Exodo 20,1
REFERENCIAS CRUZADAS
[1] |Deu_5:6-22; Éxo_34:10-27; Mat_19:16-22+; Mat 5
NOTAS
20 En el estado actual del libro, el Decálogo no encaja en el marco del relato Éxo_19:24-25 y Éxo_20:18-21. El Decálogo (o «Diez Palabras», ver Éxo_34:28; Deu_4:13; Deu_10:4) se nos conserva bajo dos formas: aquí, en una recensión elohísta, y en Deu_5:6-21, en una recensión deuteronomista un tanto diferente. Su forma primitiva, a la que podemos considerar de la época mosaica, debió consistir en una serie de diez fórmulas breves (ver los mandamientos 5º, 6º, 7º y 8º), rítmicas, fáciles de retener en la memoria. Luego, el Decálogo se trasmitió oralmente en los grupos que vivieron la experiencia del Sinaí y sabían que contenía las «palabras» que Dios había pronunciado allí. Fue, pues, incluido, con algunas ampliaciones, en el relato de la teofanía. La tradición elohísta prosigue luego en Éxo_24:3, saltando el Código de la Alianza. El Decálogo abarca todo el campo de la vida religiosa y moral. Se han propuesto dos divisiones de los mandamientos: a) Éxo_20:2-3; Éxo_20:4-6; Éxo_20:7; Éxo_20:8-11; Éxo_20:12; Éxo_20:13; Éxo_20:14; Éxo_20:15; Éxo_20:16; Éxo_20:17; b) Éxo_20:3-6; Éxo_20:7; Éxo_20:8-11; Éxo_20:12; Éxo_20:13; Éxo_20:14; Éxo_20:15; Éxo_20:16; Éxo_20:17 a y b. La primera, que es la de los Padres griegos, se ha conservado en las Iglesias ortodoxas y reformadas. Las Iglesias católica y luterana han adoptado la segunda, establecida por San Agustín conforme al Deuteronomio. El Decálogo es el núcleo de la Ley mosaica y conserva su valor en la Nueva Ley; Cristo recuerda estos mandamientos a los que se añaden, como sello de perfección, los consejos evangélicos, Mar_10:17-21. La polémica de San Pablo contra la Ley, Rm Ga, no afecta a estos deberes esenciales para con Dios y para con el prójimo.
Exodo 20,3 REFERENCIAS CRUZADAS [1] Deu_6:4;
Ose_13:4 NOTAS 20:3 Yahvé exige de Israel un culto exclusivo; es la condición de la Alianza. La negación de la existencia de otros dioses no vendrá hasta más adelante, ver
Deu_4:35+.
Exodo 20,4 REFERENCIAS CRUZADAS [1] Lev_19:4;
Deu_4:15-20 NOTAS 20:4 Prohibición de esculpir imágenes cúlticas de Yahvé (ver la justificación dada en
Deu_4:15). Esta prohibición establece una separación entre Israel y todos los demás pueblos que le rodean.
Exodo 20,5 REFERENCIAS CRUZADAS [1] Deu_4:24+;
Éxo_34:7+
Exodo 20,7 REFERENCIAS CRUZADAS [1] Lev_19:12 NOTAS 20:7 Lo cual podría incluir, además del perjurio,
Mat_5:33, y el falso testimonio,
Éxo_20:16 y
Deu_5:20, el empleo mágico del nombre divino: el griego y la Vulg. lo han traducido «en vano».
Exodo 20,8 REFERENCIAS CRUZADAS [1] Éxo_23:12;
Éxo_31:12-17;
Éxo_34:21;
Éxo_35:1-3;
Lev_19:3;
Lev_23:3;
Núm_15:32-36;
Deu_5:12-15;
2Cr_36:21;
Luc_13:14 NOTAS 20:8 El nombre del sábado es relacionado explícitamente por la Biblia,
Éxo_16:29-30;
Éxo_23:12;
Éxo_34:21, con una raíz que significa «cesar», «descansar». Es un día de reposo semanal, consagrado a Yahvé, que descansó el séptimo día de la creación,
Éxo_20:11, ver
Gén_2:2-3. A este motivo religioso se añade una preocupación humanitaria,
Éxo_23:12;
Deu_5:14. La institución del sábado es muy antigua, pero su observancia cobró especial importancia a partir del Destierro y se convirtió en un distintivo del Judaísmo,
Neh_13:15-22;
1Ma_2:32-41. El espíritu legalista trasformó la alegría de ese día en un agobio del que Jesús liberó a sus discípulos,
Mat_12:1 s p;
Luc_13:10 s;
Luc_14:1 s.
