Ver contexto
Así, cuando estábamos entre ustedes, les advertimos que sufriríamos persecuciones; y así ha sucedido, como ustedes pudieron comprobarlo. (I Tesalonicenses 3, 4) © La Biblia de Nuestro Pueblo (2006)

Comentario al Nuevo Testamento (Serafín de Ausejo, 1975)



CAPÍTULO 3

b) Envía a Timoteo (3/01-05).

1 Por eso, no pudiendo ya más, decidimos quedarnos solos en Atenas, 2 y enviamos a Timoteo, nuestro hermano, colaborador de Dios en el Evangelio de Cristo...

Pablo acababa de rogar a Silvano y a Timoteo que vinieran desde Berea a Atenas, donde estaba él (Act_17:15), pero la noticia de que en Tesalónica corren peligro (Act_2:14; Act_3:3 s) hace necesaria de nuevo la separación. Esto le destroza el corazón. No le es fácil tomar la decisión de quedarse solo en Atenas 23. Timoteo es para él un hermano, le llama incluso «hijo querido» 24. Entre él y su «colaborador» (cf. Act_19:22) existen relaciones cordiales, que no empecen a la subordinación. Es consciente de que está ligado con sus colaboradores como hermano y como padre.

Aquí, Pablo llama a su «hermano» Timoteo colaborador de Dios. Reconoce así la independencia de su colaborador (cf. Rom_16:21) y lo hace depender inmediatamente de Dios. Pablo sabe que «somos colaboradores de Dios» 25. Precisamente en esta carta no deja de afirmar con insistencia que su mensaje es mensaje de Dios (Rom_2:2.8.9; cf. 2,13). Sabe que Dios le ha confiado la predicación del Evangelio y que sólo ante él es responsable (2,4). Quien sabe que es Dios quien le ha llamado a su servicio no puede considerar a sus colaboradores en esta obra como subordinados a sí; siendo trabajadores en una misma obra de Dios, ambos están emparejados, sin que esto se oponga a la existencia de subordinación por razón del cargo de cada uno. Quien vea en sus colaboradores «colaboradores de Dios», los considerará como «hermanos». Las relaciones que existen entre los hombres hay que verlas a partir de Dios, quien piensa a lo divino ve las cosas como son.

...............

23. Tal vez sólo vino Timoteo, y Silvano se quedó en Berea, o puede ser que vinieran los dos y que enviara luego a Silvano a algún lugar de Macedonia. Lo cierto es que más tarde (Act_18:5) ambos vinieron desde Macedonia a Corinto, donde se reunieron con Pablo.

24. 1Co_4:17; cf. Phi_2:19-22.

25. 1Co_3:9; cf. 2Co_6:1; Co l4,11.

...............

2...para que os conforte y os consuele en vuestra fe, 3a y para que nadie vacile en estas tribulaciones.

Pablo, hondamente preocupado, es consciente del peligro que corren las nuevas comunidades cuando sufren persecución. ¿Hay algún medio de ayudarlas? Cuando la fe está amenazada, el remedio es la palabra fraterna, que conforta y consuela. En ella pone Pablo su esperanza. Los hermanos son confortados por una gracia que procede del mismo Señor y que da al corazón «eterno consuelo y buena esperanza» (2Th_2:16 s); son confortados por un «don espiritual» (Rom_1:11). Dios (Rom_16:25), Cristo (2Th_2:3) es quien debe confortar, pues la facultad de confortar y dar aliento es un carisma (Rom_12:8). Dios tiene que consolar y exhortar por medio de hombres (2Co_5:20). Son necesarios, pues, dones del Espíritu cuando se trata de mantener en la fe a cristianos que están sometidos a persecución y tentación. En esa situación, lo único que puede prestar ayuda es la palabra fraterna, en la que actúa el Espíritu de Dios...

3b Porque vosotros mismos sabéis muy bien que para eso estamos. 4 Ya cuando estaba entre vosotros, os dijimos a tiempo que tendríamos que enfrentarnos con la lucha, como así ha pasado y lo estáis viendo.

Continuamente nos encontramos con estas palabras: «ya lo estáis viendo vosotros mismos», o algo parecido. Pablo sabe que sólo puede enseñar con éxito allí donde otro le ha precedido enseñando. Si la gracia de Dios no da conocimiento interno, es inútil que enseñe el Apóstol. El Maestro interior habla a los corazones y hace que se preste fe a la palabra del maestro humano y que se experimente vitalmente la verdad de su palabra. En la nueva alianza, esto es una realidad. Dios, por medio del Espíritu Santo, habla a cada uno inmediatamente, en su corazón 26. Sobre todo cuando se trata de la necesidad del sufrimiento, es imprescindible, para que la predicación tenga éxito, que la palabra del apóstol vaya acompañada de una experiencia espiritual interna. Conviene estar muy atentos a ese Maestro interior, firmemente convencidos de que es él quien habla. Pablo no nos dice por qué tienen que sufrir persecución los cristianos; se limita a señalar que es necesario, por voluntad de Dios. Quien ha entendido que Dios lo quiere, que tiene que ser así porque Dios así lo ha decidido, no hará más preguntas. No necesita más explicaciones. Quien ha caído en la cuenta de que es voluntad de Dios, ya ha entendido bastante y puede decir que está de acuerdo.

Tal vez, al instruirles oralmente, Pablo dio a los tesalonicenses algunas explicaciones de esta necesidad divina, diciéndoles más o menos: «No os extrañéis, como de algo insólito, del incendio que se ha producido entre vosotros para vuestra prueba... porque ha llegado el tiempo de comenzar el juicio por la casa de Dios...» (1Pe_4:12.17). Los cristianos tienen que sufrir porque viven en el tiempo final, en la época de la gran tribulación (cf. Mar_13:9; Mar_13:24). Existir para sufrir en este tiempo final de tribulación forma parte del destino de la Iglesia (cf. 2,14). Una simple afirmación nos lleva a profundidades insondables 27.

