Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)
1. Introducción Histórica (1:1-2:5).
Estado Político de Israel a la muerte de Josué.
El redactor último inspirado compuso esta introducción con el fin de encuadrar el libro de los Jueces en el marco general de la historia de Israel. Siguiendo el orden geográfico de sur a norte, señala cuál era a la muerte de Josué la situación de las tribus del mediodía (Judá y Simeón), del centro (Benjamín, Efraím y Manases) y de las tribus del norte de Palestina. Los puntos de contacto entre los datos que figuran en el primer capítulo y el libro de Josué se explican por el hecho de que ambos autores se inspiraron en las Cismas fuentes escritas y tradiciones orales, que cada uno utilizó de conformidad con el plan o tesis que intentó desarrollar. Los mismos hechos se narran en
Jue_1:3=
Jos_19:1-9;
Jos_1:10-11=Jos.
Al leer este primer capítulo del libro de los Jueces se obtiene la impresión de que la situación de las tribus en Palestina al iniciarse el período de los jueces era precaria y delicada. La conquista bajo Josué fue lenta y penosa. Entre las tribus no existía la solidaridad de otros tiempos. A menudo, una tribu, un clan, hacían la guerra aisladamente contra un enemigo, exterior o interior, que Josué no pudo dominar ni desalojar de sus posiciones. Los hijos de Israel dominaban en las regiones montañosas, mientras que su influencia en las llanuras era casi nula. ¿Cómo se explica esta inferioridad política de Israel en la tierra de promisión después de las repetidas promesas hechas por Yahvé a los patriarcas y a Moisés de combatir por Israel, destruir a los enemigos y entregarles aquella tierra que, en comparación con la estepa del desierto, manaba leche y miel? En el curso del libro trata el autor sagrado, a base de algunos hechos históricos aleccionadores, de dar respuesta adecuada a este enigma aparente.
Elección de Judá y su alianza con Simeón (Jos_1:1-3).
1
Después de muerto Josué, consultaron los hijos de Israel a Yahvé, diciendo: ¿Quién de nosotros subirá antes contra el cananeo y le combatirá? 2
Y respondió Yahvé: Judá subirá, pues he dado la tierra en sus manos. 3
Y dijo Judá a Simeón, su hermano: Sube conmigo a la parte que me ha tocado, a hacer la guerra al cananeo, y también iré luego yo contigo a la que te ha tocado a ti. Y fue con él Simeón.
Partiendo del supuesto de que los israelitas hacían las guerras de Yahvé (
1Sa_18:17), antes de emprender la campaña contra los cananeos, bajo cuya denominación se incluyen todos los pueblos enemigos de Palestina, consultaron a Yahvé (
1Sa_20:28;
1Sa_14:17;
1Sa_23:2;
1Sa_28:6;
1Sa_30:8;
2Sa_5:19-23) por medio del
efod, órgano supremo de la manifestación de la voluntad de Dios a su pueblo. l
No se dice quién utilizó el efod ni se indica el lugar en que fue consultado Yahvé. Es probable que se hiciera junto al arca de la alianza y por medio de los
urim y
tummim (Hummelauer). La respuesta del oráculo señaló a Judá, la tribu más numerosa (
Num_1:27;
Num_26:22), para iniciar las operaciones contra el cananeo (
Num_20:18), asegurándole la protección de Yahvé. Para su empresa pide y obtiene la colaboración de la tribu de Simeón.
Derrota y muerte de Adonisedec (Num_1:4-8).
4
Subió, pues, Judá, y puso Yahvé en sus manos al cananeo y al fereceo, y derrotaron en Becez a diez mil hombres. 5
Habiendo encontrado en Becez a Adonisedec, le atacaron y detrotaron a los cananeos y fereceos. 6
Huyó Adonisedec, y ellos le persiguieron, y, cogiéndole, le amputaron los pulgares de las manos y de los pies. 7
Y dijo Adonisedec: Setenta reyes con los pulgares de manos y pies amputados migajeaban debajo de mi mesa. Me devuelve Dios lo que yo les hice a ellos; y le llevaron a Jerusalén y allí murió. 8
Atacaron los hijos de Judá a Jerusalén; y habiéndola tomado, pasaron a los habitantes a filo de espada y pegaron fuego a la ciudad.