Exodo 20,11 REFERENCIAS CRUZADAS [1] Gén_2:2-3
Exodo 20,12 REFERENCIAS CRUZADAS [1] Lev_19:3;
Efe_6:2-6
Exodo 20,13 REFERENCIAS CRUZADAS [1] Rom_13:9;
Stg_2:11
Exodo 20,15 REFERENCIAS CRUZADAS [1] Lev_19:11
Exodo 20,16 REFERENCIAS CRUZADAS [1] Deu_5:20
Exodo 20,17 REFERENCIAS CRUZADAS [1] Miq_2:2
Exodo 20,18 REFERENCIAS CRUZADAS [1] Deu_5:23-31 NOTAS 20:18 (a) Los vv.
Éxo_20:18-21 están relacionados con la descripción elohísta de la teofanía como una tormenta,
Éxo_19:19, ver
Éxo_19:16+.
20:18 (b) «temblando de miedo», sam., griego; «percibió» hebr. (simple cambio de vocalización).
Exodo 20,19 REFERENCIAS CRUZADAS [1] Éxo_33:20+
Exodo 20,20 REFERENCIAS CRUZADAS [1] Deu_8:2 NOTAS 20:20 Aquí se distingue entre el terror ante las manifestaciones sensibles de la grandeza divina, en especial los fenómenos de la naturaleza que acompañan a las teofanías, y el temor, que es sumisión sin reserva a la voluntad de Dios, ver
Gén_22:12;
Deu_6:2+.
Exodo 20,22 NOTAS 20:22 El «Código de la Alianza», 20:22—23:33, es llamado así por los modernos, conforme a
Éxo_24:7, aunque este pasaje se refiere más bien al Decálogo. Esta colección de leyes y costumbres no se promulgó en el Sinaí: sus preceptos suponen una colectividad sedentaria y agrícola. Data de los primeros tiempos del establecimiento en Canaán, antes de la monarquía. Puesto que aplica el espíritu de los mandamientos del Decálogo, se le ha considerado como la carta de la Alianza del Sinaí y, por esta razón, se le ha incluido aquí a continuación del Decálogo. Sus contactos con el Código de Hammurabi, el Código hitita y el Decreto de Horemheb no prueban necesariamente una dependencia directa, sino más bien una fuente común: un viejo derecho consuetudinario que se ha diferenciado según los ambientes y los pueblos. -Pueden clasificarse las prescripciones del Código, conforme a su contenido, en tres capítulos: derecho civil y penal, 21:1—22:20; reglas para el culto,
Éxo_20:22-26;
Éxo_22:28-31 [
Éxo_22:29-31];
Éxo_23:10-19; moral social,
Éxo_22:21-27 [
Éxo_22:22-28];
Éxo_23:1-9. Según su forma literaria, estas prescripciones se dividen en dos categorías: «casuística» o condicional en la línea de los códigos mesopotámicos; «apodíctica» o imperativa según el estilo del Decálogo y de los textos de la sabiduría egipcia.
Exodo 20,24 REFERENCIAS CRUZADAS [1] Lev_1:1+;
Lev_3:1+
NOTAS 20:24 Contrariamente a
Deu_12:5, etc., el Código de la Alianza admite la pluralidad de lugares de culto. El culto es legítimo en cualquier lugar en el que Yahvé haya manifestado su presencia, en el que se haya revelado y del que, por lo mismo, haya tomado posesión.
Exodo 20,25 REFERENCIAS CRUZADAS [1] Deu_27:5-6
Exodo 20,26 NOTAS 20:26 El sacrificador debía cubrirse con un simple paño al modo egipcio, de ahí el peligro de indecencia cuando subía las gradas del altar.