Genesis 4,1


Caín y Abel.
Conoció el hombre a Eva, su mujer, que concibió y dio a luz a Caín, y dijo: «He adquirido un varón con el favor de Yahvé.»

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


NOTAS

4 En este capítulo, tanto el relato, Gén_4:1-16, como las genealogías, Gén_4:17-26, pertenecen a las tradiciones yahvistas. El relato supone una civilización algo desarrollada: en el terreno religioso, un culto con las ofrendas de los productos (quizá las primicias) del suelo y de los primogénitos del rebaño, Gén_4:3-4. Habría también hombres que podrían matar a Caín y otros que podrían vengarle, Gén_4:14-15. Este relato pudo referirse primeramente, no a los hijos del primer hombre, sino al antepasado epónimo de los Quenitas (Cainitas), ver Núm_24:21+. Trasladado a los orígenes de la humanidad, adquiere un alcance general: por un lado Caín y Abel se hallan en el origen de los dos modos de vida, el agricultor sedentario y el pastor nómada; por otro, estos dos hombres personifican la lucha del Hombre contra el Hombre. Junto a la rebelión del hombre contra Dios, está también la violencia del «hermano» contra su «hermano». El doble mandamiento del amor, Mat_22:40, vendrá a mostrar las exigencias fundamentales de la voluntad de Dios.

4:1 Expresión jubilosa de la primera mujer, que, de sierva de un marido, se convierte en madre de un hombre. Un juego de palabras relaciona el nombre de Caín (Qayin) con el verbo qanah «adquirir».
Genesis 4, 1

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