Entre los vencidos se menciona a los fereceos (
Gen_13:7;
Gen_15:20), pueblo de origen no semita, establecido en las regiones de Betel, )iquem y Becez. Con el fin de acentuar la protección especial de Dios a Judá, dice el texto que derrotó en Becez,
Ibzic, entre Naplusa y Betsán, a diez mil hombres, cifra redonda que equivale a decir que el número de los vencidos fue muy crecido. Adonisedec huyó, pero, habiéndolo capturado, le aplicaron la ley del talión. Se le amputaron los pulgares de las manos y de los pies con el fin de inutilizarle para el manejo de las armas, impedir su fuga y reducirlo a servidumbre. Con muchos reyezuelos de Palestina (setenta, dice el texto) había hecho lo mismo Adonisedec.
El v.8 se concilla difícilmente con otros datos ciertos de la historia de Israel (
Jos_15:63;
Jue_1:21;
Jue_19:11;
2Sa_5:6-9). La dificultad ha hecho que se ensayaran diversas soluciones. Lagrange y Vincent consideran el versículo como una glosa. La hipótesis de los que distinguen entre la ciudad alta y la ciudad baja tiene pocas probabilidades. La solución debe buscarse en el carácter mismo de este capítulo. Su redactor muestra el máximo interés en realzar la actuación de la tribu de Judá y
demostrar que Dios la antepone a las otras. Yahvé la elige para iniciar la campaña contra el cananeo y promete entregar la tierra en sus manos (
2Sa_1:1). Con su ayuda, Judá obtuvo una señalada victoria. Sin embargo, no siempre el éxito coronó sus empresas bélicas (
2Sa_1:18-19), pero el autor trata de atenuar su derrota con decir que aun entonces Yahvé estuvo con Judá (
2Sa_1:19). A pesar de sus fracasos, tiene a su favor el haber llevado a feliz término por obra de David, elemento destacadísimo de la tribu,
la conquista de Jerusalén,
la capital del reino teocrático. Con este anacronismo histórico, señala el autor o redactor los títulos que tiene Judá para ocupar un puesto preeminente entre las tribus de Israel.
Conquista de Hebrón y Dabir (2Sa_1:9-15).
9
Bajaron luego los hijos de Judá para combatir a los cananeos que habitaban en el monte, en el Negueb y en la Sefela. 10
Marchó Judá contra los cananeos que habitaban en Hebrón, antes llamado Cariat Arbe, y batió a Sesai, Ajimón y Tolmai. 11
De allí marchó contra los habitantes de Dabir, que se llamó antes Quiriat Sefer. 12
Caleb dijo: Al que ataque y tome a Quiriat Sefer le daré por mujer mi hija Acsa. 13
Otoniel, hijo de Quenaz, el hermano menor de Caleb, se apoderó de ella, y Caleb le dio su hija Acsa por mujer. 14
Cuando era llevada a la casa de Otoniel, él la incitó a que pidiera a su padre un campo. Bajóse ella del asno, y Caleb le preguntó: ¿Qué tie. nes? 15
Ella dijo: Hazme una gracia. Ya que me has dado tierra de secano, dame también regadíos. Y le dio Caleb el Gulat superior y el Gulat inferior.
El campo de batalla se desliza hacia el sur. Como en 1:1, bajo el nombre genérico de cananeos se incluyen los amorreos y los ena-quim, y acaso los descendientes de Jet. Salvo pequeñas diferencias, los v.10-15 concuerdan con
Jos_15:15-19. Cariat Arbe, villa de los cuatro clanes que formaban el pueblo de los enaquim, tenía a Hebrón por metrópoli (
Gen_23:2;
Gen_35:27;
Jos_20:2). Dabir (
Jos_15:15) se hallaba a unos veinte kilómetros al sudoeste de Hebrón (
Jos_15:13-20).
Los gumitas y la toma de Sefat (Jos_1:16-17).
16
Los hijos de Jobab el quineo, suegro de Moisés, subieron de la ciudad de las Palmeras con los hijos de Judá al desierto que está al mediodía de Judá, según se baja de Arad, y vinieron a habitar con los amalecitas. 17
Marchó después Judá con Simeón, su hermano, y batieron a los cananeos que habitaban en Sefat; la destruyeron totalmente, y se llamó la ciudad Jorma.
