Isaí . as 28,23


El ejemplo de la labranza.
Escuchad y oíd mi voz,
atended y oíd mi dictado:

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


NOTAS

28:23 Inciso de carácter sapiencial a modo de parábola (aquí fuera de contexto). Si la agricultura fue enseñada por Dios, no va el propio Dios a ignorar sus principios al tratar a su pueblo. No se ara por arar, sino para sembrar; y esto se hace con orden. Distintos artículos (neguilla y comino, condimentos; cereales panificables, sustancia) reciben distinto tratamiento. Pero lo más importante: Dios como labrador de su pueblo no es su molinero. Limpia de paja el grano, no lo tritura.
Isaías 28, 23

Patrocinio