II Crónicas  35 Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011) | 27 versitos |
1 Josías celebró en Jerusalén la Pascua del Señor, inmolándola el día catorce del primer mes.
2 Restableció a los sacerdotes en sus funciones y los confirmó en el servicio del templo del Señor.
3 Dijo a los levitas, instructores de Israel y consagrados al Señor: «Dejad el Arca santa en el templo que construyó Salomón, hijo de David, rey de Israel. Ya no tendréis que trasladarla a hombros. Servid ahora al Señor, vuestro Dios, y a su pueblo Israel.
4 Organizaos por familias y secciones, según lo prescrito por David, rey de Israel, y por su hijo Salomón.
5 Servid en el santuario a los grupos familiares —a vuestros hermanos, los hijos del pueblo— y a las secciones familiares de los levitas.
6 Inmolad la Pascua, purificaos y preparádsela a vuestros hermanos, a fin de que puedan cumplir lo que mandó el Señor por medio de Moisés».
7 Josías proporcionó a la gente ganado menor —treinta mil corderos y cabritos— para los sacrificios pascuales de todos los presentes, y tres mil bueyes, todo ello de la hacienda real.
8 También los jefes fueron generosos con el pueblo, los sacerdotes y los levitas. Jilquías, Zacarías y Yejiel, intendentes del templo del Señor, dieron a los sacerdotes dos mil seiscientas cabezas de ganado para la pascua y trescientos bueyes.
9 Quenanías, Semaías y Nataniel, su hermano, y Jasabías, Yeiel y Jozabad, jefes de los levitas, proporcionaron a los levitas cinco mil cabezas de ganado para la pascua y quinientos bueyes.
10 Cuando estuvo preparada la ceremonia, los sacerdotes ocuparon sus puestos y también los levitas según sus clases, conforme a la orden real.
11 Inmolaron la Pascua. Los sacerdotes rociaban con sangre, mientras los levitas desollaban las víctimas.
12 Separaban lo reservado al holocausto y se lo entregaban al pueblo por grupos de familias, para que lo ofreciesen al Señor, conforme a lo prescrito en el libro de Moisés. Hicieron lo mismo con los bueyes.
13 Asaron la Pascua, como está mandado, y cocieron los alimentos sagrados en ollas, calderos y cazuelas, repartiéndolo con presteza a todo el pueblo.
14 Después la prepararon para ellos mismos y para los sacerdotes; como los sacerdotes aaronitas estuvieron ocupados hasta la noche ofreciendo los holocaustos y las grasas, los levitas la prepararon para sí mismos y para los sacerdotes aaronitas.
15 También los cantores, descendientes de Asaf, estaban en sus puestos, según el mandato de David, Asaf, Hemán y Yedutún, vidente del rey. Cada uno de los porteros ocupaba su puerta. No necesitaban abandonar su servicio, porque sus hermanos levitas se lo prepararon todo.
16 Toda la ceremonia sagrada se realizó aquel mismo día: se celebró la Pascua y se inmolaron los holocaustos en el altar del Señor, según el mandato del rey Josías.
17 Los hijos de Israel que se hallaban presentes celebraron entonces la Pascua y la fiesta de los Ácimos durante siete días.
18 No se había celebrado en Israel Pascua como esta desde los tiempos del profeta Samuel; ningún rey de Israel celebró una Pascua como la que celebraron Josías, los sacerdotes, los levitas, todos los de Judá e israelitas que se encontraban allí y los habitantes de Jerusalén.
19 Se celebró esta Pascua el año decimoctavo del reinado de Josías.
20 Después de que Josías hiciera todo esto para reparar el templo, subió Necó, rey de Egipto, para combatir en Carquemis, junto al Éufrates. Josías salió a hacerle frente.
21 Necó le envió este mensaje: «¿Qué tengo que ver contigo, rey de Judá? Hoy no he venido contra ti, sino contra la dinastía que me hace la guerra. Dios me ha dicho que me apresure. Deja de oponerte a Dios que está conmigo, no sea que te destruya».
22 Pero Josías no retrocedió, pues estaba decidido a combatir. Desobedeciendo lo que Dios le decía por medio de Necó, entabló combate en la llanura de Meguido.
23 Los arqueros dispararon contra el rey Josías y este dijo a sus servidores: «Retiradme, pues estoy gravemente herido».
24 Sus servidores lo sacaron del carro, lo subieron a otro que poseía y lo llevaron a Jerusalén, donde murió. Fue sepultado en el sepulcro de sus padres. Todo Judá y Jerusalén hicieron duelo por Josías.
25 Jeremías compuso una elegía en memoria de Josías. Los cantores y cantoras lo recuerdan aún hoy en sus elegías. Se han hecho tradicionales en Israel. Están escritas entre las Lamentaciones.
26 El resto de los hechos de Josías, sus obras piadosas —conforme a lo escrito en la Ley del Señor—,
27 y sus gestas —las primeras y las postreras— están escritas en el libro de los Reyes de Israel y de Judá.

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Introducción a II Crónicas 

VER INTRODUCCIÓN A 1 Crónicas

Fuente: Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

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Notas

II Crónicas  35,1-27*34-35 Para 2Re 23:4, la reforma de Josías fue consecuencia del hallazgo del libro de la ley. Aquí, sin embargo, la reforma se anticipa a este hecho (2Cr 34:8). Sobre la Pascua que celebra el rey, el autor insiste en que, desde el comienzo de la monarquía, esta fue la primera celebrada en común, con todo Israel y Judá (2Cr 35:18). Respecto al final de Josías, era necesario interpretar su muerte prematura, pues parece contradecir la idea de la retribución inmediata propia del cronista: Josías muere por haber desobedecido el mensaje divino transmitido por Necó. Pero no muere en el campo de batalla (2Re 23:29), sino en Jerusalén, la ciudad de los padres (2Cr 35:24). De este modo se salva en parte la teoría de la retribución.