Nahúm  1 Sagrada Biblia (Nacar-Colunga, 1944) | 15 versitos |
1 Oráculo sobre Nínive. Libro de la visión de Nahum de Elqosh:
2 Yahvé es un Dios celoso y vengador, es vengador Yahvé y pronto a la ira; Yahvé se venga de sus enemigos y es inflexible para sus adversarios."
3 Yahvé es paciente y grande en poderío y no deja a nadie impune. Marcha en el torbellino y en la tempestad, y las nubes son el polvo de sus pies.
4 Amenaza a los mares y los seca y agota los ríos todos. El Basan y el Carmelo desfallecen y se marchita el verdor del Líbano.
5 Tiemblan los montes ante El y se disuelven los collados. Se agita la tierra ante El, el orbe y cuantos lo habitan.
6 ¿Quién podrá permanecer ante su ira? ¿Quién arrostrará el ardor de su cólera? Su furor se difunde como fuego y ante El se quebrantan las rocas.
7 Es bueno Yahvé como protección en el día de la angustia, y conoce a los que a El se acogen.
8 Cuando sobreviene la inundación, aniquila a los que se dirigen contra El1 y a sus enemigos los lanza a las tinieblas.
9 ¿Qué maquináis contra Yahvé? El va a producir completo estrago, no se levantará dos veces la opresión.
10 Pues aunque sean corno zarzas enmarañadas y están embebidos en su embriaguez, serán devorados enteramente como paja seca.
11 De ti salió quien maquinó contra Yahvé, quien trazó malvados designios.
12 Así dice Yahvé: Aunque estén completos y sean tan numerosos, serán cortados, perecerán. Yo te he humillado y no volveré a humillarte.
13 Y ahora voy a quebrantar su yugo de sobre ti, yo voy a romper tus cadenas.
14 Yahvé ha decretado contra ti: No quedará ni memoria de tu nombre. Yo extirparé de la casa de tus dioses las imágenes esculpidas y los ídolos fundidos y haré de tu sepultura una ignominia.
15 ¡He aquí sobre los montes los pies del mensajero de albricias, del que anuncia la paz! Celebra, ¡oh Judá! tus festividades, cumple tus votos, que no volverá a pasar sobre ti Belial, que ha sido enteramente destruido.

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Introducción a Nahúm 

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Íahum.
Introducción.

Personalidad del profeta y época de su ministerio.
Nahurn (en hebreo Najum: Consolado) aparece en el encabezamiento de sus oráculos sin ninguna determinación patronímica. Únicamente se dice que era 'elqosi (Vg Elceseus), que se suele traducir como natural de 'Elqos, que comúnmente se localiza en el reino del sur, cerca de la actual Beit Gibrin (Eleuterópolis de la época bizantina), 30 kilómetros al sudoeste de Jerusalén, cerca de la Pentápolis filistea *. No obstante, San Jerónimo pretende que se hallaba en Galilea 2; no faltando quienes la quieren identificar con el Alqus, al norte de Nínive, en Mesopotamia, donde se muestra su tumba, y es lugar de peregrinación para cristianos, judíos y musulmanes. Suponiendo que fuera de esta región, se explica mejor la descripción topográfica que el profeta da de la ciudad de Nínive 3.
Respecto de la época en que profetizó tenemos dos datos en sus oráculos: un terminus a quo, la conquista de Tebas (No-Amon), en Egipto, en 663 a.C. por Asurbanipal, y un terminus ad quem, el 612, fecha de la caída de Nínive en poder de la coalición medo-babilónica. Como el profeta no echa en cara a sus compatriotas acusaciones graves de tipo moral y religioso (único caso en la literatura profética), es de suponer que predique cuando estaba en buena marcha la famosa reforma de Josías, comenzada en 622-621 a.C. Por otra parte, como el profeta presenta como inminente la caída de Nínive, bien podemos suponer que sus oráculos son de la penúltima década del siglo VII a.C., cuando ejercían su ministerio profético Sofonías, Jeremías y Habacuc, e.d., entre los años 620 y 612 a.C.

Contenido y estructura del libro.
La idea fundamental de la predicación de Nahum es la justicia divina, que se ejerce sobre todos los opresores. El profeta centra su atención en el castigo de Nínive, capital de la nación opresora por excelencia, Asiría. Durante siglo y medio, el ejército asirio fue la pesadilla de las pequeñas naciones de la costa siro-fenicio-pales-tina. Ahora le tocaba el momento de su ocaso definitivo. La descripción es vivida y vigorosa, no exenta de belleza literaria, reflejando bien la impresión de la caída de la ciudad opresora. Podemos dividir sus oráculos en tres partes, precedidas de una oda triunfal:
Introducción: himno a Dios vengador y justo: 1:2-8.