Los quinitas (
Gen_4:1;
Exo_3:1; c.1S;
Num_10:29;
Num_24:22;
Jue_4:11) habitaban en una región inhóspita al sur de Tell Arad. Subieron de Tamar, ciudad de las Palmeras (
Deu_34:3), y se establecieron en la región de Arad, a treinta kilómetros al sur de Hebrón, cohabitando con los amalecitas (
Num_24:21-22;
1Sa_15:6;
Jue_3:13). Judá mantiene su promesa de ayudar a Simeón en la lucha por la liberación de su territorio de los pueblos enemigos. Las dos tribus unidas destruyeron totalmente a Sefat, que recibió por esto mismo el nombre de Jorma, consagrada o entregada al anatema (
Num_21:1-3;
Jos_12:14;
Jos_15:30). ¿Debe identificarse este episodio con la destrucción de la ciudad de que se habla en
Num_21:37 Según Dillmann, en el libro de los Números se habla de este acontecimiento por anticipación; es mejor decir, con Budde, Moore y Nowack, que la palabra
Jorma allí es una interpolación (Lagrange).
Reveses de Judá (Num_1:18-20).
18
Pero no se apoderó Judá de Gaza y de su territorio, ni de Ascalón y Acarón con los suyos. 19
Fue Yahvé con Judá, y se apoderó Judá de la parte montañosa, pero no pudo expulsar a los habitantes del llano, que tenían carros de hierro. 20
Atribuyóse Hebrón a Caleb, como lo había dicho Moisés, y aquél arrojó de allí a los tres hijos de Enac.
Victorioso en la montaña, no pudo Judá apoderarse de la región marítima de Gaza, Ascalón y Acarón. Con su armamento rústico y primitivo no podía enfrentarse con pueblos que disponían de carros de combate (
Jos_17:16-18) recubiertos con láminas de hierro.
Es la primera vez que se hace mención de este metal en la Biblia. Fl texto griego: Y no se apoderó, debe absolutamente preferirse la lección del texto masorético: Y se apoderó. En
Jos_13:3 se escribe que la región de los filisteos resistió al empuje de los israelitas, lo cual concuerda con 3:3 y la historia subsiguiente. Ya hemos inri'cado el interés del autor o redactor de este capítulo en encubrir los infortunios de Judá. La nota del v.20 sobre Galeb se refiere a hechos sucedidos anteriormente (
Jos_14:12;
Jos_15:13)·
La tribu de Benjamín (Jos_1:21).
21
Los hijos de Benjamín no expulsaron a los jebuseos que habitaban en Jerusalén, y los jebuseos han habitado hasta el día de hoy con los hijos de Benjamín.
La ciudad de Jerusalén se adjudicó a Benjamín (
Jos_18:28). En
Jos_15:63 se atribuye este fracaso a los hijos de Judá. No se debe a un copista el hecho de que aquí se lea Benjamín en vez de Judá, sino al autor mismo. La segunda parte del versículo no debe entenderse en el sentido de que antes de la conquista de Jerusalén por David cohabitaran allí los benjaminitas con los jebuseos, sino en el sentido de que elementos jebuseos continuaron en Jerusalén aun después de la conquista de la ciudad por David (
2Sa_24:18). Puede interpretarse también en el sentido de que los benjaminitas vivían alrededor de la ciudad, ocupada por los jebuseos.
La casa de José y la toma de Betel (2Sa_1:22-26).
22
También la casa de José subió contra Betel, y Yahvé estuvo con ellos. 23
La casa de José hizo una exploración cerca de Betel, que antes se llamó Luz, 24
y los emboscados cogieron a un hombre que salía de la ciudad y le dijeron: Enséñanos por dónde se entra en la ciudad, y te haremos gracia. 25
El les enseñó por dónde podrían entrar en la ciudad, y ellos la pasaron a filo de espada, pero dejaron en libertad a aquel hombre y a toda su familia. 26
Este hombre se fue a tierra de jéteos y edificó allí una ciudad, a la que dio el nombre de Luz, y así se llama todavía hoy.
