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Lo irritaron con sus acciones,
y una plaga descargó sobre ellos. (Salmos 106, 29) © La Biblia de Nuestro Pueblo (2006)

BHSEk - Biblia Hebraica Stuttgartensia (Enhanced; KJV versification)

וַ֭‎(וְ)

Hebrew|ˈwa|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

יַּכְעִיסוּ‎(כָּעַס)

Hebrew|yyaḵʕîsˌû|be discontent

Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: plural
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: wayyiqtol
Verbal stem: hif‘il


[H3707] [k.cn.aa] [1016]
[כעס] [GES3605] [BDB4020] [HAL3984]

בְּ‎(בְּ)

Hebrew|bᵊ|in

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[b.ab.aa] [193]
[ב] [GES855] [BDB923] [HAL939]

מַֽעַלְלֵיהֶ֑ם‎(מַעֲלָל)

Hebrew|mˈaʕallêhˈem|deed

Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: plural
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4611] [p.cu.af] [1627e]
[מעלל] [GES4525] [BDB5051] [HAL4962]

וַ‎(וְ)

Hebrew|wa|and

Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[f.ab.aa] [519]
[ו] [GES1991] [BDB2226] [HAL2241]

תִּפְרָץ‎(פָּרַץ)

Hebrew|ttifroṣ-|break

Part-of-speech: verb
Gender: feminine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: wayyiqtol
Verbal stem: qal


[H6555] [q.di.aa] [1826]
[פרץ] [GES6486] [BDB7147] [HAL7085]

בָּ֝֗ם‎(בְּ)

Hebrew|ˈbˈām|in

Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[b.ab.aa] [193]
[ב] [GES855] [BDB923] [HAL939]

מַגֵּפָֽה‎(מַגֵּפָה)

Hebrew|maggēfˈā|blow

Part-of-speech: noun
Gender: feminine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable


[H4046] [n.ax.ac] [1294b]
[מגפה] [GES3983] [BDB4432] [HAL4384]

Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)



Salmo 106 (Vg 105): Confesión de las Rebeldías de Israel.
E ste salmo es el reverso del anterior y tiene los visos de proceder de la misma pluma: en el anterior se cantaban los favores de Yahvé para con Israel a través de su historia; aquí se narran las rebeldías reiteradas y las infidelidades del pueblo elegido hacia su Dios: a la fidelidad de Yahvé a sus promesas hechas a los patriarcas correspondió el pueblo con ingratitudes y rebeldías, que le acarrearon los pertinentes castigos divinos a través de los siglos. Pueblo de dura cerviz, no supo plegarse a las exigencias religiosas y morales de su Dios, celoso y adusto, y reiteradamente se inclinó hacia los cultos paganos, que encontraba más condescendientes con su sensualidad. Sin embargo, Dios está siempre pronto a perdonar, supuesto el arrepentimiento y el cambio de conducta. La intercesión de Moisés fue de gran valor para la reconciliación de Yahvé con su pueblo en la dura etapa del desierto.
En el texto hebreo, este salmo comienza y termina por el aleluya; es, pues, el primero de los salmos aleluyáticos. 1 Literariamente se caracteriza por el tono de confesión, mientras que el anterior tenía un aire de himno de alabanza. La confusión está incluida entre dos secciones líricas, el preludio (1-5) y la conclusión (47-48), que comprende una plegaria y una doxología para cerrar el cuarto libro del Salterio.
Algunos de los versos del salmo aparecen en 1Cr_96:1-62, y, por otra parte, algunos versos alucien a hechos del destierro y aun posteriores 3. Por ello, comúnmente se sostiene entre los exegetas su origen postexílico.

Preludio: invitación a alabar a Yahvé (1-5).
1 ¡Aleluya! Alabad a Yahvé porque es bueno, porque es eterna su piedad. 2 ¿Quién podrá contar las gestas de Yahvé y pregonar todos sus loores? 3 Bienaventurados los que observan el derecho, los que obran justicia en todo tiempo. 4 Acuérdate de mí, ¡oh Yahvé! en tu benevolencia hacia tu pueblo; visítame con tu auxilio 5 para que vea la dicha de tus elegidos, y me alegre en el gozo de tu gente, y me gloríe con tu heredad.

Con una forma litúrgica estereotipada, comienza el salmista su composición cantando la piedad de Yahvé para con su pueblo, como va a demostrar en el transcurso del salmo. En el anterior se destacaba su fidelidad a las promesas; aquí, su misericordia y espíritu de indulgencia ante los desvarios de su pueblo4. Y, al considerar las gestas de Yahvé en la historia de Israel, se siente impotente para relatarlas dignamente. Sólo los que se acomodan a sus leyes, observando el derecho y la justicia, son dignos de participar de sus beneficios.
El salmista se siente vinculado a los destinos de su pueblo, y por eso intercala una súplica personal, pidiendo el divino auxilio para ser digno de la benevolencia divina y testigo de la dicha de sus elegidos, rescatados de la cautividad (v.48), como miembros de una nación restaurada en sus plenos derechos históricos.