I. Conminación contra Nínive: 1:9-14.
II. Descripción de la destrucción de Nínive: 2:1-4.
III. Lamentación irónica sobre Nínive: 3:1-19.

Autenticidad.
El primer problema es el de la autenticidad del c.1, que en sus primeros nueve versos es acróstico o alfabético, como otras composiciones poéticas4. Parece un himno u oda triunfal, que puede ser adición posterior a Nahum, antepuesta como introducción a los oráculos del profeta. Muchos críticos consideran esta composición acróstica del primer capítulo de Nahum como demasiado artificial y mecánica, en contraposición al estilo vigoroso y fresco de los oráculos siguientes. El estilo del primer capítulo es salmódico, mientras que los otros capítulos del libro son claramente oraculares, de estilo netamente profético. Por otra parte, la ideología teológica del primer capítulo es abstracta, mientras que las ideas de los capítulos siguientes están expresadas de modo concreto y vivido; en aquél, el lenguaje es reflexivo y frío, falto del fuego oracular de los capítulos posteriores.
A esto se debe añadir la falta de alusiones al enemigo concreto asirio en el primer capítulo, mientras en los capítulos siguientes la mente del profeta está obsesionada por el inmediato castigo del opresor asirio. En el c.1, la ira de Dios se derrama sobre Basan, el Carmelo y el Líbano, mientras que en los c.2-3 sobre la capital asiría 5. Por todas estas razones somos inclinados a pensar que este poema introductorio (acróstico por lo menos en parte) ha sido añadido posteriormente a los oráculos de Nahum.

Texto y versiones.
Los oráculos de Nahum están bastante bien conservados en el TM, con algunas glosas y transposiciones. El salmo acróstico es incompleto. La versión de los LXX da algunas veces un sentido más claro y preferible al TM, pero en general se puede seguir el texto hebreo con seguridad.

Mensaje doctrinal.
Como antes indicamos, los vaticinios de Nahum se refieren a un único tema: la inminente destrucción de Nínive. En esto se diferencia de todos los profetas anteriores, ya que el profeta no se ocupa de fustigar los desvarios y pecados de Israel o de Judá ni de hacer llamamientos al arrepentimiento para ser gratos a Yahvé. Nahum se enfrenta con los enemigos de Judá y desahoga furiosamente sus sentimientos de revancha, entonando un himno de triunfo sobre el enemigo vencido.
En esto, su posición psíquica como profeta difiere totalmente de Jeremías. Este sólo se preocupa de llamar a su pueblo al buen camino, mientras que no se preocupa de la trascendencia del colapso de Asiría, mientras que Nahum centra su atención en torno al castigo definitivo del invasor. Al temperamento profundo y afectivo de Jeremías - preocupado sólo del bien espiritual de su pueblo - le interesaba poco la suerte de las naciones opresoras de Judá como tales; mientras que para Nahum, de temperamento más recio e hirsuto, lo fundamental es el cumplimiento de la justicia divina sobre el enemigo tradicional, que hizo desaparecer el reino del norte y estuvo a punto de liquidar el propio reino de Judá. La descripción del opresor no puede ser más incisiva y vigorosa: Ay de ti, ciudad sanguinaria; toda llena de mentira y de violencia y de inexhaustas rapiñas! Restallido de látigo, galopar de caballos y rebotar de carros, jinetes enhiestos, espadas relampagueantes, lanzas fulgurantes. Muchedumbre de heridos, montones de cadáveres, cadáveres sin fin. Naturalmente, en estos desahogos hay que ver algo más que un mero deseo de revancha nacionalista. Es el triunfo de la justicia de Yahvé sobre los tradicionales enemigos de su pueblo elegido, que debe continuar su historia en relaciones amorosas con su Dios. Por eso, en el canon judaico ha sido recibido entre los libros religiosos y proféticos.

Estilo literario.
Si bien en contenido teológico el libro de Nahum figura entre los más pobres de la literatura profética, en su aspecto literario es de lo más selecto y brillante. El estilo es nervioso, entrecortado, lleno de vigor y de viveza. Se percibe a través de sus períodos apresurados un alma vibrante y cálida, de forma que es considerado por muchos críticos como el profeta de estilo más varonil y vigoroso. Las descripciones son radicales e impresionantes y aun en las versiones modernas reflejan su vigor fundamental y sus períodos escalofriantes. No se puede describir de modo más patético la destrucción de una ciudad como Nínive, capital de un pueblo esencialmente imperialista y dominador.

1 El que primero propuso esta identificación fue el Pseudo-Epifanio (PG 43:409). - 2 San Jerónimo, Comm. m Nah. pról.: PL 25:1232 (12915). - 3 Cf. Nah 2:6(7). - 4 Cf. Sal 24.33.110.144.9.36.118; Lam y Prov 31:10-31 - 5 Véase J. M. P. Smith, Nahum: ICC p.268 (Edimburgo 1948).

