Abdías.
Es el más corto de los «libros» proféticos (21 versículos), y con todo plantea numerosos problemas a los exegetas, que discuten acerca de su unidad y de su género literario, y que oscilan situándolo entre el siglo IX a. C. y la época griega. La situación se complica por el hecho de que casi la mitad, vv. 2-9, se encuentra equivalentemente en Jer_49:7-22 , pero en un orden distinto y como adiciones a un oráculo cuyo mismo origen jeremiano es discutido. La profecía de Abdías se desenvuelve en dos planos: el castigo de Edom, anunciado en varios pequeños oráculos, 1b-14, con 15b como conclusión; el Día de Yahvé, cuando Israel tomará su desquite de Edom, 15a+16-18, con la conclusión: «ha hablado Yahvé». Las promesas escatológicas de los vv. 19-21 son adicionales. El fragmento se asemeja a las maldiciones contra Edom que hallamos a partir del 587 en Sal_137:7 ; Lam_4:21-22 ; Eze_25:12 s; Eze_35:1 s; Mal_1:2 s y Jer_49:7 s ya citado: los edomitas se habían aprovechado de la ruina de Jerusalén para invadir la Judea meridional. El recuerdo de estos acontecimientos seguía aún muy vivo y parece que la composición de la profecía se hizo en Judá antes de la vuelta del Destierro. No hay por qué relegarla a fecha posterior y atribuir a otro autor el pasaje sobre el Día de Yahvé; únicamente la adición de los últimos versículos podría ser postexílica.

Es un grito apasionado de venganza, cuyo espíritu nacionalista contrasta con el universalismo de la segunda parte de Isaías, por ejemplo. Pero el trozo exalta también la justicia terrible y el poder de Yahvé que obra como defensor del derecho, y no hay que aislarlo de todo el movimiento profético, del que no representa más que un momento pasajero.