Las prevaricaciones de Israel en el desierto (6-33).
6 Hemos pecado como nuestros padres; hemos sido malos y perversos. 7 Nuestros padres en Egipto no entendieron tus maravillas, no recordaron tus muchos favores y se rebelaron contra el Altísimo en el mar Rojo 5. 8 Pero los salvó por mor de su nombre, para hacer muestra de su poder. 9 Increpó al mar Rojo, y quedó seco, y los hizo andar por los abismos como por el desierto; 10 los salvó de las manos del que los aborrecía, y los redimió del poder del enemigo. 11 Y las aguas sumergieron a sus opresores, no escapando ni uno solo. 12 Entonces dieron fe a sus palabras y cantaron sus alabanzas. 13 Pero bien pronto se olvidaron de sus obras, no confiaron en sus designios. 14 Dejáronse llevar de su concupiscencia en el desierto y tentaron a Dios en la soledad. 15 Y les dio lo que pedían, pero mandó la consunción a sus almas6. 16Envidiaron a Moisés en el campamento y a Aarón, el santo de Yahvé. 17 Y se abrió la tierra y se tragó a Datan, y cubrió a los secuaces de Abirón. 18 Y el fuego devoró a su banda; las llamas consumieron a los impíos. 19Se hicieron un becerro en Horeb y adoraron a un simulacro fundido, 20y trocaron su gloria por la imagen de un buey que come hierba. 21 Se olvidaron de Dios, su Salvador, que tan grandes cosas había hecho en Egipto, 22 maravillas en la tierra de Cam, cosas terribles junto al mar Rojo. 23 Y ya hubiera decretado exterminarlos si Moisés, su elegido, rio se hubiese puesto en la brecha ante El para desviar su indignación del exterminio. 24 Despreciaron una tierra deleitosa, no tuvieron confianza en sus palabras. 25 Y murmuraron en sus tiendas y no escucharon la voz de Yahvé. 26 Por eso alzó su mano contra ellos, para postra ríos en el desierto 27 y dispersar a su descendencia entre las gentes 7 y diseminarlos por la tierra. 28 Y se adhirieron a Baal-fegor y comieron los sacrificios de los muertos. 29 Y le provocaron a ira con sus obras; y se difundió entre ellos una mortandad. 30 Levantóse Finés e hizo justicia, y la plaga cesó. 31 Y le fue contado esto a justicia, de generación en generación para siempre. 32 Le irritaron también a propósito de las aguas de Meribá, y le sobrevino mal a Moisés por culpa de ellos, 33 porque exacerbaron su espíritu y habló temerariamente con sus labios.

