1:13 El autor considera a la vez la muerte física y la muerte espiritual, ligadas mutuamente: la causa de la muerte es el pecado, y para el hombre pecador, la muerte física es también la muerte espiritual y eterna. El autor remite aquí al relato de Gn 2-3 para deducir de él las intenciones del Creador: el hombre ha sido creado para la inmortalidad y nada puede frustar en la creación la voluntad divina; por el contrario, «las criaturas» ayudan a la salvación del hombre. -San Pablo, Rom_5:12-21+, volverá sobre esta doctrina de la muerte introducida por el pecado, contraponiendo al primer Adán pecador el nuevo Adán salvador.