Jeremí . as  . 4,4

Circuncidaos para Yahvé,
extirpad los prepucios de vuestros corazones,
hombres de Judá y habitantes de Jerusalén;
no sea que brote como fuego mi saña,
y arda, y no haya quien la apague
en vista de vuestras obras perversas.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Deu_10:16

[2] = Jer_21:12

NOTAS

4:4 La circuncisión, Gén_17:10+, era en Israel la señal de la alianza. Para Jeremías, esta señal nada significa si no le corresponde la fidelidad interior, la «circuncisión del corazón», ver Deu_10:16. Israel se niega a escuchar a Yahvé, tiene «los oídos incircuncisos», Jer_6:10; se niega a convertirse, tiene «el corazón incircunciso», Jer_9:24-25 [Jer_9:25-26]; ver Lev_26:41. Será Yahvé quien, convirtiendo a Israel, circuncidará su corazón, Deu_30:6. Los extranjeros sí que son incircuncisos de corazón y de carne, Eze_44:7. El NT repetirá esta imagen, Hch_7:51, y San Pablo enseñará que la verdadera circuncisión, la que hace al verdadero israelita, es la del corazón, Rom_2:25-29; ver 1Co_7:19; Gál_5:6; Gál_6:15; Flp_3:3; Col_2:11; Col_3:11.
Jeremías  4, 4

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