Pablo se había presentado en Tesalónica como profeta y había predicho las persecuciones futuras. No es que le hubieran sido concedidas revelaciones especiales sobre este punto, pero había entendido las profecías del Señor 28 y la decisión de Dios sobre la Iglesia en los últimos tiempos. La palabra profética de Dios es «una lámpara que brilla en lugar obscuro hasta que amanezca el día y se levante el lucero de la mañana...» (2Pe_1:19). Esa luz ayuda al creyente a ser realista y a ver la realidad tal como es, incluso en los tiempos obscuros. Ayuda a entender realísticamente la época y capacita para actuar históricamente en el mundo con seguridad de alcanzar el objetivo, tanto en la vida privada como en la pública. El cristiano no vive de ilusiones, no sueña en quimeras; está preparado para todo y siempre dispuesto.

...............

26. Cf. Jer_31:31-34 y 1Jo_2:27 : «En cuanto a vosotros, la unción que recibisteis de él permanece en vosotros y no necesitáis que nadie os enseñe. Sino que como su unción os enseña todas las cosas, y es verdad y no mentira...»; cf. también la nota 33, a propósito de 4,9.

27. En otros lugares el Apóstol levanta más el velo que cubre el secreto del sufrimiento; cf. en diversas formas, 2Co_4:10 ss.16 ss; Phi_2:17; Rom_5:3 s; Rom_8:17; Col_1:24.

28. Cf., entre otros, Mar_13:9-13.

..............

5 Por esto, no pudiendo ya más, envié a que se informaran sobre vuestra fe, no fuera que el tentador os hubiera tentado y todo mi esfuerzo hubiera resultado vano.

Tras las persecuciones de los cristianos está, como su verdadera causa, el tentador, Satán. Pablo es consciente de que el poder del tentador es grande (cf. ya 2,18) y por eso su amor pastoral no le permite descansar. Sabe que está cercano el tiempo de la gran apostasía (2Th_2:3). En medio de las tentaciones de los últimos tiempos, la fe cristiana está tan amenazada que un auténtico pastor de almas, como Pablo, no tiene más remedio que preocuparse por las almas. Quien sufre en serio esas tentaciones parece estar ya perdido; por eso el creyente debe pedir todos los días: «Líbranos de los hombres perversos y malos» (2Th_3:2); «defiéndenos del maligno» (cf. 2Th_3:3); «no nos dejes caer en la tentación...»

2. ALEGRíA DE PABLO POR LAS NOTICIAS DE TIMOTEO (3/06-11).

a) Noticias de Timoteo (2Th_3:6).

6 Ahora ya Timoteo acaba de llegar de Tesalónica y nos ha traído la buena noticia de vuestra fe y de vuestra caridad, y de que estáis constantemente guardando buenas ausencias de nosotros, deseando vernos, como también nosotros estamos deseando veros a vosotros.

Pablo da importancia al hecho de que la comunidad piense aún en él. Ve en ello algo más que apego a su persona. No es suficiente que haya en una comunidad fe activa y amor esforzado (cf. 1,3); una comunidad no está «en el Señor» (3,8) si está aislada: sólo en la unidad de la Iglesia se hace plenamente presente el Señor. Esta unidad se muestra en la unión con el ministerio apostólico. Desde los primeros tiempos esta unión se manifiesta en forma especial en el memento de la liturgia. En él no se trata de un simple recuerdo: se trata de un pensamiento que transforma toda la vida. Cuando los cristianos se recuerdan unos a otros ante Dios con amor, este recuerdo crea una poderosa unidad interna. De esta forma, la Iglesia se realiza, porque en esa unidad se hace presente el Señor. Se cierran todas las fisuras a través de las cuales los poderes del infierno y del maligno podrían penetrar en el ámbito vital de los cristianos.

No les es fácil a los cristianos conservar esta unidad: un viaje de ida y vuelta de más de ochocientos kilómetros estaba entonces lleno de riesgos. El Apóstol y la comunidad ansían volver a verse, se esfuerzan por llegar a un contacto personal. No hay unidad eclesial sin un ministerio apostólico que exija obediencia y sin sumisión a los ministros puestos por Dios. Pero aquí las relaciones jurídicas quedan asumidas en relaciones de tipo personal, impregnadas de amor cordial. El cargo eclesial más fundamental, el apostólico, se esconde, con toda su autoridad y sus exigencias, tras una amabilidad rebosante. La cordialidad es lo característico del estilo de vida apostólico. Toda la vida de las comunidades apostólicas era cordial y llena de amor. Entre los cristianos Ia cordialidad era la lengua universal, que todos podían entender; muchas cosas se hacían inteligibles gracias a ella.

b) Alegría de Pablo (3,7-11).

7 Y así ya, en medio de todas nuestras dificultades y tribulaciones, hemos recibido un gran consuelo con vuestra fe, 8 pues vuestra firmeza en el Señor nos ha dado verdaderamente la vida.

La cura de almas constituía para Pablo una auténtica preocupación. Vivir con la preocupación de si las nuevas comunidades se habían mantenido firmes en medio de la persecución, no era vida para Pablo. Cuando recibió buenas noticias, fue como si le salvaran de la muerte, fue un gran «consuelo». El problema de la salvación del hermano puede experimentarse con enorme profundidad, como un problema de vida o muerte. De tal preocupación nace el celo por las almas. No hay que atribuir a exageración que Pablo, aquí y en otros lugares, hable de sus tribulaciones con palabras tan fuertes. Es imposible entender las dificultades de Pablo si nos limitamos a verlas desde fuera. Pablo ha sido enviado y vive para el amor; su vida es una vida despreciada, sin protección y solitaria, con un conocimiento y una conciencia extraordinariamente claros. Vistas así, desde dentro, sus dificultades aparecen como «sufrimientos de Cristo» (2Co_1:5).

9 ¿Qué acción de gracias podemos dar a Dios en retorno de toda esa alegría que experimentamos por vosotros ante nuestro Dios?

Pablo hace notar que la acción de gracias (2Co_2:13; cf. 1,2), en la que no ha cesado desde el principio de su carta, es siempre insuficiente. Es imposible que el hombre dé tantas gracias como debe. Habría que transformar en acción de gracias todos los bienes que hemos recibido de Dios, habría que devolvérselos todos transformados en acción de gracias. Sería imposible terminar nunca.

