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Perspectivas de salvación mesiánica.
Así dice Yahvé Sebaot: Todavía vendrán pueblos y habitantes de grandes ciudades. (Zacarías 8, 20) © Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

כֹּ֥ה‎(כֹּה)

Hebrew|kˌō|thus

Part-of-speech: adverb
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3541] [k.ap.aa] [955]
[כה] [GES3436] [BDB3831] [HAL3806]

אָמַ֖ר‎(אָמַר)

Hebrew|ʔāmˌar|say

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: perfect
Verbal stem: qal


[H559] [a.ea.aa] [118]
[אמר] [GES535] [BDB564] [HAL587]

יְהוָ֣ה‎(יהוה)

Hebrew|[yᵊhwˈāh]|YHWH

Part-of-speech: proper noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H3068] [e.az.ae] [484a]
[יהוה] [GES2969] [BDB3312] [HAL3292]

צְבָאֹ֑ות‎(צָבָא)

Hebrew|ṣᵊvāʔˈôṯ|service

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H6635] [r.ac.ab] [1865b]
[צבא] [GES6567] [BDB7239] [HAL7168]

עֹ֚ד‎(עֹוד)

Hebrew|ˈʕōḏ|duration

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5750] [p.bc.ab] [1576a]
[עוד] [GES5695] [BDB6301] [HAL6220]

אֲשֶׁ֣ר‎(אֲשֶׁר)

Hebrew|ʔᵃšˈer|[relative]

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H834] [a.gk.aa] [184]
[אשר] [GES812] [BDB872] [HAL890]

יָבֹ֣אוּ‎(בֹּוא)

Hebrew|yāvˈōʔû|come

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: plural
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: qal


[H935] [b.ap.aa] [212]
[בוא] [GES919] [BDB997] [HAL1011]

עַמִּ֔ים‎(עַם)

Hebrew|ʕammˈîm|people

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5971] [p.di.ab] [1640a]
[עם] [GES5904] [BDB6526] [HAL6449]

וְ‎(וְ)

Hebrew|wᵊ|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

יֹשְׁבֵ֖י‎(יָשַׁב)

Hebrew|yōšᵊvˌê|sit

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: plural
Person: unknown
State: construct
Verbal tense: participle
Verbal stem: qal


[H3427] [j.ds.aa] [922]
[ישב] [GES3312] [BDB3698] [HAL3675]

עָרִ֥ים‎(עִיר)

Hebrew|ʕārˌîm|town

Part-of-speech: noun
Gender: feminine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H5892] [p.cm.ad] [1615]
[עיר] [GES5823] [BDB6439] [HAL6367]

רַבֹּֽות‎(רַב)

Hebrew|rabbˈôṯ|much

Part-of-speech: adjective
Gender: feminine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H7227] [t.ae.ab] [2099a]
[רב] [GES7193] [BDB7921] [HAL7838]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



8. Amor de Yahvé por su Pueblo.

Promesas de bendición sobre Jerasalén (1-8).
!Y fue palabra de Yahvé de los ejércitos, diciendo: 2 Así habla Yahvé de los ejércitos: Yo siento por Sión un amor extremado y un gran celo. 3 Así habla Yahvé de los ejércitos: Yo me he vuelto hacia Sión y habitaré en Jerusalén, y Jerusalén será llamada la ciudad fiel, y el monte de Yahvé de los ejércitos, el monte santo. 4 Así dice Yahvé de los ejércitos: Aún se sentarán en las plazas de Jerusalén ancianos y ancianas, que por los muchos años llevarán en la mano su báculo. 5 Las calles de ; la ciudad estarán llenas de muchachos y muchachas que jugarán en ellas. 6 Así dice Yahvé de los ejércitos: Si esto es difícil a los ojos del resto de su pueblo en estos días, ¿lo será también a mis ojos? dice Yahvé de los ejércitos. 7 Así habla Yahvé de los ejércitos: Yo salvaré a mi pueblo de la tierra del levante y de la tierra del poniente, 8 y los traeré y habitarán en Jerusalén, y ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios en verdad y en justicia.

