Judith 3,8

Holofernes saqueó sus santuarios y taló sus bosques sagrados, pues había recibido la orden de destruir todas las divinidades del país para que todas las gentes adorasen únicamente a Nabucodonosor, y todas las lenguas y todas las tribus le proclamasen dios.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


REFERENCIAS CRUZADAS

[1] 2Cr_17:6; Éxo_34:13+

NOTAS

3:8 (a) «santuarios» sir.; «territorio» griego, pero ver la continuación del v.

3:8 (b) Los reyes asirios o babilonios jamás tuvieron tal exigencia. Los Seléucidas, a ejemplo de Alejandro, fueron los primeros en exigir honores divinos.
Judith 3, 8

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