Cuando un hombre vive en la presencia de Dios, su interior se ensancha y tiene experiencia clara de la acción de Dios. Experimenta vivencialmente las profundidades del Espíritu y, junto con ellas, la «alegría en el Espíritu Santo» (Rom_14:17), esa alegría que es «fruto del Espíritu» (Gal_5:22). El hambre que vive en presencia de Dios ve todo con ojos nuevos, lo vive todo con profundidad y conoce la verdadera alegría.

10 ¿Orando insistentemente día y noche para que podamos ver vuestro rostro y acudir a las deficiencias de vuestra fe?

Pablo no se detiene a considerar las debilidades patentes (Gal_3:5), ni las deficiencias de la comunidad 29, porque su vista está dirigida exclusivamente a la acción de Dios. Pero, cuando se da cuenta de que hay deficiencias, se preocupa hondamente y busca ayuda. La forma como uno se comporta ante los defectos del prójimo muestra si uno vive realmente ante Dios. Constituyen una piedra de toque para ver si es capaz de aceptar esas deficiencias en silencio y, al mismo tiempo, esforzándose en superarlas.

11 ¡Que Dios mismo, nuestro Padre, y nuestro Señor Jesús quiten los obstáculos de mi camino hacia vosotros!

Pablo sabe que la cura de almas y el apostolado son obras de Dios y que el verdadero enemigo de ambas es Satán. Si es Satán quien pone obstáculos en el camino (2,18), sólo Dios puede quitarlos. Por esa razón la oración es la única que puede quitar los obstáculos del camino. Sólo puede poner los medios adecuados para superar los obstáculos quien, con fe, los estima en su justo valor. Cuando el enemigo es Satán, el hombre no tiene más remedio que acudir a la oración.

...............

29.Se limita a aludir a ellas con cautela. Cf. 3,12s; 4,4-8; 2Th_3:6-12.

...............

BENDICIÓN FINAL (3/12-13).

12 Y a vosotros, que el Señor os colme, hasta rebosar, en el amor entre vosotros y para con todos, como también en el que os profesamos nosotros...

Si la fe de los tesalonicenses se muestra aún deficiente (2Th_3:10), ello ocurre, sobre todo, en el amor, que nunca puede llegar a su plenitud, pues el amor sólo llega a su plenitud cuando rebosa. Es imposible medir el amor, su medida consiste precisamente en un desbordarse sin medida...

El amor encierra en sí mismo una progresión: es, en primer lugar, «amor fraterno» (2Th_4:9); convierte a la comunidad en comunidad de hermanos (cf. 1Pe 3.8; 2Th_5:9). El amor fraterno es amor mutuo, un dar y un recibir; engendra comunión y unidad. Cuando la medida del amor fraterno alcanza su plenitud, cuando una comunidad vive como comunidad de hermanos, llena de amor mutuo, se desborda la medida y surge el amor hacia todos. Del amor fraterno brota así la verdadera «caridad» (2Pe_1:7), que en definitiva puede transformarse en amor al enemigo, porque es capaz de amar incluso cuando no recibe amor en cambio. Quien ama a los hermanos, honrará a todos (1Pe_2:17) y no se preocupará sólo por el bien de sus hermanos en la fe, sino por el de todos sus semejantes (d. 5,15).

La escuela de este amor es «la comunidad cristiana de hermanos», en Ia que se aprende el amor fraterno y, junto con él, el amor para con todos. Quien ha practicado el amor fraterno en esta escuela, queda capacitado para amar también a los demás.

Cuando se habla de amor fraterno, Pablo quiere quedar incluido: el amor es quien debe unir a los más altos dignatarios con los fieles, y el apóstol es el más alto dignatario de la Iglesia. El amor es el principio rector de la dirección eclesial y de la cura de almas. Toda la actividad de un pastor de almas es servicio, manifestación de amor.

13 ...y mantenga vuestros corazones irreprochables y santos ante Dios nuestro Padre, en el advenimiento de nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos.

El Señor, en su parusía, reunirá a tiempo los suyos y los salvará del castigo que Dios hará caer entonces sobre el mundo (cf. 1,10). Los ángeles santos que le acompañan (cf. 2Th_1:7) serán enviados y reunirán a los elegidos (Mar_13:27). ¿Podrá Cristo ayudarnos cuando tengamos que presentarnos solos e indefensos ante el trono judicial de Dios? También para esto nos da fuerzas eI Señor ya ahora y para siempre (cf. también 5,23s), al derramar el amor en nuestro corazón (3,12) y robustecer así nuestros corazones. Todo progreso en el bien procede del Señor y hay que pedírselo a él.



