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Y adelantándose un poco, cayó rostro en tierra, y suplicaba así: «Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa, pero no sea como yo quiero, sino como quieres tú.» ”
26:39 Jesús experimenta con toda su fuerza el miedo que la muerte inspira al hombre; siente y expresa el deseo natural de librarse de ella, reprimiéndolo, sin embargo, con la aceptación de la voluntad del Padre, ver Mat_4:1+.