“ David perdona a Saúl. Llegaron los de Zif donde Saúl, en Guibeá, diciendo: «¿Acaso no está escondido David en la colina de Jaquilá, hacia el este de la estepa?» ”
26 El relato de este capítulo es muy parecido al del cap. 24. Se trata o de sucesos similares, moldeados de forma idéntica por la tradición oral y luego escrita, o bien, con mayor probabilidad, de un duplicado, dos formas paralelas de referir la generosidad de David y su respeto religioso del carácter sagrado del rey, «el ungido de Yahvé», ver 1Sa_9:26+.