“
Se calzó las sandalias, se puso los collares, brazaletes y anillos, sus pendientes y todas sus joyas, y realzó su hermosura cuanto pudo, con ánimo de seducir a todos los hombres que la viesen. ”
10:4 La Vulg. añade: «El Señor le concedió también hermosura porque este atavío no se inspiraba en la sensualidad, sino en el valor» (ver Est_5:1 griego y Jdt_15:4-5 Vulg.). El griego, que refiere sin pestañear la audaz empresa de Judit, deja entender, hasta el grito de acción de gracias de Jdt_13:16, la ayuda divina que la conservará incólume.