Con palabras de la oración de Salomón el día de la dedicación del templo, expresa el poeta el profundo arrepentimiento que le embarga, y habla en nombre de la nación8. A continuación enumera las rebeldías de Israel en los primeros años de su existencia como nación. Olvidados de los portentos obrados en Egipto, los israelitas empezaron a murmurar contra su Dios por haberlos llevado a un lugar sin salida, con peligro de ser muertos por los soldados del faraón 9; al punto se desplegó la omnipotencia divina, y el mar Rojo se abrió en dos mitades, pudiendo pasar el pueblo a pie enjuto 10 y quedando sumergido el ejército perseguidor 11. Entonces reconocieron el poder de Yahvé, y le alabaron 12; pero pronto se olvidaron, sin pensar en los designios divinos sobre ellos en el desierto darles una conciencia religiosa nueva vinculada a Yahvé como Dios único , y pronto empezaron a murmurar por falta de agua 13 y de comida 14; y tentaron a su Dios dudando de su poder taumatúrgico 15; les sació, pero esto significó para ellos la muerte, pues por su glotonería excesiva Dios les envió una plaga 16.
Los levitas Datan y Abirón tuvieron celos de los privilegios de Moisés y de Aarón, y se sublevaron contra él; pero Dios abrió la tierra, que se los tragó con sus secuaces 17. Al sumo sacerdote Aarón se le llama santo de Yahvé por estar especialmente consagrado a su servicio. Los insurrectos se alzaron contra las prerrogativas de éste, alegando que toda la comunidad israelita era santa, por ser elegida de Dios entre todos los pueblos.
Otro pecado gravísimo el mayor de todos fue la adoración del becerro de oro junto al monte Horeb. Es el nombre que en el Deuteronomio se da al Sinaí 18. Con toda ironía el salmista dice que los israelitas cambiaron a Yahvé su gloria 19 por un buey que come hierba 20. En Jer_2:11 se dice: Mi pueblo ha cambiado su gloria por lo que nada vale. A pesar de los portentos de que habían sido testigos, se olvidaron pronto de Yahvé, que les resultaba una divinidad muy poco condescendiente con sus debilidades. Gracias a la intercesión de Moisés se libraron de la exterminación total. La expresión se puso en la brecha ante él juega con el símil del que se pone a apuntalar un muro en el que se ha abierto una brecha por la que entran los enemigos asediadores de la ciudad. Aquí el atacante con ánimos de exterminio es Yahvé. Moisés le salió al paso para conjurar el peligro que se cernía sobre su pueblo 21.
Una nueva falta de los israelitas fue la desconfianza y cobardía de los espías enviados por Josué, los cuales despreciaron una tierra deleitosa, la de Canaán 22. Según la expresión de los propios exploradores, que traían sus mejores frutos racimos de uvas que traían dos en un palo, granadas e higos , la tierra de los cananeos manaba leche y miel 23; pero, acobardados ante la corpulencia de sus habitantes, aconsejaron no atacar el territorio. La reacción del pueblo fue la de protestar contra Dios por haberlos puesto en aquella coyuntura: murmuraron en sus tiendas (v.55). Es la conducta habitual de la generación del desierto 24. Por ello Dios alzó su mano en señal de juramento contra ellos 25, y los condenó a morir en el desierto: Por mi vida, dice Yahvé, que lo que a mis oídos habéis susurrado, eso haré con vosotros: en este desierto yacerán vuestros cuerpos. De todos vosotros..., ninguno entrará en la tierra que con juramento os prometí por habitación... Vuestros hijos errarán por el desierto cuarenta años, llevando sobre sí vuestras rebeldías, hasta que vuestros cuerpos se consuman en el desierto. 26
El v.27 está tomado de Eze_20:23, y alude a las amenazas de Lev_26:33 y Deu_28:64, donde se anuncia la dispersión de los israelitas entre las gentes, caso de que sean infieles a su Dios.
La serie de transgresiones se continuó: en Baal-fegor tomaron parte en el culto de los moabitas 27. La expresión comieron los sacrificios de los muertos puede significar que participaron en banquetes en honor de los muertos o, simplemente, en los cultos de las divinidades moabitas, que son consideradas por el hagiógrafo como muertos, sin vida, en contraposición a Yahvé, que es el Dios viviente por excelencia 28. Dios envió en castigo una peste, y Fines traspasó a la espada a los culpables 29. Este acto le fue computado en justicia, y Dios, por ello, le confirmó en el sumo sacerdocio por siempre 30. El incidente de Meribá tuvo lugar antes del hecho últimamente narrado, y se le pone al final como remate de todas las infidelidades, pues en su desconfianza envolvieron hasta al propio Moisés, que parece dudó de la omnipotencia y misericordia divina 31. Meriba significa contienda, y se puso este nombre al lugar donde Moisés realizó el milagro del agua sacada de la roca, porque allí contendieron o se quejaron los israelitas contra Yahvé 32. Moisés fue castigado a no entrar en Canaán por la desconfianza mostrada en aquella ocasión 33. Las palabras del caudillo hebreo en aquella ocasión fueron: ¡Oíd, rebeldes! ¿Podremos nosotros hacer brotar agua de esta roca? Yahvé respondió con el milagro, pero al mismo tiempo, por haber dudado Moisés, le dijo a éste: Porque no habéis creído en mí, santificándome a los ojos de los hijos de Israel, no introduciréis vosotros a este pueblo en la tierra que yo les he dado.34 Por eso dice el salmista: habló temerariamente con sus labios (v.33).

Transgresiones en Canaán (34-46).
34 No exterminaron a los pueblos, como se lo había mandado Yahvé; 35 antes se mezclaron con las gentes y adoptaron sus costumbres. 36 Y sirvieron a sus ídolos, que fueron para ellos un lazo. 37 Sacrificaron sus hijos y sus hijas a los demonios; 38 derramaron sangre inocente: la sangre de sus hijos y de sus hijas, sacrificándolos a los ídolos de Canaán, y quedó la tierra contaminada por su sangre. 39 Se contaminaron por sus obras y se prostituyeron con sus acciones. 40 Y se encendió la ira de Yahvé contra su pueblo, y abominó de su heredad. 41 Y los entregó en manos de las gentes, quedando sometidos a los que los odiaban. 42 Y fueron vejados por sus enemigos y doblegados bajo su mano. 43 Muchas veces los libraba, pero ellos le exasperaban con sus veleidades, y eran humillados por sus iniquidades. 44 Mas él vio sus tribulaciones y oyó sus lamentos. 45 Y se acordó de su alianza con ellos, y por su mucha bondad se apiadó de ellos. 46 Y les hizo objeto de sus misericordias en presencia de cuantos los tenían en cautiverio.

