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Se ciñeron sayales a la cintura y cuerdas a la cabeza y se presentaron al rey de Israel, diciendo: «Tu siervo Ben Hadad pide: “Perdóname la vida”.» Él respondió: «¿Está vivo todavía? ¡Es mi hermano!» ”
Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros
NOTAS
20:32 Los reyes vasallos se llamaban «siervos» de su soberano, los reyes de igual poderío se trataban mutuamente de «hermanos». Ben Hadad ahora se confiesa vencido, pero Ajab rehúsa su homenaje, y los mensajeros oyendo esta apelación de «hermano», adivinan que la causa de su señor está ganada.