ni la tiniebla es tenebrosa para ti,
aun la noche es luminosa como el día:
la tiniebla es como la luz del día. (Salmos 139, 12) © La Biblia de Nuestro Pueblo (2006)
Part-of-speech: adverb
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: negative particle
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: hif‘il
Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: conjunction
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: noun
Gender: masculine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: verb
Gender: masculine
Number: singular
Person: third person
State: not applicable
Verbal tense: imperfect
Verbal stem: hif‘il
Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: noun
Gender: feminine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: preposition
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: article
Gender: not applicable
Number: not applicable
Person: not applicable
State: not applicable
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Part-of-speech: noun
Gender: feminine
Number: singular
Person: not applicable
State: absolute
Verbal tense: not applicable
Verbal stem: not applicable
Esta meditación sapiencial sobre el conocimiento y la presencia de Dios acaso tuvo su «íncipit» ante la presión de los malvados (19-22): alguien ha sido acusado injustamente, quizás de idolatría y apela a Dios. En este ambiente compone su poema, que está formado por una breve introducción (1) y cuatro estrofas: A. El conocimiento divino (2-6). B. La presencia de Dios (7-12). A. El conocimiento/poder divino (13-16). C. El fiel y el rechazo de los ídolos (17-22). Los versículos 23s forman la inclusión con el versículo 1. Decir que Dios conoce es lo mismo que afirmar que Dios se dona amorosamente. Es un amor que abarca todo el ser humano, comprendido en las expresiones polares: sentarse y levantarse, camino y descanso, silencio y palabra, por detrás y por delante... Los verbos que se refieren a la actuación divina son de esta índole: conocer y discernir, saber y estrechar, apoyar la palma y saber... El conocimiento/amor de Dios resulta inefable e inenarrable (1-6). Dios está por doquier y nada impide su presencia: arriba y abajo, en la aurora y en ocaso, en la tiniebla primordial y en la oscuridad nocturna... (7-12). Todo queda iluminado por la presencia divina (12). Su presencia en nuestra vida se remonta a los tiempos de nuestra gestación en el seno materno (13). No se contenta con estar presente, es activo: nos formó y entretejió (15), como fue entretejido el paño que cubría el Arca: con bordados y recamados. La arquitectura humana es tan divina que lleva la huella de Dios en la carne. El ser humano es un «misterio, misteriosa obra de Dios» (14). Las andanzas de esta maravillosa obra de Dios que es el ser humano son cariñosamente cuidadas por la solicitud divina (16). ¿Puede comprenderse que alguien hable dolosamente de Dios? ¿No es irracional que alguien odie al Señor, si todo bien nos viene de Él? Irrastreables son los caminos de Dios, su sabiduría es un abismo (cfr. Rom_11:33). Dios nos estrecha y abraza no para condenarnos, sino para orientar nuestros pasos hacia su amor. Si queremos saborear el amor divino y apreciar la dignidad del hombre nos vendrá bien orar con este magnífico salmo.