Comentario de Santo Toms de Aquino

CAPITULO 3
Lección 1: 1 Tesalonisenses 3,1-13
Dice que se consoló con la venida de Timoteo, que había ido a confirmarlos en la fe, por haber sabido que los Tesalonicenses tenían grandes ganas de verlo.1 Por cuyo motivo, no pudiendo sufrir más el estar sin saber de vosotros, tuvimos por bien quedarnos solos en Atenas,2 y despachamos a Timoteo, hermano nuestro y ministro de Dios en la predicación del Evangelio de Jesucristo, para confirmaros y esforzaros en vuestra fe,3 a fin de que ninguno se conturbe por estas tribulaciones, pues vosotros mismos sabéis que a esto estamos destinados.4 Porque ya cuando estábamos con vosotros, os predecíamos que habíamos de padecer tribulaciones, así como ha sucedido, y tenéis noticia de ello.5 Por esto mismo, no pudiendo ya sufrir más, envié a informarme de vuestra fe, temiendo que el tentador Satanás os hubiese tentado, y se perdiese nuestro trabajo.6 Pero ahora que Timoteo, regresado acá de vosotros, nos ha traído nuevas de la fe y caridad vuestra, y cómo conserváis siempre buena memoria de nosotros, y deseando vernos, igualmente que nosotros os deseamos ver también;7 con eso, hermanos, hemos tenido gran consuelo a vista de vuestra fe, en medio de todas nuestras necesidades y tribulaciones,8 porque ahora podemos decir que vivimos, puesto que vosotros estáis firmes en el Señor.9 Y en efecto, ¿qué acción de gracias bastante podemos tributar a Dios por vosotros, por todo el gozo que experimentamos por vuestra causa delante de nuestro Dios?10 Esto es lo que nos hace rogarle día y noche con la mayor instancia que nos permita pasar a veros y acabar las instrucciones que faltan a vuestra fe.11 ¡Oh, quiera el Dios y Padre nuestro y NJ5 Jesucristo dirigir nuestros pasos hacia vosotros.12 Entretanto el Señor os multiplique y aumente nuestra caridad recíprocamente y para con todos, tal cual es la nuestra para con vosotros13 a fin de fortalecer vuestros corazones en santidad y ser irreprensibles delante de Dios y Padre nuestro, para cuando venga Nuestro Señor Jesucristo con todos sus santos. Amén.Trajo a colación las tribulaciones que habían padecido y el remedio que intentó aplicarles. Aquí muestra cómo salió al paso a la dificultad visitándolos por medio de Timoteo. Trata del envío del mensajero, de la relación que le hizo a su vuelta, del efecto que causó en e¡ Apóstol. Anticipa también el motivo de enviarlo, a quién envió y por qué causa lo envió. Dice pues: "por cuyo motivo", esto es, por habérnoslo estorbado Satanás. Con todo, "vosotros sois nuestra gloria"; por eso, "no pudiendo sufrir más" el peso del amor que por vosotros siento (Is 1; Gen. 40), "tuvimos por bien", a saber, Pablo y Silvano, "quedarnos solos en Atenas, y despachamos a Timoteo", que era el más indicado para tal cometido (Fil 2; 1Co 4); "hermano nuestro", por la caridad que comparte las cargas (Pr 18), "y ministro", que es una dignidad eclesiástica (2Co XI). Y lo envía para confirmarlos en la fe y darle cuenta de esa comisión.Luego, al decir: "para confirmaros", muestra que para eso lo envía, para confirmarlos, y explica por qué. Dice pues: "para confirmaros y exhortaros", pues por medio de exhortaciones se esfuerza el ánimo. "Tus palabras eran el sostén de los vacilantes" (Jb. 4,4; Lc 22). Y vosotros tenéis necesidad de esos alíenlos "para vuestra fe, a fin de que ninguno se conturbe por estas tribulaciones" (Sir X). Y hay dos razones de esto: una, porque así lo ha dispuesto Dios: "pues vosotros mismos sabéis que a esto estamos destinados"; como si dijera: voluntad es de Dios que al cielo entréis por donde con abrolos os puncéis. (Hch 14). Por esa senda echó Cristo y "todos los que quieran vivir piadosamente, según Jesucristo, han de padecer persecución" (2 Tim 3,12).La otra razón es porque estas cosas ya están previstas, y menos se sienten los dardos que se ven venir. De donde dice: "porque ya cuando estábamos con vosotros os predecíamos que habíamos de padecer tribulaciones", esto es, porque os predije las tribulaciones que habéis padecido estos años, "envié a investigar" qué tan buena cuenta habíais dado de vuestra fe (Prow 27); "temiendo que el tentador os hubiese tentado", a saber, el diablo (Mateo 4), cuyo oficio es tentar (SI).Pero, al contrario, tientan el mundo y la carne. "Cada uno es tentado, atraído y halagado por la propia concupiscencia" (St. 1,14). Dícese también que "Dios tentó a Abraham". Respondo: tentar es someter a prueba a alguna persona; y en esto hay que considerar para qué se le quiere someter a prueba y de qué modo; porque o es para que el tentador conozca al tentado, o para darlo a conocer a otros. Dios no tienta del primer modo, sabiendo como sabe lo que hay en el hombre (Jn 2); pero sí del segundo mcdo, como tentó a Abraham. para que otros supiesen qué tal fe tenía. Asimismo, según el tentador, uno pone a prueba para elevar a lo bueno, como el Obispo cuando examina a los que ha de promover a una dignidad; otro tienta para engañar, y esto es propio del diablo, que pesquisa la índole humana para, según la de cada uno, ahí echarles el cebo, conforme a los vicios a que son más proclives (1Pe 5). Oficio pues suyo es tentar para echar zancadilla. Mas el mundo y la carne dícese que tientan materialmente, porque de lo mismo a que inclinan tómase experiencia de un hombre si se mantiene firme en la caridad y en la observancia de los mandamientos; pues no es perfecto su amor a Dios si se deja arrastrar de la coscupiscencia. Lo mismo cuando las cosas mundanas lo prenden por afición o desvían, por amedrentación, de cumplir con su obligación.-"y se perdiese nuestro trabajo"; porque de balde trabajaríais si a la tentación no resistierais (Sal 4; Ez. 18). Y dícese vano o inane, respecto de la recompensa eterna; con todo eso, algún valor tienen las obras buenas que se hicieron antes de incurrir en pecado, porque reviven después de hacer penitencia, y son disposición para una menos dificultosa conversión.-"Pero ahora que Timoteo ha vuelto de allá". Muestra el recuento que hace Timoteo del caudal de sus bienes pertenecientes a Dios y al Apóstol. A Dios la fe y la caridad (Gal 6), y al Apóstol también la fe; de donde dice: "y cómo conserváis siempre buen recuerdo de nosotros" (Sir 49; Pr X); "y deseando vernos, igualmente que nosotros os deseamos ver también". Pecho de bronce tiene -dice San Agustín- quien, si no dar, recompensar no quiere el amor que le dan (Is 51).Pénese luego el triple efecto de la relación, a saber, de consolación espiritual, de nacimiento de gracias y de multiplicada oración, al decir: "con eso, hermanos, hemos tenido gran consuelo, a vista de vuestra fe". Dice pues: ya que tales cosas han llegado a nuestra noticia, aunque ensombrecidas por necesidades temporales y tribulaciones corporales, con todo eso, nos han servido de algún consuelo (S 93; 2Co 1); y esto "a vista de vuestra fe", esto es, sabiendo que os mantenéis firmes en ella; "porque ahora podemos decir que vivimos puesto que vosotros estáis firmes en el Señor"; como si dijera: en tanto aprecio tengo el estado de vuestra vida que lo considero el aire que me hace vivir (Gen. 45).-"En efecto, ¿qué acción de gracias... ? Pénese el segundo efecto de la relación hecha, a saber, el hacimiento de gracias; como si dijera: no me doy abasto para agradecer dignamente a Dios, como se merece, lo mucho que ha hecho con vosotros. (Miq. 6; S 115). Con todo, han de darse las gracias "con todo gozo", que no es del todo exterior, sino "con el que nos gozamos por causa vuestra", en la conciencia, "delante del Señor", que la mira o que se complace por el bien del prójimo (1Co 13).-"Esto es lo que nos hace día y noche rogarle con la mayor instancia". Pénese el tercer efecto de la relación, y primero las múltiples oraciones y qué solicita con ellas. Dice pues: si gracias damos por lo pasado, no cesamos de orar por lo futuro, mas por el contrario día y noche, esto es, en la prosperidad y en la adversidad (S 54); "que nos permita pasaros a ver y acabar las instrucciones que faltan a vuestra fe", no ciertamente las de fe necesarias, sino algunas cosas secretas que el Apóstol no les había predicado todavía en su novedad (porque no eran capaces entonces de asimilarlas (1Co 3; Juan 16).-"¡Oh!, quiera el Dios y Padre Nuestro, y Nuestro Señor Jesucristo, dirigir nuestros pasos hacia vosotros". Muestra con esto lo que les desea y lo que pide: de parte suya, que pueda ir a ellos, como dice arriba (Jn XX; Pr 16). De parte de ellos: "que el Señor los multiplique", a saber, en la fe (II Reyes 24), y crezcan en méritos: de donde dice: "aumente vuestra caridad recíprocamente", que siempre puede crecer en el estado deviador (Col 3); primero entre sí", luego "para con todos" (Gal. 6). - Y pónese de ejemplo a sí mismo diciendo: "tal cual es la nuestra para con vosotros", como si dijera: así como yo os amo a vosotros (2Co 7). Mas ¿para qué lo pide? "a fin de fortalecer vuestros corazones sin queja", esto es, que nadie pueda quejarse de vosotros, "guardando todos los, mandamientos y leyes del Señor irreprensiblemente" (Lc 1,6).-"y santidad delante de Dios", que ve el corazón (Lc 1); como se hará patente, " cuando venga Nuestro Señor Jesucristo", para que os halle santos; y vendrá "acompañado de todos sus santos"; esto es, para que estéis en su presencia, como todos los santos lo están.

