“
Rispá, hija de Ayá, tomó un sayal y se lo tendía sobre la roca desde el comienzo de la siega hasta que cayeron sobre ellos las lluvias del cielo; no dejaba que se pararan junto a ellos las aves del cielo por el día ni las bestias del campo por la noche. ”
21:10 (b) La llegada de la lluvia anuncia que el hambre va a cesar y que la expiación ha sido aceptada por Dios. Sólo entonces mandará David levantar los cadáveres. A estos casos particulares no se aplica Deu_21:22-23, ver Jos_10:27.