“
Y al que diga una palabra contra el Hijo del hombre, se le perdonará; pero al que la diga contra el Espíritu Santo, no se le perdonará ni en este mundo ni en el otro. ”
12:32 El hombre tiene excusa si se equivoca respecto a la divinidad de Jesús, velada por sus humildes apariencias de «Hijo del hombre», Mat_8:20+; pero no la tiene si cierra sus ojos y su corazón a las admirables obras del Espíritu. Negándolas, rechaza la invitación suprema que Dios le hace, y se sitúa fuera de la salvación, ver Heb_6:4-6; Heb_10:26-31.