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



Envío de Timoteo a Tesalónica, 3:1-13.
1 Por eso, no pudiendo sufrir más, determinamos quedarnos solos en Atenas, 2 y enviamos a Timoteo, nuestro hermano y ministro de Dios en el Evangelio de Cristo, para confirmaros y exhortaros en vuestra fe, 3 a fin de que nadie se inquiete por estas tribulaciones. Bien sabéis que para eso estamos, 4 pues ya estando entre vosotros os lo previnimos, que habíamos de ser atribulados, como sucedió, bien lo sabéis. 5 Por esto, no pudiendo sufrir ya más, he mandado a saber de vuestro estado en la fe, no fuera que el tentador os hubiera tentado y se hiciese vana nuestra labor. 6 Ahora, con la llegada de Timoteo a nosotros y con las buenas noticias que nos ha traído de vuestra fe y caridad y de la buena memoria que siempre tenéis de nosotros, deseando vernos lo mismo que yo a vosotros, 7 hemos recibido gran consuelo por vuestras necesidades y tribulaciones. 8 Ahora ya vivimos, sabiendo que estáis firmes en el Señor. 9 ¿Pues qué gracias daremos a Dios en retorno de todo este gozo que por vosotros disfrutamos ante nuestro Dios, 10 orando noche y día con la mayor instancia por ver vuestro rostro y completar lo que falta a vuestra fe? n Que el mismo Dios y Padre nuestro y nuestro Señor Jesucristo dirija hacia nosotros vuestros pasos, 12 y os acreciente y haga abundar en caridad de unos con otros y con todos, lo mismo que la sentimos nosotros por vosotros, 13 a fin de fortalecer vuestros corazones y haceros irreprensibles en la santidad ante Dios, Padre nuestro, en la venida de nuestro Señor Jesús con todos sus santos.

No habiendo podido ir él personalmente a Tesalónica, como hubiera sido su deseo, Pablo se decide a enviar allá a Timoteo, aun a trueque de tener que quedarse solo en Atenas (v.1-5). Sobre este viaje de Timoteo, y de si estaba ya con el Apóstol en Atenas o todavía en Berea cuando recibió el encargo de ir a Tesalónica, ya hablamos en la introducción a la carta y al comentar Hec_17:15. Lo cierto es que Timoteo va a Tesalónica a fin de confirmar y exhortar en la fe a los tesalonicenses, de los que Pablo sabe que se hallan en duras tribulaciones (v.2-4). Teme el Apóstol que se desalienten y resulte vana su labor entre ellos, máxime que también ahí puede andar de por medio la mano del tentador (v.5; cf. 2:18). Es muy de notar, hablando de las tribulaciones de los tesalonicenses, la afirmación universal que Pablo establece: Bien sabéis que para eso estamos (??? ????? ????? 3? ), es decir, que tal es la suerte del cristiano, el camino real de la cruz (cf. Rom_8:17; 2Ti_3:12; 1Pe_2:20-21; Hec_14:22).
Al volver Timoteo de Tesalónica y traer buenas noticias, Pablo recibe inmensa alegría (v.6-7). Ya queda tranquilo, sabiendo que están firmes en el Señor (v.8); sin embargo, todavía no desiste de su intento de volver a verles y completar lo que falta a su fe (?????????? ?? ?????????? ??? ??????? ???? ). Parece que con esto el Apóstol se refiere principalmente al conocimiento de las verdades que luego esclarecerá en el capítulo cuarto. Por lo demás, siempre hay posibilidad de progreso en el conocimiento de las verdades de la fe (cf. Flp_1:25), sin que sea necesario recurrir, para explicar esta frase, al hecho de que hubo de salir precipitadamente de Tesalónica (cf. Hec_17:5-10), lo que habría impedido que la instrucción de los tesalonicenses fuese completa.
Pablo termina esta primera parte de su carta con una oración a Dios Padre y a Jesucristo 310, rogando que le sea a él allanado el camino para que pueda volver a los tesalonicenses (v.11; cf. 2:18), para quienes pide aumento de caridad entre sí y con todos los hombres (v.12; cf. Rom_12:16-18; Gal_6:10), de modo que puedan presentarse irreprochables en el gran día de la parusía o venida de Jesucristo con todos sus santos (v.15). No está claro a quiénes se refiera el Apóstol con el término santos (???? ?????? ??? ????? ????? ). Lo primero que se ocurre pensar es que se trata de los justos o fieles muertos en gracia, lo mismo que en 1Co_6:2 y 2 Tes i, i o, que aparecerán gloriosos con Cristo en el gran día del juicio final (cf. Col_3:4). De hecho, así interpretan muchos autores (Gutjahr, Rigaux, Leal) este texto del Apóstol. Sin embargo, es de notar que de los justos o fieles muertos en gracia dice San Pablo poco después, no que bajarán con Cristo, sino que resucitarán y, unidos a los que se hallen en vida, subirán de la tierra a su encuentro (cf. 4:15-17); por eso otros muchos autores (Knaben-bauer, Vosté, Amiot) prefieren interpretar aquí el término santos como equivalente de ángeles, de los cuales en muchas otras ocasiones se dice expresamente que acompañarán a Cristo en la parusía (cf. 4:16; 2Te_1:7; Mat_13:41; Mat_24:31). Desde luego, con esta interpretación todo resultaría coherente; pero hemos de confesar que nunca en San Pablo el término santos, por lo demás de uso muy frecuente, es aplicado a los ángeles. Ambas interpretaciones, pues, ofrecen sus dificultades; ni tenemos datos suficientes en el texto para decidir la cuestión.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