El espíritu de desobediencia siguió en los israelitas después que se instalaron en la tierra prometida. En primer lugar, no exterminaron a los cananeos, como les había ordenado 35. La comunicación con ellos era peligrosa, pues por tener los hebreos una cultura inferior corrían el riesgo de ser absorbidos por la población cananea. En efeqto, los israelitas al punto se dejaron seducir por sus cultos sensuales, estableciendo relaciones matrimoniales 36. Los cultos idolátricos fueron para ellos un lazo, en cuanto que los alejaba del culto a Yahvé. Sus desvarios llegaron hasta imitar a los cananeos en los sacrificios humanos a Moloc 37, ofreciendo sus propios hijos, lo que constituía la mayor abominación para la sensibilidad religiosa del yahvismo 38. Por eso la tierra de Canaán quedó contaminada con estas aberraciones en honor de los demonios, o espíritus malignos que movían a los adoradores cananeos.
Los israelitas, al adoptar los cultos cananeos, renegaron de Dios, y en este sentido se prostituyeron, faltando a la fidelidad debida a su Dios. Las relaciones históricas entre Yahvé y su pueblo son frecuentemente representadas con el símil del matrimonio40, y así la infidelidad es considerada como un adulterio41. Por ello, Dios abandonó a lo que consideraba su heredad42, y dejó que cayeran en manos de las gentes (v.41). El salmista parece aludir aquí a los calamitosos tiempos de los jueces, en que los hebreos fueron atacados por los madianitas y filisteos43. Temporalmente humillados y vejados, fueron reiteradamente salvados por las intervenciones milagrosas de Yahvé44. Nunca los abandonó totalmente, porque se acordó de la alianza que con su pueblo había hecho, primero con Abraham, el gran antecesor 45, y después en el Sinaí, con Moisés 46. Esta fue la razón de que los salvara del cautiverio (v.46). El salmista parece aludir a los días tristes del exilio babilónico.

Súplica final y doxología (47-48).
47 ¡Sálvame, Yahvé, Dios nuestro, y reúnenos de entre las gentes, para celebrar tu santo nombre y gloriarnos en tus alabanzas! 48 Bendito sea Yahvé, Dios de Israel, de eternidades en eternidades, y diga todo el pueblo: ¡Amén! ¡Aleluya!

Terminada su confesión nacional, que inició en el v.6, el salmista pide el auxilio divino para que el pueblo elegido sea de nuevo reunido en la tierra santa, donde en el templo de Jerusalén podrán todos celebrar dignamente su nombre. Supone, pues, esta súplica final que Israel está disperso entre las naciones. Esto nos lleva a los tiempos de la cautividad babilónica o a los posteriores de la diáspora.
El v.48 es una adición del compilador para cerrar el libro cuarto del Salterio, como lo había hecho con los otros tres anteriores. Por otra parte, la adición del aleluya final indica que formaba parte de la adaptación litúrgica del salmo, lo que se comprende bien con la cláusula coral: diga todo el pueblo: ¡Amén!

1 Son los salmos 106; 111-112; 113-118; 135; 136; 146-150. 2 Cf. los v. i.47.48. 3 Véanselos v.4-5.27.41.42.44-47. 4 Cf. Sal_107:1; Sal_118:1; Sal_136:1; Esd_3:10-11; 1Ma_4:24. 5 Altísimo: corrección verosímil, leyendo Elyon en vez de alyam (mar). 6 Así según el TM. Los LXX: saciedad. Cf. Núrn 11:20. 7 Dispersar: corrección, leyendo lehdphís en lugar de lehappü del TM (hacer caer). 8 Cf. 1Re_8:47. 9 Cf. Exo_14:1-12. 10 Cf. Exo_14:22 11 Cf. Exo_14:28. 12 Cf. Exo_14:31. 13 Cf. Exo_15:243; Exo_16:2s; Exo_17:23. 14 Cf. Num_11:6. 15 Cf. Núm i6:1s; Sal_78:19. 16 Cf. Num_11:6. 17 Cf. Núm i6:1s; Dt n,6. 18 Excepto en Deu_33:2. En Exo_3:2 se le llama monte de Dios, donde Yahvé se reveló (Dt 4,ios). 19 Cf. Deu_4:6-8; Deu_10:21. 20 Cf. éxo_20:4. Yahvé es la gloria de Israel (Deu_4:6-8). 21 Cf. Eze_22:30; Jer_18:20. 22 Cf. Num_14:31; tierra deleitosa (cf. Jer_3:19; Zac_7:14). 23 14:28. 24 Cf. Deu_1:27. 25 Cf. Exo_6:8; Deu_32:40; Eze_20:23. 26 Num_14:28-32. 27 Num_25:23. 28 Cf. Sal irs,4s; Jer_10:11; Sab_15:10; Sab_15:17; 1Co_12:2. 30 Cf. Num_25:12-13 31 Cf. Núm_20:24. 29 Cf. Num_25:7. 32 Cf. Núm_20:13. 33 Cf. Deu_1:37; Deu_3:26. 34 Cf. Núm_20:10.12. 35 Cf. Exo_23:32-33; Exo_34:12s; Deu_7:2s; Jue_1:21.27.295; 2:1s. 36 Cf. Esd_9:2; Jue_3:5-6. 37 Cf. Deu_12:31; Deu_18:9-10. 38 Cf. Ez 16:20-21:31. 40 Cf. Ose.1-3. 41 Cf. Exo_34:15; Deu_31:16. 42 Cf. 1Re_8:51; Jer 12 43 Cf. Jue_2:16-17. 44 Cf. Jue c.4-5 45 Cf. Gen_12:3; 15:1s. 46 Cf. Ex 24.