Fuente: Biblia Comentada, Profesores de Salamanca (BAC, 1965)

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Notas

Nahúm  1,1-15

1. Yahvé, Señor de los pueblos.

El poder arrollador de Yahvé (1-10).
1 Oráculo sobre Nínive. Libro de la visión de Nahum de Elqosh: 2 Yahvé es un Dios celoso y vengador, es vengador Yahvé y pronto a la ira; Yahvé se venga de sus enemigos y es inflexible para sus adversarios. 3 Yahvé es paciente y grande en poderío y no deja a nadie impune. Marcha en el torbellino y en la tempestad, y las nubes son el polvo de sus pies. 4 Amenaza a los mares y los seca y agota los ríos todos. El Basan y el Carmelo desfallecen y se marchita el verdor del Líbano. 5 Tiemblan los montes ante El y se disuelven los collados. Se agita la tierra ante El, el orbe y cuantos lo habitan. 6 ¿Quién podrá permanecer ante su ira? ¿Quién arrostrará el ardor de su cólera? Su furor se difunde como fuego y ante El se quebrantan las rocas. 7 Es bueno Yahvé como protección en el día de la angustia, y conoce a los que a El se acogen. 8 Cuando sobreviene la inundación, aniquila a los que se dirigen contra El1 y a sus enemigos los lanza a las tinieblas. 9 ¿Qué maquináis contra Yahvé? El va a producir completo estrago, no se levantará dos veces la opresión. 10 Pues aunque sean corno zarzas enmarañadas y están embebidos en su embriaguez, serán devorados enteramente como paja seca.

Este oráculo punitivo, o masa, está concebido en su introducción como un salmo, en el que se canta la omnipotencia avasalladora de Yahvé como garantía del triunfo sobre el gran enemigo, Asiría. Nahum es calificado con el nombre gentilicio de Elqoshita, oriundo de Elqosh, localidad aún no claramente identificada. Los autores modernos se inclinan por su localización en Judea, cerca del Beth-Gibrin actual, la Eleuterópolis de la época bizantina. San Jerónimo relaciona el nombre de Elqosh con el de una aldea de Galilea de su tiempo, llamada Elcesi.
El profeta presenta a Yahvé como un gigante que avanza por el cielo dispuesto a dar el ataque frontal al invasor asirio. Toda la naturaleza le está sometida: los mares, los bosques de Basan y el Carmelo se marchitan a su paso. Es ridículo, pues, que el hombre se oponga a su poder descomunal. Sus enemigos, inconscientes en sus propósitos (embebidos en su embriaguez, v.10), desaparecerán como zarzas enmarañadas, devorados como paja seca por el fuego de la ira divina.

La destrucción total de Nínive (11-14).
11 De ti salió quien maquinó contra Yahvé, quien trazó malvados designios. 12 Así dice Yahvé: Aunque estén completos y sean tan numerosos, serán cortados, perecerán 2. Yo te he humillado y no volveré a humillarte. 13 Y ahora voy a quebrantar su yugo de sobre ti, yo voy a romper tus cadenas. 14 Yahvé ha decretado contra ti: No quedará ni memoria de tu nombre. Yo extirparé de la casa de tus dioses las imágenes esculpidas y los ídolos fundidos y haré de tu sepultura una ignominia 3.

Parece que el profeta tan pronto se dirige al opresor asirio como a Judá. Así parece que en el í. 11 el autor se encara con Asiría por sus maquinaciones contra el pueblo de Dios. Por eso Yahvé les enviará el castigo, aunque ahora sus ejércitos se sientan intactos, completos y numerosos (v.12). A continuación parece que el profeta se dirige a Israel, que ha sido humillado y devastado en castigo de sus pecados; pero esto no volverá a repetirse: Yo te he humillado y no volveré a humillarte (v.12b). Ha logrado quebrantar el yugo que pesaba sobre el pueblo elegido y romper las cadenas que le tenían esclavizado. Yahvé ha decretado la extirpación total del opresor: de Nínive no quedará ni la memoria de su nombre (v.14); sus templos serán saqueados y las imágenes esculpidas e ídolos fundidos, orgullo de los asirios, desaparecerán, y toda la ciudad de Nínive quedará convertida en un montón de ruinas, un inmenso sepulcro ignominioso.

1 El verso es oscuro y diversamente traducido. Nuestra versión es similar a la de la Bib. dejér. - 2 Así según la Bib. de Jér. - 3 Nuestra versión se basa en una reconstrucción seguida por Hoonacker y la Bib. de Jér.