Isaí . as 1,18

“ Venid, pues, y disputemos
—dice Yahvé—:
Así fueren vuestros pecados como la grana,
cual la nieve blanquearán.
Y así fueren rojos como el carmesí,
cual la lana quedarán.
”
© Nueva Biblia de Jerusalén (Desclee, 1998)
Contexto (capítulo completo)

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Isa_43:26

[2] Sal_32:1+

[3] Sal_51:9 [Sal_51:7]

NOTAS

1:18 El perdón de los pecados es obra divina, Éxo_34:6+; Ose_11:8-9, como lo es el juicio, Sal_9:9 [Sal_9:8]. Dios, en su misericordia, acaba con el pecado del hombre, quien torna así a sus relaciones normales con Él. No hay pecado que agote el perdón divino, Sal 130. La condición que Dios exige es la confesión con arrepentimiento, Isa_57:15; Sal_19:13 [Sal_19:12]; Sal_25:11, Sal_25:18; Sal_32:5; Sal_51:19-20 [Sal_51:17-18], etc., y con la conversión interior que ello supone, Jer_3:14; Eze_18:30-32; Eze_33:11; ver Isa_30:18; Lam_5:21. El perdón de los pecados es también uno de los rasgos del reino mesiánico, Jer_31:31+, ver Eze_36:25-26 Jesús lo practicará, Mar_2:5-11 p.
 Isaías 1, 18

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