Libro Quinto.

King James Version (KJVO) (1611)



Psalm CVI.

1 The Psalmist exhorteth to praise God. 4 He prayeth for pardon of sinne, as God did with the fathers. 7 The storie of the peoples rebellion, and Gods mercie. 47 Hee concludeth with prayer, and praise.
1 [ Hebrew: Halleluiah.] Praise ye the Lord. O [ Psa_107:1; Psa_118:1; Psa_136:1.] giue thankes vnto the Lord, for he is good: for his mercie endureth for euer.
2 [ Jdg_13:21.] Who can vtter the mighty acts of the Lord? who can shew foorth all his praise?
3 Blessed are they that keepe iudgement: and he that doeth righteousnesse at all times.
4 Remember me, O Lord, with the fauour that thou bearest vnto thy people: O visite me with thy saluation:
5 That I may see the good of thy chosen, that I may reioyce in the gladnesse of thy nation: that I may glory with thine inheritance.
6 [ Jdg_7:19.] Wee haue sinned with our fathers: we haue committed iniquitie, we haue done wickedly.
7 Our fathers vnderstood not thy wonders in Egypt, they remembred not the multitude of thy mercies: [ Exo_14:11-12; Exo_14:21.] but prouoked him at the sea, euen at the Red-sea.
8 Neuerthelesse hee saued them for his Names sake: that hee might make his mighty power to be knowen.
9 He rebuked the Red sea also, and it was dried vp: so hee led them through the depthes, as through the wildernes.
10 And he saued them from the hand of him that hated them: and redeemed them from the hand of the enemie.
11 [ Exo_14:27; Exo_15:5.] And the waters couered their enemies: there was not one of them left.
12 [ Exo_14:31; Exo_15:1.] Then beleeued they his words: they sang his praise.
13 [ Exo_15:14; Exo_17:2.] [ Hebrew: they made haste, they forgate.] They soone forgate his works: they waited not for his counsell:
14 [ Exo_17:2; 1Co_10:6.] But [ Hebrew: lusted a lust.] lusted exceedingly in the wildernes: & tempted God in the desert.

[Israels rebellion, and idolatrie.]

15 [ Num_11:31 .] And he gaue them their request: but sent leannesse into their soule.
16 [ Num_16:2 .] They enuied Moses also in the campe: and Aaron the Saint of the Lord.
17 [ Num_16:31 ; Deu_11:6 .] The earth opened and swallowed vp Dathan: and couered the company of Abiram.
18 [ Num_16:35 ; Num_16:46 .] And a fire was kindled in their company: the flame burnt vp the wicked.
19 [ Exo_32:4 .] They made a calfe in Horeb: and worshipped the molten image.
20 Thus they changed their glory, into the similitude of an oxe that eateth grasse.
21 They forgate God their Sauiour: which had done great things in Egypt:
22 Wonderous workes in the lande of Ham: and terrible things by the red Sea.
23 [ Exo_33:13 .] Therefore he said that he would destroy them, had not Moses his chosen stood before him in the breach: to turne away his wrath, lest hee should destroy them.
24 Yea, they despised [ Hebrew: a land of desire.] the pleasant land: they beleeued not his word:
25 [ Num_14:2 .] But murmured in their tents: and hearkened not vnto the voyce of the Lord.
26 Therefore he lifted vp his hande against them: to ouerthrow them in the wildernesse:
27 [ Hebrew: to make them fall.] To ouerthrow their seed also among the nations, and to scatter them in the lands.
28 [ Num_25:3 .] They ioyned themselues also vnto Baal-Peor: and ate the sacrifices of the dead.
29 Thus they prouoked him to anger with their inuentions: and the plague brake in vpon them.
30 [ Num_25:7 .] Then stood vp Phinehas, and executed iudgement: and so the plague was stayed.
31 And that was counted vnto him for righteousnesse: vnto all generations for euermore.
32 [ Num_20:13 .] They angred him also at the waters of strife: so that it went ill with Moses for their sakes:
33 Because they prouoked his spirit: so that hee spake vnaduisedly with his lippes.
34 [ Deu_7:1 .] They did not destroy the nations, concerning whom the Lord commanded them:
35 [ Jdg_1:21 .] But were mingled among the

[Israels rebellion, and idolatrie.]

heathen, and learned their workes.
36 And they serued their idoles: which were a snare vnto them.
37 Yea they sacrificed their sonnes, and their daughters vnto deuils,
38 And shed innocent blood, euen the blood of their sons and of their daughters, whome they sacrificed vnto the idoles of Canaan: and the land was polluted with blood.
39 Thus were they defiled with their owne works: and went a whoring with their owne inuentions.
40 Therefore was the wrath of the Lord kindled against his people: insomuch that he abhorred his owne inheritance.
41 And he gaue them into the hand of the heathen: and they that hated them, ruled ouer them.
42 Their enemies also oppressed them: and they were brought into subiection vnder their hand.
43 [ Jdg_2:16 .] Many times did he deliuer them: but they prouoked him with their counsell, and were [ Or, impouerished, or weakened.] brought low for their iniquitie.
44 Neuertheles he regarded their affliction: when he heard their crie.
45 [ Deu_30:2 .] And hee remembred for them his couenant: and repented according to the multitude of his mercies.
46 He made them also to be pitied, of all those that caried them captiues.
47 Saue vs, O Lord our God, and gather vs from among the heathen to giue thankes vnto thy holy Name: and to triumph in thy praise.
48 Blessed bee the Lord God of Israel from euerlasting to euerlasting: and let all the people say, Amen. Praise ye the Lord.

