“
Y penetró en el santuario una vez para siempre, no con sangre de machos cabríos ni de novillos, sino con su propia sangre, consiguiendo una liberación definitiva. ”
9:12 En su ascensión, Cristo resucitado atravesó los cielos, Heb_4:14+, el «Santo» de la Tienda celestial, v. Heb_9:11, y llegó a la presencia de Dios en el «Santo de los Santos», v. Heb_9:12.