El profeta quiere insistir en el hecho de que los antiguos vaticinios punitivos han tenido ya su cumplimiento y que llega la hora de la manifestación de la misericordia de Yahvé para con su pueblo. En la formulación de estas promesas salvadoras, Zacarías depende de la literatura profética l. Así anuncia la proximidad de una era de paz continuada, en la que los habitantes de Jerusalén podrán llegar a edad avanzada; y aunque esto parezca difícil en las actuales circunstancias (v.6), sin embargo, para Dios es muy fácil. Y recuerda a sus compatriotas las antiguas promesas de salvación formuladas por los profetas: Yo salvaré a mi pueblo de la tierra del levante y de la tierra del poniente. (v.7). Ha llegado la hora de la protección divina, que se manifestará de un modo particular 2. De nuevo se formará el pueblo de Dios, con todo lo que esto implica en cuanto a un derecho especial a gozar de su protección.

Exhortación al trabajo (9-17).
9 Así habla Yahvé de los ejércitos: Esfuércense vuestras manos, vosotros los que en estos días oís las palabras de los profetas del tiempo en que fue cimentada la casa de Yahvé de los ejércitos para que el templo fuera reconstruido, 10 porque antes de ese tiempo no había ni para pagar a los hombres ni para pagar por las bestias, ni paz alguna para el que entraba y salía a causa del opresor, pues yo había lanzado los hombres unos contra otros. 11 Pero ahora yo no soy ya lo que era en los días antiguos para el resto de este pueblo, 12 porque yo sembraré la paz. La vid dará su fruto, y dará la tierra su rendimiento, y los cielos su rocío, y pondré al resto de este pueblo en posesión de todo esto. 13 Y así como fuisteis la maldición de las gentes, ¡oh casa de Judá y casa de Israel! así yo os salvaré y seré bendición. No temas y que se esfuercen vuestros brazos, 14 porque así dice Yahvé de los ejércitos: Como pensé en haceros mal cuando vuestros padres me provocaron a ira, dice Yahvé de los ejércitos, y no me arrepentí, 15 así, volviéndome, he pensado en hacer bien a Jerusalén y a la casa de Judá en estos días; no temáis. 16 He aquí lo que vosotros habéis de hacer: hablar cada cual verdad a su prójimo, juzgar en vuestras puertas conforme a verdad y justicia, (sembrando) la paz; 17 no maquinar nadie en su corazón el mal de su prójimo ni jurar en falso, porque todas estas cosas me son abominables, dice Yahvé.

El profeta proclama a sus compatriotas que las promesas de salud ya han comenzado a cumplirse. El hecho de que el templo haya comenzado a reconstruirse es una prueba de ello. Por eso los felicita y exhorta a continuar en el camino emprendido, recordándoles que no fueron fallidas las promesas de los profetas contemporáneos, cuando empezó a cimentarse la casa de Yahvé (v.9), alusión al primer intento de reconstrucción a raíz del retorno (537 a.C.). Ahora el templo de Yahvé surge de sus ruinas, lo que es un buen augurio para todos.
Los tiempos pasados han sido duros, pues no había nada con qué pagar los servicios de los hombres y de las bestias (v.10), y, sobre todo, no había tranquilidad para los trabajos. Ahora se abre una nueva etapa más próspera, pues Yahvé cambiará la antigua maldición en bendición: habrá abundancia de frutos de la tierra, y el pueblo podrá disfrutarlos en tranquilidad (v.13). Hubo un tiempo en que el pueblo escogido fue la maldición de las gentes (v.13). El castigo que cayó sobre él fue enviado por Dios para mantener las exigencias de su justicia; ahora llega la hora de la misericordia (v.15). Pero es preciso cumplir la justicia y la equidad con el prójimo, como habían predicado los antiguos profetas (v.16).