Gracias al favor divino pudo Judá dominar en la parte montañosa de su heredad y la casa de José asegurarse un gran éxito militar frente a la ciudad de Betel (
Jos_16:2). La ciudad fue capturada durante la noche, siguiendo las indicaciones que dio un hombre de la misma. En premio de su traición le perdonaron la vida y se marchó con su familia al norte de Palestina, en los alrededores de Lais. Leer Lais en vez de Luz. Antiguamente Betel se llamaba Luz (
Gen_28:19;
Gen_35:6;
Gen_48:3;
Jos_18:22). Se encuentra su emplazamiento en la actual
Betin, a dieciséis kilómetros al norte de Jerusalén.
Manases y Efraím (Jos_1:27-29).
27
Manases no expulsó a los habitantes de Betsán y de las ciudades de ella dependientes, ni a los de Tanac, Dor, Jeblam, Mageddo y las ciudades dependientes de ellas, y los cananeos se arriesgaron a permanecer en esta tierra. 28
Cuando Israel fue suficientemente fuerte, los hicieron tributarios, pero no los arrojaron. 29
Efraím no expulsó a los cananeos que habita-ban Gazer, y los cananeos siguieron habitando en medio de Efraím.
No pudo subyugar Manases las ciudades cananeas que cerraban el acceso a las fértiles llanuras de Betsán, junto al Jordán; Cisón, entre el Tabor y el Carmelo, y las planicies marítimas junto a Dor. Sólo más tarde, en tiempos de David y Salomón, los habitantes de estas ciudades se vieron obligados a prestar al rey sus servicios personales (
1Re_9:15). También fracasó Efraím en el intento de apoderarse de Gazer (
Jos_16:10), plaza fuerte que dominaba la llanura filistea y que además cortaba la comunicación entre las tribus del centro y las del mediodía. Un faraón entregó esta ciudad a Salomón como dote de su hija (
1Re_9:16).
Tribus del Norte (1Re_1:30-36).
30
Zabulón no expulsó a los habitantes de Quetrom ni a los de Nalol, y los cananeos siguieron habitando en medio de Zabulón, pero fueron hechos tributarios. 31
Aser no expulsó a los habitantes de Acó, ni a los de Sidón, ni a los de Majaleb, de Aczib, de Jelba, de Afee y de Rejob; 32
y los hijos de Aser habitan en la tierra en medio de los cananeos, porque no los expulsaron. 33
Neftalí no expulsó a los habitantes de Bet Se-mes ni a los de Bet Anat, y habitó en medio de los cananeos, habitantes de aquella tierra; pero los habitantes de Bet Semes y de Bet Anat fueron sometidos a tributo. 34
Los amorreos rechazaron a los hijos de Dan hacia los montes y no los dejaban bajar al llano; 35
arriesgáronse los amorreos a quedarse en el Har Jeres, en Ayalón y en Selebim; pero la mano de la casa de José pesó mucho sobre ellos y fueron sometidos a tributo. 36
El territorio de los idumeos se extendía desde la subida de Acrabim y desde Sela para arriba.
A grandes rasgos describe el autor la precaria situación de las tribus norteñas. Zabulón no pudo con los cananeos, que sólo más tarde fueron hechos tributarios. Ninguna ciudad importante del territorio a ella asignado pasó a poder de Aser. Peor suerte corrió la tribu de Dan, la cual, aprisionada entre los filisteos que habitaban en la costa y los amorreos de la montaña, acabó por emigrar al extremo septentrional de Palestina (c. 17-18).
En un rápido bosquejo, el autor de esta introducción histórica reúne datos interesantes sobre la conquista de Palestina. Destaca los esfuerzos de Judá y de la casa de José; la impotencia de Dan para asegurarse la posesión de la herencia que le fue asignada; la desídia de otras tribus, que prefirieron el pacto y la amigable convivencía con los cananeos a los riesgos de la guerra. En sus líneas generales el cuadro dibujado por el autor es sombrío. La rápida posesión del territorio, con la cual soñaban los israelitas procedentes de desierto, se convirtió en una empresa larga, ardua y sangrienta. Sobre quiénes recae la responsabilidad de que las cosas no se hubieran desarrollado de acuerdo con las solemnes promesas que hizo Yahvé a su pueblo?