Nuevo Comentario Bíblico Siglo XXI (Editorial Mundo Hispano, 2019)



Salmo 106. un Canto Que Es Musica Dedicada a Ti

Principalmente, el Sal. 106 repasa la historia de Israel desde el éxodo (6– 12; Exo. 14) al desierto (13– 18; Núm. 11:4– 34; 16), al Sinaí (19– 23; Exo. 32:1– 6, 9– 14), adelante hasta el límite de Canaán (24– 27; Núm. 14), los episodios de Baal de Peor y Meriba (28– 33; Núm. 25:1– 15; 20:2– 13) y la entrada eventual a la tierra prometida (34– 38; Jue. 1:21, 27– 36; 3:3, 5; etc.).

Es una triste historia de pecado (6), indiferencia y olvido (7, 21), respuesta breve (12, 13), sibaritismo (14), insatisfacción con las providencias de Dios (16), idolatría (19), desobediencia (24, 25), falla en heredar (26), deslealtad (28), provocación (32), contemporización (34, 35) y corrupción religiosa (37– 39). Pero (con mayor énfasis) es la historia de salvación divina con poder (8– 11), Dios listo para mostrar misericordia (23, 30), alternando repetidamente su justo juicio con misericordias inmerecidas (40– 43), escuchando compasivamente los clamores pidiendo ayuda (44), y fidelidad al pacto y a su misericordia (45). Esta es la lección de nuestra historia: nuestra infidelidad, su fidelidad.

1– 5 Alabanza y oración. El Salmo comienza con una nota de alabanza y oración y termina con notas de oración (47) y alabanza (48), generando la alabanza de su pueblo (aunque saben que ningún mortal puede ponerse a la altura de las circunstancias). Nos asegura que la oración vale la pena, porque el individuo no es olvidado en los propósitos de Dios para su pueblo, y el pueblo no es olvidado aunque sea dispersado por todo el mundo. Resulta interesante que el comienzo y el final del Salmo también hacen oír una nota de bendición (3, 48 lit. Bendito sea el Señor), aunque usando distintas palabras heb. El camino de la obediencia es el camino de bendición (3), pero si eso fuera todo, ¿con nuestros antecedentes de incesante desviación, dónde quedaríamos? Pero hay un Dios digno de ser bendecido (ver el comentario de 103:1): el Dios siempre fiel, compasivo, misericordioso, perdonador, que escucha la oración, libera y salva. A esto todo el pueblo nosotros que hemos escuchado el catálogo de nuestros fracasos en los vv. 6– 39 con alegría decimos: Bendito sea el Señor ... ¡Amén! (48).

6– 12 El olvido del hombre. La salvación de Dios. Hemos pecado como nuestros padres (6). No se trata sólo de que seamos como ellos en pecar sino unidos con ellos en un continuo pecar. Ellos y nosotros juntos hemos hecho pervertidamente iniquidad una falla en nuestras naturalezas (perversión) y en nuestras vidas (iniquidad): ciegos a las maravillas que realiza el Señor, olvidadizos de sus hechos de misericordia (7, lit. la abundancia de sus hechos de amor inmutable) y llenos de rebelión infiel (Exo. 14:10– 12) en cuanto a su mente: sin percepción; en cuanto a su memoria: recordando poco; en cuanto a su fe: precario. Pero el Señor sigue (8– 11) actuando por amor de su nombre, o sea, porque es su naturaleza hacerlo, encargándose de nuestros adversarios circunstanciales y humanos, obrando una salvación completa (Exo. 14:13, 14, 30, 31) y generando una reacción fugaz de alabanza (cf. 13).

13– 18 Descontento sibarítico, egoísta. No recordaban al Dios del pasado ni consultaban al Dios del futuro (13) y en consecuencia cayeron presa de sus propias emociones impías: primero, cansándose de lo que Dios proveía para su sustento (14; Núm. 11:4– 6 cf. Juan 6:35 ss.); segundo, resintiendo la autoridad que había puesto sobre la comunidad (16; Núm. 16:3). En cada caso renunciaron al favor de Dios con el consecuente juicio. Llega un momento cuando la oración se convierte en una terca insistencia en nuestro propio camino y, como una obra de justo juicio, Dios nos da lo que insistíamos que debemos tener (15). De la misma manera llega un punto donde él insiste que, contrariamente a lo que nos pueda parecer, debemos obtener lo que él quiere. Moisés y Aarón fueron su mejor voluntad para su pueblo y en este punto se mantuvo firme (16). 13 Es la manera correcta de vivir con Dios a la luz de sus actos de salvación (cf. 8– 12) y de encarar el futuro a la luz de su consejo.

