REFERENCIAS CRUZADAS
[1] Éxo_20:17; Stg_1:14-15
NOTAS
7:7 La ley en sí es buena y santa en cuanto que expresa la voluntad de Dios, Rom_7:12-25; 1Ti_1:8; representa un glorioso patrimonio de Israel, Rom_9:4; pero ver Rom_2:14. Y, con todo, parece haber fracasado: no sólo los judíos son pecadores, como los demás, a pesar de su Ley, Rom_2:21-27; Gál_6:13; Efe_2:3; sino que hasta sacan de ella una confianza en sus obras, Rom_2:17-20; Rom_3:27; Rom_4:2; Rom_4:4; Rom_9:31; Flp_3:9; Efe_2:8, que les cierra a la gracia de Cristo, Gál_6:12; Flp_3:18; ver Hch_15:1; Hch_18:13; Hch_21:21. En una palabra, la Ley es incapaz de conferir la justicia, Gál_3:11, Gál_3:21 s; Rom_3:20; ver Heb_7:19. Con una dialéctica, que en la polémica adquiere un giro paradójico, Pablo explica este fracaso aparente por la misma naturaleza de la Ley y por su función en la historia de la salvación. La ley (mosaica, pero también toda ley incluso el «precepto» dado a Adán, ver vv. Rom_7:9-11), luz que ilumina el espíritu sin darle fuerza interior, es impotente para conseguir se evite el pecado; más bien le favorece. Sin ser ella misma fuente de pecado, se convierte en su instrumento excitando la concupiscencia, Rom_7:7; por el conocimiento que da al espíritu agrava la falta convirtiéndola en una «transgresión», Rom_4:15; Rom_5:13; finalmente, no proporciona otro remedio que un castigo de ira, Rom_4:15, de maldición, Gál_3:10, de condenación 2Co_3:9, y de muerte, 2Co_3:6, hasta el punto que puede ser llamada la «ley del pecado y de la muerte», Rom_8:2; ver 1Co_15:56; Rom_7:13. Si a pesar de todo Dios ha querido este sistema imperfecto, ha sido como un régimen transitorio de pedagogo, Gál_3:24, para dar al hombre la conciencia de su pecado, Rom_3:19; Rom_5:20; Gál_3:19, y conseguir de él que sólo espere su justicia de la gracia de Dios, Gál_3:22; Rom_11:32. Como régimen transitorio, debe desaparecer para ser sustituido por el cumplimiento de la Promesa hecha anteriormente a Abrahán y a su descendencia, Gál_3:6-22; Rom 4. Cristo ha puesto fin a la Ley, Efe_2:15; ver Rom_10:4, «dando cumplimiento», ver Mat_3:15; Mat_5:17, en todo lo que tiene de positivo, Rom_3:31; Rom_9:31, en especial con su muerte, expresión suprema de su amor, Rom_5:8; Rom_8:35; Rom_8:39; Gál_2:20; Flp_2:5-8; con ello satisfacía las exigencias de la Ley en relación con los pecadores con quienes quiso solidarizarse, Gál_3:13+; Rom_8:3+; Col_2:14. Libra a los hijos de la tutela del pedagogo, Gál_3:25. Con él han muerto a la Ley, Gál_2:19; Rom_7:4-6; ver Col_2:20, de la cual les ha «rescatado», Gál_3:13, para hacer de ellos hijos adoptivos, Gál_4:5. Por el Espíritu de la Promesa, da al hombre nuevo, Efe_2:15+, la fuerza interior para realizar el bien que la ley ordenaba, Rom_8:4. Este régimen de la gracia que sustituye al de la Ley antigua puede también ser llamado ley, pero es la «ley de la fe», Rom_3:27, la «ley de Cristo», Gál_6:2, la «ley del Espíritu», Rom_8:2, cuyo compendio total es el amor, Gál_5:14; Rom_13:8-10; ver Stg_2:8; Jua_13:34, participación del amor del Padre y del Hijo, Gál_4:6; Rom_5:5+.
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Romanos 7,
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