Presentación del libro:



[L] Juan Evangelista, hermano de Santiago mártir -Jesús los llamaba - fue deportado a la isla de Patmos a causa de su fe. Desde ese lugar nos envió este Apocalipsis de Jesucristo. Cielos abiertos, ángeles y catástrofes, corrupción de los satisfechos y sangre de los mártires: el juicio de Dios atraviesa toda nuestra historia. La gloria de Dios está junto a nosotros, al otro lado de la cortina, y todo desemboca en la ciudad celestial. ¿Por qué ahora el Apocalipsis tiene reputación de ser un libro misterioso y difícil de entender, y para muchos Apocalipsis tiene sentido de terrorífico? ¿Acaso será porque algunos buscan en él mensajes secretos que podrían referirse a nuestro tiempo? Si no queremos entender al revés las imágenes y el estilo del Apocalipsis de Juan, debemos en primer lugar saber que la eran una forma de literatura muy de moda en la época de Jesús. Así se explica la existencia de una Apocalipsis de Isaías, otra de Moisés y muchas más. Era un arte de escribir con imágenes grandiosas, visiones y ángeles sobre acontecimientos contemporáneos. El autor del libro lo atribuía a un ilustre profeta del pasado, pero no hacía más que narrar acontecimientos ya conocidos, tratando de sacar de ellos conclusiones y mostrar a dónde quería Dios llegar. Al escribir esta , Juan expresó lo que el Señor le había enseñado de muchas maneras, por medio de sus dones de profeta, pero utilizó también las fórmulas habituales de ese tipo de literatura. Cuando habla de acontecimientos contemporáneos, los sitúa en sus visiones e imágenes fantásticas. Y lo mismo ocurre cuando nos quiere dar a entender lo que será la historia. No pretende narrar acontecimientos del futuro (el Señor no le dio un resumen de ello) sino decirnos cuál será la trama y cuáles serán los verdaderos actores. Comprenderemos mejor este Apocalipsis si interpretamos esas visiones, esas cifras y esos símbolos de acuerdo a las reglas de la literatura apocalíptica. Veremos entonces que no es ni difícil ni terrorífico sino lleno de alegría y de esperanza. Cristo resucitado es el centro de la historia; el mundo es el escenario de la lucha entre la Iglesia, encabezada por Cristo, y las fuerzas del demonio; los cristianos son llamados a dar valientemente su testimonio. Se pueden reconocer en el Apocalipsis siete series de siete elementos cada una, distribuidas en cuatro grandes partes: - Los siete mensajes a las iglesias, [Ap_1,1] a [Ap_3,22]. - Balance del Antiguo Testamento, [Ap_4,1] a [Ap_9,21]. - La Iglesia se enfrenta con el imperio romano, [Ap_11,19] a [Ap_19,6]. - Los últimos tiempos y la Jerusalén celestial, [Ap_20,1] a [Ap_22,21].