Amos  . 8,11


Hambre y sed de la Palabra de Dios.
He aquí que vienen días
—oráculo del Señor Yahvé—
en que yo mandaré hambre a la tierra,
no hambre de pan, ni sed de agua,
sino de oír la palabra de Yahvé.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] Amó_4:2

[2] Mat_5:6; Deu_8:3+

NOTAS

8:11 «la palabra» griego; «las palabras» hebr. -El profeta no anuncia una conversión, caracterizada por un hambre de oír la palabra de Dios a fin de obedecerla, sino un castigo. Cansado de hablar sin ser escuchado, Dios se calla. Ya no suscita profetas.
Amos  8, 11

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