19– 23 Religión falsa: Moisés como mediador. 19, 20 (Rom. 1:21– 25). Toda religión hecha por el hombre involucra pensar en términos de modelos terrenales, confiando en una salvación fabricada por uno mismo, reemplazando al Dios eterno con lo que necesita apoyo para seguir funcionando y, cuando lo hacemos a un lado, la causa básica siempre es el olvido del poder salvador del único Dios verdadero. Pero aun bajo dichas circunstancias, el Señor acepta los oficios intercesores de un mediador (Heb. 7:25).

24-27 La palabra y la voz. Este es el eje del Salmo.

A1 (vv. 1– 5) Alabanza y oración

B1 (vv. 6– 12) El olvido del hombre: la salvación de Dios

C1 (vv. 13– 18) Descontento con las providencias de Dios

D1 (vv. 19– 23) Religión falsa: Moisés

E (vv. 24– 27) La palabra y la voz

D2 (vv. 28– 33) Religión falsa: Fineas

C2 (vv. 34– 38) Descontento con el Señor

B2 (vv. 39– 46) Rebelión del hombre: Dios recuerda

A2 (vv. 47, 48) Oración y alabanza

Lo breve de la sección central la hace más dramática, es una verdad que no necesita ser elaborada: el pecado central del pueblo de Dios es rechazar su palabra, no creyeron en su palabra (24), no escucharon la voz de Dios (25). Se trata del privilegio de poseer la palabra de Dios y la razón por la cual es nuestro pecado cardinal ignorarla: la palabra de Dios es la voz viva de Dios.

28– 33 Religión falsa: Fineas como mediador. Como Moisés en el v. 23, Fineas se interpuso y desvió la ira. Moisés, con su oración de autosacrificio (Exo. 32:31, 32) se acercó más al Mediador perfecto que inconscientemente estaban vislumbrando. La gracia le permitió desviar la ira, pero lo logró al convertirse en una maldición en nuestro lugar (2 Cor. 5:21). Pero si Moisés vislumbró al Señor Jesús en su oración, Fineas lo hizo en la posición divina de justicia que le fuera acordada como mediador, anticipando a Aquel a quien Isaías llama mi siervo justo (53:11; Heb. 7:26).

El segundo incidente (32, 33) incluido en esta estrofa, completa el primero: se adhirieron al Baal ... indignaron al Señor. No obstante, haber estado antes en esta misma situación (Exo. 17), la falta de agua (Núm. 20:3 ss.) provocó un arranque de ira contra Moisés, les pesó haber salido de la esclavitud egipcia, un deseo de muerte en lugar de la vida que Dios había ordenado para ellos. ¡Con razón fue demasiado para Moisés! El viejo Moisés de Exo. 2:11, 12 todavía merodeaba dentro del hombre conocido por su humildad (Núm. 12:3): Moisés pagó caro su arrebato de desobediencia (Núm. 20:12). La desobediencia a la palabra del Señor es el pecado cardinal (ver 24– 27). 27 Cf. Lev. 26:33; Deut. 28:64.

34– 38 Descontento con el Señor. Una vez más, todo lo malo surgía del pecado básico que es la desobediencia (34). En cuanto al mandato de que destruyeran: Primero (como muestra Gén. 15:16), la destrucción mandada era un justo juicio de Dios después de 400 años de tenerlos a prueba. No era arbitrario ni impulsivo, sino una decisión judicial solemne del Dios santo. Segundo, en esa etapa de la historia del pueblo de Dios, era la única manera de asegurar una separación adecuada del mundo. Negándose a ser un pueblo separado, llegaron a ser un pueblo desacreditado (35– 39); siempre resulta así. 35 Jue. 3:5, 6. 36 Jue. 2:12 ss. 37 2 Rey. 16:3. 38 Ya que la creación es en sí algo santo, puede ser profanada; es por cierto una fuerza moral operando contra los profanadores (Gén. 3:18; Lev. 18:25).

39-46 Rebelión humana, Dios recuerda. Estos versículos reflejan la tensión dentro de la naturaleza de Dios que el libro de Jue. explica detalladamente. En su justo furor, reacciona a la traición de su pueblo haciendo que sus enemigos los dominen. Pero lo que lo mueve no es el regreso de ellos al camino de justicia, sino la miseria de ellos y su propia fidelidad a la promesa que les hiciera.