Cesación del ayuno (18-19).
18 Fue me dirigida la palabra de Yahvé de los ejércitos, diciendo: 19 Así dice Yahvé de los ejércitos: El ayuno del cuarto mes, y el ayuno del quinto, y el ayuno del séptimo, y el ayuno del décimo se tornarán para la casa de Judá en gozo y regocijo y en festivas solemnidades. Amad, pues, la verdad y la paz.

Propiamente ahora se da respuesta a la consulta Deu_5:75. Ha pasado la hora del duelo y de los sufrimientos y se abre la de la reconciliación con Dios; por tanto, los ayunos deben cesar y ser sustituidos por muestras de gozosa alegría. El ayuno del cuarto mes recordaba la toma de Jerusalén por los caldeos 3; el del quinto, la destrucción por los mismos; el décimo, el principio del asedio, y el del séptimo, la muerte de Godolías. Todas esas efemérides de luto debían cambiarse en días de alegría por la restauración. La finalidad de las palabras del profeta era levantar los ánimos y exhortar a continuar las obras con ilusión.

La vocación de las gentes (20-23).
20 Así dice Yahvé de los ejércitos: Aún vendrán pueblos y moradores de muchas ciudades, 21 y los moradores de la una irán a los moradores de la otra y les dirán: Vamos a implorar el favor de Yahvé y a buscar a Yahvé de los ejércitos. Yo también voy. 22 Y vendrán muchos pueblos y fuertes naciones a Jerusalén a buscar a Yahvé de los ejércitos y a implorar el favor de Yahvé. 23 Así dice Yahvé de los ejércitos: En aquellos días, diez hombres de todas las lenguas de las gentes cogerán de la orla (del manto) a un judío, diciéndole: Nos vamos con vosotros, porque hemos oído que con vosotros está Dios.

La perspectiva del profeta se abre hacia un horizonte luminoso universalista. Viene la hora de la plena glorificación del Dios de los judíos. Como en Isa_2:1-4, Sión se convertirá en el centro de atracción de todos los pueblos. Los judíos serán envidiados por ser el pueblo escogido de Dios, y por eso los gentiles se acercarán a éstos como seres privilegiados, pidiendo participar del culto al verdadero Dios: Hemos oído que con vosotros está Dios (v.23). No se podía ofrecer vaticinio más consolador para aquellos pobres contemporáneos de Zacarías, que con la mayor penuria y con el desprecio y hostilidad de las poblaciones gentiles levantaban penosamente los muros del templo. El profeta quería hacerles ver que las antiguas promesas anunciadas por los grandes mensajeros de Dios tenían aún vigencia, y que, aunque el retorno y reconstrucción del país devastado no había ido al ritmo que idealmente aquéllos habían anunciado, sin embargo, la sustancia de sus vaticinios se realizará, y Jerusalén será realmente el centro y punto de convergencia de todos los pueblos.

1 Cf. Isa_1:26; Jer_31:23; Eze_7:9. 2 Cf. Jer_30:10.22; Jer_31:75; Jer_32:375. 3 Cf. Jer_39:2; Jer_52:6-7.

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter VIII.

1 The restauration of Ierusalem. 9 They are incouraged to the building by Gods fauour to them. 16 Good workes are required of them. 18 Ioy and inlargement are promised.
1 Againe the word of the Lord of hostes came to me, saying;
2 Thus sayeth the Lord of hostes, I was iealous for Zion, with great iealousie; and I was [ Zec_1:14.] iealous for her with great furie.
3 Thus saith the Lord, I am returned vnto Zion, and will dwell in the midst of Ierusalem, and Ierusalem shall be called a Citie of trueth, and the Mountaine of the Lord of hostes, the holy Mountaine.
4 Thus saith the Lord of hosts;

[The Iewes restored.]

