Filipenses.
Filipos, importante ciudad de Macedonia y colonia romana, había sido evangelizada por Pablo con ocasión de su segundo viaje, entre el otoño del 48 y el verano del 49, Hch_16:12-40 . Volvió a pasar por allí en dos ocasiones, en el curso del tercer viaje, en invierno del 54-55, Hch_20:1-2 , y en la Pascua del 56, Hch_20:3-6 . Los fieles que allí ganó para Cristo dieron muestras de un tierno afecto por su apóstol enviándole socorros a Tesalónica, Flp_4:16 , luego a Corinto, 2Co_11:9 . Y cuando Pablo les escribe, lo hace precisamente para agradecerles los nuevos subsidios que acaba de recibir por medio de su delegado Epafrodito, Flp_4:10-20 , aceptándolos, aunque de ordinario los rechazaba por no parecer interesado, Hch_18:3 +, y dándoles muestras de una confianza muy particular.

Pablo está preso en el momento en que les escribe, Flp_1:7 , Flp_1:12-17 . Por mucho tiempo se ha creído que se trataba del primer cautiverio romano. Con todo, las frecuentes y aparentemente fáciles relaciones que los filipenses tienen con él y con Epafrodito, que estaba junto a él por entonces, Flp_2:25-30 , sorprenden, en el caso de escribir desde la lejana Roma. De hallarse Pablo en Roma (o más exactamenmte en Cesarea de Palestina, otro lugar conocido de cautiverio paulino), es difícil comprender que el envío de dinero con Epafrodito fuera la primera ocasión para ayudar al Apóstol después de sus limosnas del segundo viaje, Flp_4:10 , Flp_4:16 , pues había estado ya otras dos veces entre ellos en el curso del tercer viaje. Todo se explica mejor si Pablo escribe antes de estas dos nuevas visitas, es decir en Éfeso, entre el 52 y el 54. Las alusiones al «pretorio», Flp_1:13 , y a la «casa del César», Flp_4:22 , no ofrecen dificultad, porque había destacamentos pretorianos en las grandes ciudades, especialmente en Éfeso, al igual que en Roma. Tampoco es obstáculo insuperable el silencio respecto del cautiverio paulino en Éfeso, porque Lucas nos ha informado muy poco de aquella estancia de casi tres años, y Pablo deja entender que allí encontró muy grandes dificultades, 1Co_15:32 ; 2Co_1:8-10 .

Si se admite esta hipótesis, hay que separar Flp de Col, Ef Flm relacionarla con las «epístolas mayores», especialmente con 1 Co. El estilo y la doctrina de la epístola, lejos de oponerse, más bien favorece esta vinculación. Porque este escrito es poco doctrinal. Es más bien una efusión del corazón, un intercambio de noticias, una llamada de atención contra «los malos obreros» que en otras partes arruinan la labor del Apóstol y que ciertamente podrían molestar también a sus queridos filipenses, y en fin, y sobre todo, un llamamiento a la unidad por la humildad que nos proporciona el admirable pasaje sobre la humillación de Cristo, Flp_2:6-11 . Este himno, sea una cita implícita, o un himno compuesto por San Pablo, nos ofrece un testimonio de gran valor sobre la fe primitiva.

No se duda de la autenticidad de Flp; pero su unidad ha sido seriamente puesta en entredicho. Para muchos críticos, Flp podría ser el resultado de una agrupación de tres cartas. La distribución más probable y satisfactoria es la siguiente: carta A: Flp_4:10-20 ; carta B: 1:1-3:1+; Flp_4:2-9 , Flp_4:21 ; carta C: 3:2-4:1. La carta A, anterior a las otras dos, habría sido enviada al recibir los subsidios traídos por Epafrodito. La carta C es probablemnte la última. Es una dura polémica contra los misioneros judeocristianos, de los que no hay ninguna huella en la carta B. Ésta es una serena invitación a la unidad y a la perseverancia, y a dar testimonio decidido de la verdad.