el Continuo Interes de Pablo Por la Iglesia

1-2 Habiendo fracasado todos los esfuerzos para ir personalmente, Pablo acepta el plan de permanecer en Atenas (a unos 500 km. de Tesalónica) y enviar a uno de sus colegas en su lugar. (Quedarnos solos probablemente implica que Silas también lo dejó en este punto.) De esta manera Timoteo fue en viado en lugar de Pablo del mismo modo en que fuera antes a otras iglesias. Pablo enfatiza -de nuevo quizás en defensa propia en contra de cualquier detractor-que Timoteo era su hermano o colega, un hombre de probada confianza. La descripción de él como colaborador de Dios, es decir, una persona que es un colega de Dios en el trabajo del evangelio (cf. 1 Cor. 3:9), les causó problemas a los escribas, y algunos de ellos cambiaron el texto a siervos de Dios. Pablo quiere decir que Dios mismo se ve como cooperador con los obreros cristianos en difundir el evangelio de Cristo, una frase que incluye tanto la evangelización inicial como la nutrición de la iglesia. La visita de Timoteo había tenido el efecto de fortalecer a la iglesia para que ellos pudieran resisitir la tentación y la presión hostil más firmemente. (Nótese como el mismo efecto se atribuye al Señor mismo en el v. 13.) Afirmaros implica tanto el sentido de estimular a los hermanos a la acción como darles al mismo tiempo ánimo.

3, 4 Saber de antemano que alguna circunstancia difícil espera en el camino puede ayudarnos a enfrentarla con mayor fortaleza. Los lectores sabían que les esperaban presiones de los de afuera porque Pablo había ya reiterado ese punto, sin duda por referirse a su propia experiencia y a la de las iglesias de Judea (2:14).

5 Habiendo enviado a Timoteo, Pablo estaba profundamente interesado en saber si ellos estaban manteniendo su fe. Era posible que Satanás los hubiera tentado de tal manera que la iglesia hubiera sido destruida, y todo el trabajo que había realizado hubiera sido en vano. Aunque ninguna tentación es tan grande que pueda ser irresistible (1 Cor. 10:13), los creyentes no siempre la resisten con éxi to. El creer en el poder de Dios para preservar a su pueblo no libró a Pablo de preocuparse y orar por ellos.

6-8 Las buenas noticias de Timoteo (una palabra utilizada en otros lugares para la predicación del evangelio) disiparon todos los temores de Pablo. Estaba tan lleno de gozo que escribió esta carta tan pronto como fue posible después del regreso de Timoteo. Las dos características cristianas fundamentales de fe y amor eran vivas y sanas en Tesalónica (y continuaron desarrollándose en 2 Tes. 1:3). La iglesia estaba llena de deseo de ver a Pablo. Esto mostró que los lectores no habían dejado de lado el evangelio y en realidad pertenecían al pueblo elegido de Dios (1:4). Estaban firmes en su dependencia del Señor y así podían enfrentar toda oposición (cf. Ef. 6:10). El informe de Timoteo había venido cuando Pablo mismo se sentía oprimido por sus propias circunstancias difíciles y por las presiones sobre él, y no estaba plenamente vi vo. El misionero cuya tarea era la de animar a otros (2) era él mismo animado y revivido por las noticias de la iglesia.

9 Pablo escribe acerca de los sentimientos de gozo, expresados delante de nuestro Dios, tal como cuando los israelitas celebraban sus fiestas en la presencia del Señor (Deut. 12:12, 18). El gozo puede ser simplemente una expresión de nuestros sentimientos de felicidad; para Pablo era una ocasión para dar gracias a Dios, quien era su fuente.

10 Pablo imploró con mucha instancia (una expresión gr. particularmente fuerte) que pudiera visitar de nuevo a la iglesia. Tenía simplemente un de seo muy humano de querer estar con ellos, y anhelaba ayudarlos a superar cualquier debilidad que hubiera quedado en la fe. Aunque habían perma necido firmes, no eran perfectos, ni en conocimiento cristiano ni en conducta. Esta carta es un intento de Pablo para suplir por escrito lo que no podía darles en persona. Enviando esta carta, por supuesto, trató sólo con la segunda de las razones de Pablo por desear visitar a la iglesia. Al tiempo que estaba escribiendo, por lo tanto, él todavía es taba deseando y orando por la posibilidad de una visita a la iglesia. Su ruego fue finalmente contestado (Hech. 20:1).

