Filipenses 4 Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011) | 23 versitos |
1 ° Así, pues, hermanos míos queridos y añorados, mi alegría y mi corona, manteneos así, en el Señor, queridos.
2 Ruego a Evodia y también a Síntique que piensen lo mismo en el Señor.
3 Y a ti en particular, leal compañero, te pido que las ayudes, pues ellas lucharon a mi lado por el Evangelio, con Clemente y los demás colaboradores míos, cuyos nombres están escritos en el libro de la vida.
4 Alegraos siempre en el Señor; os lo repito, alegraos.
5 Que vuestra mesura la conozca todo el mundo. El Señor está cerca.
6 Nada os preocupe; sino que, en toda ocasión, en la oración y en la súplica, con acción de gracias, vuestras peticiones sean presentadas a Dios.
7 Y la paz de Dios, que supera todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
8 Finalmente, hermanos, todo lo que es verdadero, noble, justo, puro, amable, laudable, todo lo que es virtud o mérito, tenedlo en cuenta.
9 Lo que aprendisteis, recibisteis, oísteis, visteis en mí, ponedlo por obra. Y el Dios de la paz estará con vosotros.
10 Me alegré muchísimo en el Señor de que ahora, por fin, haya vuelto a florecer vuestro interés por mí; siempre lo habíais sentido, pero os faltaba la ocasión.
11 Aunque ando escaso de recursos, no lo digo por eso; yo he aprendido a bastarme con lo que tengo.
12 Sé vivir en pobreza y abundancia. Estoy avezado en todo y para todo: a la hartura y al hambre, a la abundancia y a la privación.
13 Todo lo puedo en aquel que me conforta.
14 En todo caso, hicisteis bien en compartir mis tribulaciones.
15 Vosotros, filipenses, sabéis además que, desde que salí de Macedonia y empecé la misión, ninguna iglesia, aparte de vosotros, me abrió una cuenta de haber y debe.
16 Ya me mandasteis a Tesalónica, más de una vez, un subsidio para aliviar mi necesidad;
17 no es que yo busque regalos, busco que los intereses se acumulen en vuestra cuenta.
18 Tengo lo necesario, y me sobra. Estoy plenamente satisfecho habiendo recibido de Epafrodito vuestro donativo, que es suave olor, sacrificio aceptable y grato a Dios.
19 En pago, mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades con magnificencia, conforme a su riqueza en Cristo Jesús.
20 A Dios, nuestro Padre, la gloria por los siglos de los siglos. Amén.
21 Saludad a cada uno de los santos en Cristo.
(22a) Os mandan saludos los hermanos que están conmigo.
22 Os saludan todos los santos, en especial los que están al servicio del César.
23 La gracia del Señor Jesucristo esté con vuestro espíritu.

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Introducción a Filipenses

FILIPENSES

El tiempo de composición de Filipenses depende de la cautividad en la cual se sitúe: si se trata de la prisión de Cesarea o de Roma, se colocaría en los años 60; si es otra prisión anterior (Hch 23:3; 2Co 11:23), podría pensarse en los años 50. Frente a lo que ocurre con otras cartas de la cautividad, la autoría paulina de esta nunca ha sido puesta en tela de juicio. A pesar de sus reducidas dimensiones, es una carta de gran importancia. Su verdadera joya teológica es el pasaje sobre la humillación y gloria de Cristo (Flp 2:6-11), el himno cristológico más notable de todo el Nuevo Testamento. En la carta se contienen, además, las primeras indicaciones sobre lo que será en decenios posteriores la estructura jerárquica de la Iglesia (obispos, diáconos). Son importantes las informaciones autobiográficas de Pablo (Flp 3:5-14) y las afirmaciones sobre el encuentro del creyente con Cristo después de la muerte (Flp 1:21-23).

Fuente: Sagrada Biblia (Conferencia Episcopal Española, 2011)

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Notas

Filipenses 4,1-9*4:1-9 Se ofrecen a continuación interesantes consejos sobre las diversas circunstancias de la vida cristiana: ante todo, la concordia (Flp 4:2 s); luego, una vida en alegría, como conviene a la novedad cristiana (Flp 4:4-7), y, por fin, el ideal superior de una suma de valores positivos (Flp 4:8 s).