There shall yet old men, and old women, dwell in the streets of Ierusalem, and euery man with his staffe in his hand [ Hebrew: for multitude of dayes.] for very age.
5 And the streets of the citie shall be full of boyes and girles playing in the streets thereof.
6 Thus saith the Lord of hosts, If it bee marueilous in the eyes of the remnant of this people in these dayes, should it also bee [ Or, hard or difficult.] marueilous in my eyes, saith the Lord of hostes?
7 Thus saith the Lord of hosts, Beholde, I will saue my people from the East countrey, and from the [ Hebrew: the countrey of the going downe of the Sunne.] West countrey.
8 And I will bring them, and they shall dwell in the midst of Ierusalem, and they shalbe my people, and I will bee their God, in Trueth and in Righteousnesse.
9 Thus saith the Lord of hostes, Let your handes be strong, ye that heare in these dayes, these wordes by the mouth of the Prophets, which were in the day that the foundation of the house of the Lord of hosts was laied, that the Temple might be built.
10 For before these daies there was no [ Or, the hire of men became nothing, etc.] [ Haggai.1.6.] hire for man, nor any hire for beast, neither was there any peace to him that went out, or came in, because of the affliction: for I set all men, euery one against his neighbour.
11 But now I will not bee vnto the residue of this people, as in the former daies, saith the Lord of hostes.
12 For the seed shalbe [ Hebrew: of peace.] prosperous: the Uine shall giue her fruit, and the ground shall giue her increase, and the heauens shall giue their dew, and I will cause the remnant of this people to possesse all these things.
13 And it shall come to passe, that as yee were a curse among the heathen, O house of Iudah, and house of Israel; so will I saue you, and ye shalbe a blessing: feare not, but let your handes bee strong.
14 For thus saith the Lord of hostes, As I thought to punish you, when your fathers prouoked mee to wrath, saith the Lord of hostes, and I repented not:
15 So againe haue I thought in these dayes to doe well vnto Ierusalem, and to the house of Iudah: feare ye not.
16 These are the things that yee

[Gentiles called.]

shall doe; [ Eph_4:25 .] Speake yee euery man the truth to his neighbor: [ Hebrew: iudge trueth, and the iudgement of peace.] execute the iudgment of trueth and peace in your gates.
17 And let none of you imagine euill in your hearts against his neighbour, and loue no false oath: for all these are things that I hate, saith the Lord.
18 And the word of the Lord of hostes came vnto me, saying,
19 Thus saith the Lord of hosts; The fast of the fourth moneth, and the fast of the fift, and the fast of the seuenth, and the fast of the tenth shall be to the house of Iudah ioy and gladnesse, and cheerefull [ Hebrew: solemne, or set times.] feasts: therefore loue the trueth and peace.
20 Thus saith the Lord of hosts, It shall yet come to passe, that there shall come people, and the inhabitants of many cities.
21 And the inhabitants of one citie shall goe to another, saying, [ Isa_2:2 ; Mic_4:12 .] Let vs goe [ Or, continually. Hebrew: going.] speedily to [ Hebrew: to intreat the face.] pray before the Lord, and to seeke the Lord of hostes: I will goe also.
22 Yea many people and strong nations shall come to seeke the Lord of hostes in Ierusalem, and to pray before the Lord.
23 Thus saith the Lord of hosts, In those daies it shall come to passe, that ten men shall take holde out of all languages of the nations, euen shall take hold of the skirt of him that is a Iew, saying, Wee will goe with you: for we haue heard that God is with you.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



2. Ver 1. 14.

3. "Ciudad de la Fidelidad": ver Isa_1:26; Isa_60:14; Isa_62:4, Isa_62:12.

