Judith 8,25

«Por todo esto, debemos dar gracias al Señor, nuestro Dios, que ha querido probarnos como a nuestros padres.

Nueva Biblia de Jerusalén (1998) - referencias, notas e introducciones a los libros


NOTAS

8:25 Lección de la historia patriarcal (que el autor de Jb no había deducido): la desgracia del justo no es un castigo, sino una prueba.
Judith 8, 25

Patrocinio