Presentación del libro:



[L] Datos históricos Los libros de Samuel y de los Reyes nos han relatado sin interrupción cinco siglos de la historia de Israel, desde David hasta el Destierro a Babilonia. Después vienen los setenta años de la Cautividad, o sea, del Destierro. No toda la población fue desterrada. La mayoría del pueblo estaba formada por pequeños agricultores que se quedaron en su país. Pero no tenían jefes ni responsables espirituales, y no hicieron nada para levantar su nación. El año 538 a.C., un decreto de Ciro, vencedor de los caldeos, autorizó el regreso a su país de todos los judíos deportados a Babilonia. El gesto de Ciro era en primer lugar político, pero la Biblia ve en él el cumplimiento de las promesas de Dios a los profetas (muy especialmente a Jeremías y a Ezequiel). El decreto de Ciro marcó el inicio del regreso de los deportados: los primeros regresaron con Zorobabel, un descendiente de los reyes. La reforma de Esdras No volvieron todos los judíos a su tierra. Muchos de ellos habían emigrado al extranjero antes del Destierro y se quedaron en los países en que vivían: Egipto, Asiria, Persia. Otros, que fueron desterrados, no volvieron de Babilonia, donde habían logrado conseguir puestos muy decentes. Pero los que volvieron, llegaron por familias y grupos organizados, y eran los que más habían interiorizado el mensaje de los profetas invitándolos a reconstruir un Israel purificado y santo. Para ellos, un primer peligro era que, al instalarse en su patria entre extranjeros y judíos poco conscientes de su misión, perdieran su entusiasmo. Por eso, fue importante la obra de Esdras y de Nehemías, que los mantuvieron unidos entre sí y apartados de todos los demás. Ver en especial el problema de los matrimonios mixtos ([Esd_9,1] a [Esd_10,44]; [Neh_9,2] y [Neh_13,10] a [Neh_13,30]). Luego fue decisiva la obra bíblica de Esdras que reunió por primera vez los libros de la Biblia e hizo del Libro sagrado la base de la religión. Pues hasta ese momento, lo que ya existía de los libros de la Biblia, solamente se encontraba en el palacio o en manos de los sacerdotes y al pueblo le bastaba concurrir a las ceremonias tradicionales del Templo. Esdras fue el que inició una nueva forma de culto en que la lectura comunitaria de la Biblia pasaría a ser la base de la vida religiosa del pueblo, llevándolo a una fe mucho más instruida y responsable. Ver [Neh_8,1]. El papel de Esdras en la formación de la Biblia se recuerda en [2Mac_2,13] a [2Mac_2,14]. Esta reforma de Esdras dio sus rasgos propios a la comunidad judía posterior al Destierro a Babilonia. El pueblo de Dios se constituyó en un pueblo santo, o sea, consagrado a Dios y separado de los demás por las mil barreras de su Ley. Toda su razón de ser era la de mantener el culto del Dios Unico y, como no gozaban de la independencia nacional, sus sacerdotes detentaban en nombre de Dios el poder civil y religioso. El Libro de Esdras y Nehemías Estos dos libros, que, al comienzo, formaban uno solo, nos proporcionan algunas informaciones sobre la obra cumplida por esos dos hombres. Se pueden notar los siguientes pasos del restablecimiento de la comunidad judía: A partir del decreto de Ciro en 538, varios grupos de desterrados vuelven a Jerusalén, donde Zorobabel reconstruye EL TEMPLO ([Esd_1,1] a [Esd_4,5] y [Esd_4,24] a [Esd_6,2]). Luego, los enemigos de los judíos tratan de impedir la reconstrucción de LA CIUDAD [Esd_4,7] a [Esd_4,23]. En el año 458, posiblemente, Esdras viene para organizar la comunidad, imponiéndole como regla la Ley de Moisés [Esd_7,1] a [Esd_7,10]. En el año 445, Nehemías llega de Persia y reconstruye LAS MURALLAS. Después administrará Jerusalén durante doce años [Neh_1,1] a [Neh_1,7]. Finalmente, en el año 425, tuvo lugar una segunda misión de Nehemías [Neh_13,1].