Mateo 5,3

«Bienaventurados los pobres de espíritu,
porque de ellos es el Reino de los Cielos.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


NOTAS

5:3 (a) El AT empleaba a veces fórmulas de felicitación como éstas, a propósito de piedad, de sabiduría, de prosperidad, Sal_1:1-2; Sal_33:12; Sal_127:5-6; Pro_3:3; Sir_31:8; etc. Bienaventuranzas de carácter sapiencial se han descubierto en Qumrán. Jesús recuerda, en el espíritu de los profetas, que también los pobres participan de estas «bendiciones»: las tres primeras «bienaventuranzas», Mat_5:3-5; Luc_6:20-21+, declaran que hombres considerados de ordinario como desgraciados y malditos son felices, ya que son aptos para recibir la bendición del Reino. Las bienaventuranzas siguientes apuntan más directamente a la actitud moral del hombre. Otras bienaventuranzas de Jesús: Mat_11:6; Mat_13:16; Mat_16:17; Mat_24:46; Luc_11:27-28; etc. Ver también Luc_1:45; Apo_1:3; Apo_14:13; etc.

5:3 (b) Cristo recoge la palabra «pobre» con el matiz moral perceptible ya en Sofonías, ver Sof_2:3+, hecho aquí explícito por la expresión «de espíritu», ausente en Luc_6:20. Indefensos y oprimidos, los «pobres» o los «humildes» están a punto para el Reino de los Cielos; tal es el tema de las Bienaventuranzas, ver Luc_4:18; Luc_7:22 = Mat_11:5; Luc_14:13; Stg_2:5. La «pobreza» viene a parecerse a la «infancia espiritual» necesaria para entrar en el Reino, Mat_18:1 = Mar_9:33; ver Luc_9:46; Mat_19:13; Mat_11:25 (el misterio revelado a los «pequeños», nêpioi, ver Luc_12:32; 1Co_1:26). A los «pobres», ptôjoi, corresponden también los «humildes», tapeinoi , Luc_1:48; Luc_1:52; Luc_14:11; Luc_18:14; Mat_23:12; Mat_18:4, los «últimos» opuestos a los «primeros», Mar_9:35, los «pequeños» opuestos a los «grandes», Luc_9:48; ver Mat_19:30; Mat_20:26 (ver Luc_17:10). Si bien la fórmula de Mat_5:3 subraya el espíritu de pobreza, tanto en el rico como en el pobre, a lo que Cristo se refiere generalmente es a una pobreza efectiva, en especial para sus discípulos, Mat_6:19; ver Luc_12:33; Mat_6:25; Mat_4:18 (ver Luc_5:1); Mat_9:9; Mat_19:21; Mat_19:27 (ver Mar_10:28); ver Hch_2:44; Hch_4:32. Él mismo da ejemplo de pobreza, Luc_2:7; Mat_8:20, y de humildad, Mat_11:29; Mat_20:28; Mat_21:5; Jua_13:12; ver 2Co_8:9; Flp_2:7. Se identifica con los pequeños y los desdichados, Mat_25:45; ver Mat_18:5.
Mateo 5, 3

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