Numeros  25 Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011) | 18 versitos |
1 Israel se estableció en Sitín. Y el pueblo empezó a fornicar con las muchachas de Moab.
2 Estas invitaron al pueblo a los sacrificios de sus dioses y el pueblo participó en el banquete y se postró ante sus dioses.
3 Israel se unió así al Baal de Peor, y se encendió la ira del Señor contra Israel.
4 Dijo el Señor a Moisés: «Toma a todos los jefes del pueblo y empálalos en honor del Señor, a la luz del sol; así se apagará la ira del Señor contra Israel».
5 Dijo Moisés a los jueces de Israel: «Matad cada uno a aquellos de los vuestros que se hayan unido al Baal de Peor».
6 Sucedió que un hombre, uno de los hijos de Israel, vino y presentó ante sus hermanos a una madianita, a la vista de Moisés y de toda la comunidad de los hijos de Israel, que estaba llorando a la entrada de la Tienda del Encuentro.
7 Al verlo Pinjás, hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, se levantó en medio de la comunidad, lanza en mano,
8 entró tras el hombre en la alcoba y los atravesó a los dos, al israelita y a la mujer, por el bajo vientre. Y se detuvo la plaga que azotaba a los hijos de Israel.
9 Habían muerto ya por la plaga veinticuatro mil.
10 El Señor habló a Moisés y le dijo:
11 « Pinjás, hijo de Eleazar, hijo del sacerdote Aarón, ha aplacado mi furor contra los hijos de Israel, porque él ha sido, de entre vosotros, el que ha sentido celo por mí; por eso no he acabado con los hijos de Israel a impulso de mis celos.
12 Por eso digo: le concedo a él mi alianza de paz;
13 tanto él como su descendencia tendrán derecho perpetuo al sacerdocio. Por haber sentido celo de su Dios y haber expiado por los hijos de Israel».
14 El israelita muerto, el que fue matado junto con la madianita, se llamaba Zimrí, hijo de Salú, jefe de familia en la tribu de Simeón.
15 Y la mujer muerta, la madianita, se llamaba Cosbí, hija de Sur, que era jefe de clan en Madián.
16 El Señor dijo a Moisés:
17 «Atacad a los madianitas y derrotadlos,
18 porque ellos os han atacado a vosotros con sus seducciones, con lo de Peor y con lo de su hermana Cosbí, hija de un jefe de Madián, la que fue muerta el día de la plaga, cuando lo de Peor».

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Introducción a Numeros 

NÚMEROS

Éxodo y Levítico habían dejado a los israelitas al pie de la montaña sagrada. Allí el Señor había entregado la Alianza y la Ley al pueblo, había sido construido el Santuario, había sido consagrado sacerdote Aarón y se había inaugurado el culto. Con esos elementos y el liderazgo de Moisés, el Israel de las doce tribus podía ya ponerse en marcha rumbo a la tierra prometida. Ahí es donde retoma Números el hilo de la historia; lo dejará cuando, al cabo de cuarenta años por el desierto, Israel se encuentre a las puertas de la tierra prometida.

Números contiene temas de honda significación para el pueblo de Dios:

1) Israel es el pueblo elegido y bendito;

2) este pueblo es también la morada del Señor;

3) Dios es, por el ministerio de Moisés, el único rey de su pueblo;

4) Aarón se presenta, sin tener la importancia de Moisés, como figura relevante, epónimo de la clase sacerdotal jerosolimitana;

5) se alude a la sucesión de los líderes que guiarán al pueblo;

6) Israel se presenta también como pueblo infiel; y

7) se ve cómo el castigo no es la última palabra de Dios, pues del desierto se espera que saldrá el verdadero pueblo de Israel.

Fuente: Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

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Notas

Numeros  25,1-18*20:1-25:18 Esta nueva sección la componen relatos procedentes de tradiciones antiguas; tratan principalmente del avance del pueblo hacia la meseta de Moab, a un paso de la tierra prometida, superando las dificultades creadas por los reyes de naciones que luego serán enemigas de Israel, opuestos a dejarlos pasar.