11, 12 Luego de contarles a sus lectores acerca de sus oraciones, Pablo comienza a orar. En lugar de dirigírsela a Dios directamente en la segunda persona, p. ej. Oh Dios, clarifica el camino para que vayamos a Tesalónica, Pablo expresa su oración en la tercera persona: ¡Que el mismo Dios y Padre nuestro, con nuestro Señor Jesús, nos abra el camino hacia vosotros! (cf. Núm. 6:24-26; Sal. 20:1-5). La oración enlaza a Dios como Padre y al Señor Jesucristo (cf. 1:1, y en orden al inverso; 2 Tes. 2:16). En la primera petición Pablo manifiesta deseos de volver a visitar a la iglesia, y la segunda expresa su anhelo por su crecimiento en amor y santidad, el tema desarrollado en la instrucción que sigue directamente en la oración (4:1-12). Su amor debe expandirse más allá de la iglesia e incluir a todos (cf. Gál. 6:10 en orden invertido). Pablo se cita a sí mismo como ejemplo (cf. 1:6; 2 Tes. 3:7-9; Hech. 20:35) no para dar información al Señor, sino porque esta oración también funciona como una manera de instruir a los lectores respecto a cómo deberían orar y cómo deberían vivir.

13 Pablo desea que los lectores sean irreprensibles en santidad delante del Señor cuando él venga en juicio. No está orando para que crezcan y se desarrollen para ser irreprensibles en algún punto futuro cuando el Señor venga. A cambio, él cree que el Señor puede venir muy pronto (no inmediatamente, por supuesto, como indica 2 Tes. 2) y por lo tanto ruega que Dios afirme sus corazones en estas cualidades ahora y que ellos continuarán en este buen estado hasta que el Señor venga (2:19; cf. 1:10), no necesitan temer la ira de Dios (1:10), pero será, sin embargo, un tiempo de evaluación y recompensa o pérdida. La solemnidad de la ocasión se enfatiza por la descripción de Jesús con todos sus santos. Estos son también creyentes que han muerto y que vienen con los creyentes vivos al encuentro del Señor (4:16, 17), o los ángeles que acompañan la venida final de Dios (Zac. 14:5), o el Hijo del Hombre. (Mar. 8:38 agrega: en la gloria; 2 Tes. 1:7 sostiene esta segunda interpretación.)

Nuevo Comentario Bíblico San Jerónimo. Nuevo Testamento (Verbo Divino, 2004)


26 3,1-5. La misión de Timoteo. l-3a. El vocabulario del v. 1 continúa expresando la in(-)tensidad del deseo del apóstol. El v. 2 es una exposición de la misión que contiene un anun(-)cio de ésta, una descripción de las credenciales del emisario y la finalidad de la misión, her(-)mano nuestro y colaborador de Dios en la pro(-)clamación del evangelio de Cristo: Estas cre(-)denciales subrayan la relación del emisario con los demás apóstoles y su relación con Dios
(2,4). «Colaborador de Dios» es una descrip(-)ción tan sorprendente, que en muchos mss. gr. ha sido reemplazada por un lenguaje menos contundente. Cristo: El contenido de la buena nueva. 3. estas tribulaciones: La finalidad de la misión es proporcionar apoyo para que los te(-)salonicenses vivan su fe en medio de la tribu(-)lación escatológica (1,6). estamos destinados: La tribulación escatológica alcanzará inevita(-)blemente a quienes proclaman el evangelio. 5. Este versículo es fundamentalmente un resu(-)men de 2,17-3,4. yo: Por segunda vez (2,18) Pa(-)blo hace hincapié en la intensidad de sus emo(-)ciones. trabajo: Kopos es casi un término técnico para describir la actividad apostólica (véase 1,3; cf 1 Cor. 3,8; 2 Cor. 6,5), que no ha de quedar estéril (2,1; Flp. 2,16). no sea que: La preocupación de Pablo es que el tentador, el Satanás de 2,18 (cf. 1 Cor. 7,5), haga estéril la
proclamación del evangelio inhibiendo la di(-)námica fe de los tesalonicenses.
27 6-10. Informe sobre la misión. 6. Ti(-)moteo se acaba de reunir con Pablo y Silvano en Corinto. Es portador de buenas noticias, fe y amor: Ambos compendian la vida cristiana (1,3; 5,8; Gál. 5,6). recuerdo nuestro: Los tesalonicenses abrigan sentimientos intensos por los apóstoles. 7. tribulaciones y congojas: Esta acumulación de términos es típica dei lengua(-)je apocalíptico. 8. os mantenéis firmes: Pablo escribe con frecuencia acerca de mantenerse firme en la fe (1 Cor. 16,13; Gál. 5,1; Flp. 1,27). Los vv. 9-10 son un «informe de oración» que introduce la primera oración de intercesión de Pablo (vv. 11-13). La motivación de su acción de gracias (1,2-5) es ahora la constante perse(-)verancia de los tesalonicenses en la fe. 10. ro(-)gamos: La oración de los apóstoles es mixta; es al mismo tiempo acción de gracias y súplica. El deseo de los apóstoles de visitar a los tesa(-)lonicenses quedó confirmado, y quizás inten(-)sificado, por el informe de Timoteo, completar lo que aún falta: En lugar de calmar simple(-)mente la preocupación de los apóstoles, la de(-)seada visita tendría una finalidad concreta, a saber, dar ulterior instrucción sobre temas concretos.
28 11-13. Oración de intercesión. El anti(-)guo estilo epistolar impedía la inclusión de una oración directa en la carta, de manera que la oración está expresada en forma de bendi(-)ción. Contiene tres peticiones: de una nueva visita, de crecimiento en el amor por parte de los tesalonicenses y de consumación de la vida cristiana de los tesalonicenses. 11. Dios, nues(-)tro Padre, y Jesús, nuestro Señor: La primera petición va dirigida al Padre y al Señor Jesús, pero el vb. está en sg., como si el Padre y Jesús hubieran de actuar como una sola persona. 12. el Señor: La segunda petición va dirigida a Cristo, como Señor resucitado y escatológico, y pide sobreabundancia de amor (1,3; 3,6; 5,8) orientado al interior (4,9-10) y al exterior de la comunidad, como el que nosotros sentimos: Los apóstoles sirven de ejemplo (1,5-6) a este respecto. 13. fortalecer: La tercera petición se centra en la parusía de Jesús como Señor (1,10; 4,16-17). parusía: Lit. «presencia». Este término técnico es utilizado por Pablo (2,19; 4,15; 5,23) y algunos escritos posteriores del NT (2 Tes 2,1.8.9; Mt 24,3.27.37.39; Sant 5,7.8; 2 Pe 1,16). con todos sus santos: Véase 4,17; cf. Zac 14,5 LXX. vuestros corazones: ? Teología paulina, 82:106. Las cualidades de irreprochabilidad y santidad son propias de una existen(-)cia escatológica plenamente realizada.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Preocupaciones apostólicas de Pablo. La ansiedad y preocupación del Apóstol por los tesalonicenses son evidentes en toda la carta. La situación no era para menos, pues desde que puso su pie en Grecia fue constantemente perseguido, lo cual le mantuvo apartado de ellos. En Filipos, las autoridades le invitaron a abandonar la ciudad (cfr. Hch_16:39); tuvo que escaparse de Tesalónica con la ayuda de los hermanos (cfr. Hch_17:10); tuvo que huir también de Berea (cfr. Hch_17:14s) hacia Atenas, donde su predicación no dio los resultados que él probablemente esperaba (cfr. Hch_17:32). Mientras tanto, la pequeña comunidad cristiana de Tesalónica estaba en peligro a causa de la presión y agresividad de sus mismos conciudadanos paganos. ¿Se mantendrían firmes en la fe? ¿Había fracasado toda su misión en Europa?
Solo e impotente en Atenas, Pablo decide enviar a Timoteo a Tesalónica, quizás portando una carta de ánimo. Su fiel colaborador no es conocido en la ciudad, pues no participó en la evangelización de los tesalonicenses, habiéndose quedado en Filipos (cfr. Hch_17:14). Esto hará que pueda pasar desapercibido y no despertar sospechas. Y como los tesalonicenses no conocen a Timoteo, Pablo lo presenta y lo recomienda: es un «hermano nuestro, ministro de Dios para la Buena Noticia de Cristo» (2), capaz de exhortar, animar y consolidar a los hermanos. El Apóstol está aludiendo a la tribulación que le afecta tanto a él como a su comunidad, afirmando que «tienen que sufrir estas cosas» (3), como si les dijera que sólo cargando la cruz pueden ser seguidores del Señor crucificado. En su iniciación cristiana, los tesalonicenses ya han sido preparados para las tribulaciones, de ahí que la situación presente puede describirse con un lacónico: «y así ha sucedido, como ustedes pudieron comprobarlo» (4b).