4. Ver Isa_65:20.

6. Ver Gen_18:14; Jer_32:17, Jer_32:27; Mat_19:26; Luc_1:37.

7. Ver 2. 10-14.

8. Ver 1. 14; Jer_31:33; Eze_37:23; Joe_2:18.

19. El profeta responde aquí a la cuestión planteada en 7. 3. Además de los ayunos mencionados en 7. 3-5, señala otros dos días de duelo nacional: el del "cuarto mes", instituido para rememorar la abertura de una brecha en los muros de Jerusalén por parte de los caldeos ( 2Re_25:3-4; Jer_39:2; Jer_52:6-7), y el del "décimo mes", que recordaba el comienzo del asedio ( 2Re_25:1; Jer_39:1; Jer_52:4).

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Diez promesas. Podríamos denominar este capítulo como un «oráculo múltiple», pues en realidad son diez oráculos en uno solo. Para intentar entenderlo mejor podemos reducirlo a un esquema muy sencillo: promesa-exigencias-efectos hacia el futuro. El profeta parte de una actitud de Dios: Él está celoso por Sión, arde en deseos de volver a habitarla (2), y decide volver; por tanto, promete establecerse de nuevo en ella (3) y poblarla de nuevo (4s). Aunque para muchos sea algo imposible lo que Dios piensa realizar (6), Él está decidido a salvar a su pueblo, Él mismo hará volver a los dispersos (7); con ellos promete restablecer en primer lugar la Alianza: «ellos serán mi pueblo, yo seré su Dios auténtico y legítimo» (8).
Con la restauración de la Alianza vienen las promesas de un cambio de situación que comienza con la normalización de las relaciones interpersonales o, si se quiere, intergrupales (10), cambio de situación en lo que atañe al necesario bienestar y prosperidad (12), que se traduce en bendición (13), y paz (15), elementos esenciales del «shalom» hebreo y del «salam» árabe. Estas promesas, fruto de la decisión divina, implican unos compromisos efectivos (16-19) que tienen que ver tanto con la relación con los demás: justicia y rectitud (16.17a), como con las relaciones con Dios (17b.19). Las promesas inquebrantables de Dios y el esfuerzo del pueblo por cumplir sus compromisos traerán efectos propios a la vida interna (9-15), y a la vida externa: muchos otros se animarán a regresar, pero también pueblos y naciones de otras lenguas llegarán hasta Jerusalén atraídos por las obras del Señor; allí le adorarán y pedirán también ellos su protección (20-23).

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



Ayunando y festejando

La contestación de la pregunta sobre el ayuno (7:3) es que los ayunos llegarán a ser banquetes. Los eventos relacionados con la caída de Jerusalén serán totalmente transformados; serían ocasiones para inspirar el sentir de maravilla ante el perdón y la gracia de Dios. El profeta, inesperadamente, sigue con una promesa aun mayor: todas las naciones (23) buscarán a Dios en Jerusalén, reconociendo que él ha bendecido a su pueblo, los judíos (a saber, el pueblo de Judá). Habrá diez veces más gente de la que ya compone el pueblo de Dios (23). La sección llega a un tremendo clímax al notar el contraste entre la pequeña delegación del 7:2 y esta visión final.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 8.9 Cf. Hag 1.6-11; 2.4-9.

[2] 8.19 En estos ayunos, el pueblo se lamentaba por la conquista de Jerusalén y la destrucción del templo (Zac 7.3,5). En el mes cuarto se recordaba la entrada de Nabucodonosor a la ciudad; en el décimo, el comienzo del asedio. Cf. 2 R 24.1-4; Jer 39.1-2; 52.4-7.

[3] 8.20-23 Cf. Zac 14.16; Is 2.2-4; Miq 4.1-3.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*8:20-23 Aunque un tanto revueltos, estos últimos versículos hablan con claridad de la apertura de las puertas de la salvación a todos los hombres. Eso sí, el destino es Jerusalén, donde habita el Señor.

Torres Amat (1825)



[7] Mat 8, 11.

[10] Antes de la construcción del templo.

Biblia Latinoamericana (San Pablo, 1995)



[=] *Is 2:2