9:10 (a) Amós afirma sin vacilación que los pecadores serán castigados y los justos salvados, y se representa esta retribución bajo la forma de una catástrofe que alcanzaría sólo a los pecadores, cosa que la historia futura desmentirá. Esta certeza del profeta y este mentís de la historia serán utilizados por el Espíritu para hacer nacer, seis siglos más tarde, la fe en una retribución después de la muerte, ver Dan_12:2-3.
9:10 (b) Seguimos al griego. Hebr.: «Tú no harás que se acerque la desgracia ni dejarás que nos alcance».