King James Version (KJVO) (1611)



Chapter III.

1 S. Paul testifieth his great loue to the Thessalonians, partly by sending Timothie vnto them to strengthen and comfort them: partly by reioycing in their weldoing: 10 and partly by praying for them, and desiring a safe comming vnto them.
1 Wherefore when wee could no longer forbeare, wee thought it good to bee left at Athens alone:
2 And sent Timotheus our brother and minister of God, and our fellow labourer in the Gospel of

[Of afflictions.]

Christ, to establish you, and to comfort you concerning your faith:
3 That no man should be mooued by these afflictions: for your selues know that we are appointed therunto.
4 For verily when wee were with you, we told you before, that we should suffer tribulation, euen as it came to passe and ye know.
5 For this cause when I could no longer forbeare, I sent to know your faith, lest by some meanes the tempter haue tempted you, and our labor be in vaine.
6 But now when Timotheus came from you vnto vs, and brought vs good tidings of your faith and charitie, and that ye haue good remembrance of vs alwayes, desiring greatly to see vs, as we also to see you:
7 Therefore brethren, wee were comforted ouer you in all our affliction and distresse, by your faith:
8 For now we [ Rom_7:9 .] liue, if ye stand fast in the Lord.
9 For what thankes can we render to God againe for you, for all the ioy wherewith wee ioy for your sakes before our God,
10 Night & day praying exceedingly that we might see your face, and might perfect that which is lacking in your faith?
11 Now God himselfe and our Father, and our Lord Iesus Christ [ Or, guide.] direct our way vnto you.
12 And the Lorde make you to increase, & abound in loue one towards another, and towards all men, euen as we doe towards you:
13 To the end hee may stablish your hearts vnblameable in holinesse before God euen our Father, at the comming of our Lord Iesus Christ with all his Saints.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



1. Sobre la estadía de Pablo en Atenas, ver Hec_17:15-34.

7. Las "angustias y contrariedades" de que habla Pablo, son, además de su fracaso en Atenas, las dificultades que encontró en Corinto. Ver Hec_18:6, Hec_18:12-17.

13. Zac_14:5.

Comentario al Nuevo Testamento (EUNSA, 2008)

El discípulo no es más que su Señor (cfr Mt 10,24). San Pablo enseñó desde sus primeros viajes misionales «que es preciso que entremos en el Reino de Dios a través de muchas tribulaciones» (Hch 14,22) y repitió la misma idea hasta en su última carta: «Todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús serán perseguidos» (2 Tm 3,12). «Estar con Jesús es, seguramente, toparse con su Cruz. (...) Así esculpe Jesús las almas de los suyos, sin dejar de darles interiormente serenidad y gozo» (S. Josemaría Escrivá, Hom. 2.

301).


Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Mat_16:24 p; Hch_14:22; 2Ti_3:12; Heb_10:32

Nueva Biblia de Jerusalén (Desclée, 1998)


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Mat_16:24 p; Hch_14:22; 2Ti_3:12; Heb_10:32

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*3 Los informes de Timoteo sobre los cristianos de Tesalónica impulsan una segunda acción de gracias (1Ts 3:1-13), aunque también descubren que en aquella comunidad, aún incipiente, había ciertas lagunas tanto en la doctrina como en su incidencia en la vida de cada día.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 3.1-2 Hch 17.14--18.1.

[2] 3.13 Su pueblo santo: otra posible traducción: sus ángeles, según el uso del término en Dn 4.13; 8.13 (cf. Mt 25.31; Mc 8.38).

Biblia Textual IV (Sociedad Bíblica Iberoamericana, 1999)

llegó a acontecer... Lit. aconteció.

Biblia Latinoamericana (San Pablo, 1995)



[=] *Mt 10:24 *Heb 10:32