Esdras  . 8,22

Pues me daba vergüenza solicitar del rey soldados de infantería y de caballería para protegernos del enemigo en el camino; por el contrario, habíamos declarado al rey: «La mano de nuestro Dios está, para bien, con todos los que lo buscan; y su poder y su cólera sobre todos los que lo abandonan.»

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Neh_2:9
Esdras  8, 22

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