“
En efecto, lo de: No adulterarás, no matarás, no robarás, no codiciarás y todos los demás preceptos, se resumen en esta fórmula: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. ”
13:9 (b) El prójimo ya no es, como en Lv, el miembro del mismo pueblo, sino todos los miembros de la familia humana, unificada en Cristo, Gál_3:28; Mat_25:40.