5:16 Este pasaje manifiesta claramente cómo se oponen estos dos principios de actuación, la carne y el espíritu, ver Rom_5:5+; Rom_7:5+. Conducido por el Espíritu, vv. Gál_5:18, Gál_5:25; Rom_8:14, el cristiano vive espontáneamente según el Espíritu, vv. Gál_5:22-23, y se aparta de las obras a las que le lleva la «concupiscencia» de la carne, vv. Gál_5:16, Gál_5:24; pero estas obras no quedan en modo alguno determinadas por el hecho de que tengan su sede en el «cuerpo».