job_10:21).
Continencia (Job_4:12).
12 Guárdate, hijo, de toda fornicación, y ante todo toma esposa del linaje de tus padres; no tomes mujer extranjera que no sea del linaje de tu padre, que hijos somos de profetas, Noé Abraham, Isaac y Jacob, nuestros antiguos padres. Recuerda, hijo, que éstos tomaron mujeres de entre sus hermanos, y fueron bendecidos en hijos, y heredó su descendencia la tierra.
Recomienda Tobit a su hijo que huya de toda fornicación (por-neia), es decir, de todo contacto ilícito con una mujer que no fuera la suya. No se unirá en matrimonio con una mujer extranjera (Exo_34:15-16; Deu_7:1-4; Esdr 9:1-10; Neh_13:25; Mal_2:11). Conforme el ejemplo de sus padres, buscará por esposa a una mujer de su mismo linaje y descendencia (Mal_1:9; Mal_3:17; Mal_6:12; Mal_7:10-12-13).
Amor a los hermanos (Mal_4:13).
13 Y ahora, hijo mío, ama a tus hermanos.
El amor a los individuos de la misma tribu y linaje le preservará de caer en la tentación de unirse en matrimonio con mujeres extranjeras.
Justicia.
14 Y no te ensoberbezcas en tu corazón ni desprecies a los hijos e hijas de tu pueblo, rehusando tomar de ellas mujer, porque en el orgullo está la perdición y el desorden, y en la ruindad la penuria y el hambre, pues la madre del hambre es la ruindad. No retengas una noche el salario de un obrero que trabajare para ti; entrégaselo luego. Si sirvieres a Dios, El te recompensará. Atiende, hijo, a todas tus obras y muéstrate prudente en tu conversación.
Como consecuencia del amor hacia los hermanos, debía Tobías entregar cuanto antes el salario convenido al que trabajara por él (Lev_19:13), y si el obrero fuera pobre, antes de la puesta del sol (Deu_24:15).
Moderación (Deu_4:15).
15 Lo que no quieras para ti no lo hagas a nadie. No bebas vino hasta embriagarte, no vaya contigo la embriaguez.
En unión con los deberes de caridad para con el prójimo, recomienda Tobit a su hijo el uso moderado del vino, ya que los excesos en el beber dan lugar a discordias entre hombres y familias.
Obras de misericordia (Deu_4:16-17).
16 Da de tu pan al hambriento y de tus vestidos al desnudo. Todo cuanto te sobrare dalo en limosnas, y no se te vayan los ojos tras lo que dieres. 17 Pon tu pan y tu vino en los funerales de los justos y no comas ni bebas con los pecadores.
Volviendo sobre el tema de la limosna, insiste Tobit en el deber de proveer a las necesidades de los que tienen hambre y no tienen con qué cubrirse. Lo sobrante de los bienes de fortuna de que dispone pertenece en cierta manera al pobre, a quien debe entregárselo alegremente. Recomienda asimismo a su hijo mantenerse fiel a la costumbre de ofrecer a las familias israelitas que están de luto panes (el pan de consolación) o cualquier otro alimento (Jer_16:7; Exo_24:17; Eci 7:33) para el banquete funerario. No se daba el banquete con ánimo de que sirviera de alimento al difunto en su largo viaje hacia el más allá, sino para consuelo de los familiares (2Ma_12:39). Este pan llamábase pañis dolorum, pan de dolores, y el vino, calix consolationis, cáliz de consuelo (Jer_16:7; Ose_9:4; Eze_24:17; Pro_31:6; Eci 7:37). Esta costumbre pasó a los primitivos cristianos, los cuales celebraban banquetes funerarios junto a las tumbas; costumbre que en parte subsiste todavía en nuestros días.
Prudencia (4:18-20).
18 Sigue el consejo de los prudentes y no desprecies ningún buen consejo. 19 En todo tiempo bendice al Señor Dios, y pídele que tus caminos sean rectos y todas tus sendas y consejos vayan bien encaminados; porque no es del hombre el consejo; sólo el Señor es quien da todos los bienes, y a quien quiere le humilla según su voluntad. Acuérdate, pues, hijo mío, de mis preceptos, y no se borren de tu corazón. 20 Has de saber también que tengo diez talentos en poder de Gabael, hijo de Gabrías, en Ragúes de Media. 21 No temas, hijo; somos pobres, pero rico serás si temes a Dios y te apartas de todo pecado y haces lo que le es grato.
Desconfiar de sí mismo y confiarse al consejo de una persona sabia y prudente es una norma repetida en los libros sapienciales (Pro_12:15; Pro_3:10-16; Pro_27:9; Eci 32:24). Pero no es del hombre el consejo, sino de Dios de quien procede en último término (Pro_3:5; Eci 39:10). En la Leyenda de Ahikar se leen consejos muy semejantes, y a veces idénticos, a los que Tobit dicta a su hijo. Al fin de su discurso Tobit pone en conocimiento de su hijo la existencia de diez talentos de plata que consignó en depósito a Gabael, de los cuales podía él disponer.