Lamentaciones  . 4,1
“
Cuarta lamentación
Álef.
¡Qué deslucido quedó el oro,
qué pálido el oro más fino!
Las piedras sagradas están esparcidas
por las esquinas de todas las calles.
”
Cuarta lamentación
Álef.
¡Qué deslucido quedó el oro,
qué pálido el oro más fino!
Las piedras sagradas están esparcidas
por las esquinas de todas las calles.
”