Hechos 8,10

Y todos, desde el menor hasta el mayor, le prestaban atención y decían: «Éste es la Potencia de Dios llamada la Grande.»

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


NOTAS

8:10 O, no tan bien: «la Potencia de Dios, a la que se llama Megal-lé » (es decir, en arameo: «Reveladora»). Suponíase, pues, que una emanación del Dios supremo habitaba en Simón, quien le debía sus poderes sobrenaturales.
Hechos 8, 10

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