INTRODUCCIÓN


Ester, según los rabinos judíos, sería el libro más reciente del Antiguo Testamento. Narra las vicisitudes de una bella muchacha judía llamada Hadasá (que significa “mirto”) o Ester (que significa “estrella”) en el marco de uno de los momentos más florecientes del imperio persa. Asuero (nombre que corresponde al rey Jerjes I — 485-465 a. C. — ) reina en Susa donde se desarrollan las usuales conspiraciones palaciegas, intentos de monopolizar poder y favores, emisiones de decretos y contradecretos.


El texto, marcado por un notable dramatismo histórico, destaca por su aparente falta de vinculación con los cánones usuales de religiosidad veterotestamentaria: no se menciona el nombre de Yahvé ni se hacen referencias explícitas a Dios; tampoco se indica que Israel sea una entidad de carácter espiritual ni profético. Esta peculiaridad hizo que se cuestionara su inclusión en el canon. Su estrecha asociación con la fiesta de Purim (el libro de Ester es el último de los cinco “rollos” — meguillot — que se leían en las grandes fiestas judías) y su tinte racial terminaron por imponer su peso en la consideración de la obra como libro inspirado y pasó a formar parte de los libros canónicos del AT.


La versión griega de los LXX amplía el texto hebreo que poseemos (TM) en ciento siete versículos. Estos versículos se intercalan entre los diferentes capítulos del original hebreo con la intención de buscar, seguramente, una vinculación más estrecha con los escritos canónicos.


Los rabinos opinaban que fueron los miembros de la Gran Sinagoga los que compusieron el libro. Otros autores se inclinan por Mardoqueo o Esdras. Detalles del palacio real y de los cargos secundarios de la organización del imperio persa, nos hacen pensar que el autor pudo incluso ser coetáneo a los acontecimientos (siglo IV a. C.).


El libro nos presenta el siguiente esquema:


I. — INTRODUCCIÓN HISTÓRICA (Est 1:1-22Est 2:1-23)


II. — PROYECTO DE AMÁN PARA EXTERMINAR A LOS JUDÍOS (Est 3:1-15Est 5:1-14)


III. — LA LIBERACIÓN (Est 6:1Est 9:19)


IV. — INSTITUCIÓN DE LA FIESTA DE PURIM (Est 9:20Est 10:3)


El relato está concebido y elaborado literariamente de un modo exquisito. Por ello se ha planteado la cuestión de si el libro de Ester es un relato, parcialmente al menos, histórico o una simple novela de ficción. Sea como fuere manifiesta situaciones de un alto interés dramático y de una gran fortaleza de espíritu en los protagonistas. El comportamiento del pueblo judío, que de perseguido se convierte en perseguidor, plantea, sin embargo, serias cuestiones teológicas.


La historia es sustrato indispensable para justificar la fiesta de Purim. Un plan de exterminio cuya ejecución concreta se echa a suertes (en hebreo “pur”, “purim”) termina cambiando de destinatarios, y la tristeza se convierte en desbordante alegría. Esa algazara constituye el pretendido trasfondo histórico de la fiesta de Purim (suertes), una fiesta que llegó a ocupar un lugar importante en el calendario nacional judío.


El libro de Ester nos hace reflexionar sobre el devenir de los tiempos y de los fenómenos sociales y de cómo los protagonistas de la historia (hombres y mujeres representados en este caso por Mardoqueo y Ester) pueden, apoyados por el poder divino, superar, o cuando menos mejorar, las situaciones adversas.


ESTER CON LOS TEXTOS DEUTEROCANÓNICOS.


INTRODUCCIÓN


1. Datos generales


El libro de Ester ha llegado hasta nosotros, por una parte, en el texto hebreo masorético (TM) y, por otra, en dos traducciones griegas: la versión de los LXX y el texto de Luciano. A la hora de contrastar estas versiones griegas, se puede comprobar que la traducción es bastante libre, sobre todo en la versión de los LXX que, con relación al texto hebreo, está ampliada en 107 versos divididos en seis secciones, incorporadas en distintos puntos de la narración. Estos añadidos, que no fueron reconocidos como Escritura Sagrada por el judaísmo ortodoxo palestinense ni más tarde por las iglesias protestantes, suponen una cierta reelaboración del original.


Jerónimo, en su traducción latina, decide sacar estas adiciones de su contexto y situarlas al final de su traducción de Ester. Estas adiciones, reconocidas como Escritura sagrada por la tradición católica, son las que recogemos aquí. Pero, para que al lector le sea fácil conocer dónde deben insertarse estas adiciones dentro de la trama del libro hebreo de Ester, las hemos querido acompañar de dicho texto. Lo hacemos poniendo en letra cursiva lo que corresponde al texto griego, y entre corchetes — [] — lo que forma parte del texto hebreo.


2. Intención


Las adiciones griegas no proporcionan datos nuevos al núcleo de la narración. Su aportación es de otra índole. En el texto hebreo llama poderosamente la atención la ausencia casi total de referencias religiosas: no se nombra ni una sola vez a Dios, ni hay alusión alguna a prácticas religiosas. Quizá una de las razones que tuvo el autor para introducir estas adiciones está precisamente en la voluntad de dar al relato hebreo un talante religioso más explícito; en concreto se menciona expresamente muchas veces a Dios o al Señor.


Por otra parte, el medio socio-cultural helenístico en que se desenvuelve la vida de los judíos, especialmente los de la diáspora, pedía adaptar un tanto el contenido con el fin de humanizar la obra y suavizar algunos de sus rasgos más duros. También puede notarse un esfuerzo de adaptación estilística acomodándose al estilo judío de narrar tal como aparece en los libros de Esdras, Nehemías y Daniel.


3. Autor, lugar y fecha de composición


No es fácil determinar quién es el autor de estas adiciones al libro hebreo de Ester. Casi lo único que podemos decir es que no todas proceden del mismo autor, y que no son traducciones; su lengua original es el griego.


Respecto a la fecha de composición tenemos el dato que nos aporta el propio libro en el capítulo Est 10:3 k, lo que nos situaría en la época de Ptolomeo VIII, es decir en torno al año 114 a. C. El gran intercambio cultural que existe en esta época entre las comunidades judías de Palestina y de Egipto (sobre todo de Alejandría) apoyarían esta hipótesis.