47, 48 Oración y alabanza. Reúnenos de entre las naciones puede indicar que este Salmo fue escrito durante la cautividad babilónica, pero la inclusión de estos versículos en las celebraciones cuando David trajo el arca a Jerusalén (1 Crón. 15, 16) lo desdice. En el Salmo, las naciones son un lugar de dispersión, una trampa y una fuerza dominante. No hubo etapa, desde que entraran por primera vez a Canaán, cuando éste no fuera el caso en menor o mayor grado. Es mejor considerar al Salmo sencillamente como un canto de la iglesia en el mundo, sujeta a sus tentaciones, vencida por sus poderes, perdiendo su identidad por contemporizar, pero anhelando y orando por un día mejor y alabando a Dios quien, en medio de las fluctuaciones de su pueblo, es el mismo desde la eternidad hasta la eternidad.

La Biblia de Nuestro Pueblo (Liturgical Press, 2006),

Lamentación colectiva: una plegaria penitencial en forma de memorial histórico. A lo largo del salmo, tras la alabanza y súplica inicial (1-3.4s), desfilan los siete pecados de Israel cometidos de una a otra frontera: Desde Egipto hasta los límites con la tierra: El pecado junto al Mar Rojo (6-12), en el desierto (13-15), en el campamento (16-18), adoración del becerro (19-23), murmuraciones en las tiendas (24-27), los cultos de la fertilidad (28-31), en Meribá (32s). Ya en la tierra continúa la historia del pecado (34-46), articulada en cuatro estrofas (34-37.38s.40-43.44-46). Termina el salmo con una súplica y alabanza (47s), formando inclusión con el comienzo. La historia del pecado iniciada por los padres se continúa en la generación de los hijos. Son pecados cometidos fuera de la tierra y también en la tierra. Contaminada por el pecado la tierra de Dios, la única solución es sufrir las consecuencias. Pero la última palabra no la tiene el pecado, sino la gracia: «Daremos gracias a tu Nombre, y alabarte será nuestra gloria» (47b). El cuarto libro del salterio finaliza con una nueva doxología (48), cuyo autor es el redactor final del libro. También nuestra Iglesia es pecadora. Recordemos, por ejemplo, los desórdenes de la Iglesia de Corinto (1 Cor 5s). Ni siquiera la celebración eucarística se libra de los reproches paulinos (1Co_11:17-22); «pero cuanto más se multiplicó el pecado, más abundó la gracia» (Rom_5:20). Con este salmo nos confesamos pecadores ante Dios, pecadores como nuestros padres, y esperamos ser salvados por la gracia.

Libro del Pueblo de Dios (San Pablo, 1990)



1. Ver 107. 1; 118. 1; 136. 1.

7. Ver 78. 11-12.

9-11. Ver Éx. 14.

12. Ver Éx. 15.

14-15. Ver Núm. 11.

16-18. Ver Núm. 16.

19-23. Ver Éx. 32.

24-27. Ver Núm. 13 - 14.

28-31. Ver Núm. 25.

32. Ver Exo_17:1-7; Num_20:2-13.

33. Ver Num_20:12.

34-42. Ver Jue_2:11-23.

39. "Se prostituyeron": expresión frecuente en la Biblia, sobre todo en los profetas, para designar la infidelidad hacia Dios y, de manera particular, las prácticas idolátricas.

45-46. Ver Esd_9:6-9.

48. Con esta doxología concluye el cuarto libro del Salterio. Ver 41. 14; 72. 18-20; 89. 53.

Dios Habla Hoy (Sociedades Bíblicas Unidas, 1996)



Dios Habla Hoy 1996 Notes:



[1] 106.7 Ex 14.10-12.

[2] 106.8 Dt 7.7-8; Ez 20.9; 36.22-23.

[3] 106.9-12 Ex 14.21-31; 15.1-21.

[4] 106.14-15 Nm 11.4-34.

[5] 106.16-18 Nm 16.1-35.

[6] 106.19-23 Ex 32.1-14.

[7] 106.24-26 Nm 14.1-35.

[8] 106.27 Lv 26.33.

[9] 106.28-31 Nm 25.1-13.

[10] 106.32-33 Nm 20.2-13.

[11] 106.34-36 Jue 2.1-3; 3.5-6.

[12] 106.37 2 R 17.17; Bar 4.7.

[13] 106.38 Los sacrificios humanos estaban severamente prohibidos por la ley de Moisés (Lv 18.21; Dt 12.31; 18.10), pero algunos textos del AT indican que los israelitas no siempre tuvieron en cuenta esa prohibición (2 R 17.17; Jer 7.31; Ez 16.20).

[14] 106.39 A partir del profeta Oseas (1.2; 2.5; 5.3), el pecado en general, y en particular el de idolatría, era considerado como una prostitución o adulterio, es decir, como una infidelidad al Señor, esposo de Israel (Jer 3.1-2; Ez 16.15-16; 23.19-20).

[15] 106.40-46 Jue 2.14-18.

[16] 106.48 Con esta alabanza termina el Libro IV de los Salmos.

Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

*106 Lamentación colectiva: una plegaria penitencial en forma de memorial histórico. La historia del pecado iniciada por los padres se continúa en la generación de los hijos. Pero la última palabra de la historia no la tiene el pecado, sino la gracia.