Presentación del libro:



[L] ¿Quién era Mateo, llamado también Leví? Leemos en el Evangelio que era cobrador de impuestos y que Jesús hizo de él uno de sus apóstoles ([Mt_9,9] y [Mc_2,13]). Pero hay certeza de que el Evangelio que se presenta bajo su nombre fue redactado en su forma actual hacia los años 80, es decir, después de su muerte. Tal vez su autor haya sido uno de sus discípulos, tal vez se haya servido de un primer borrador escrito por Mateo: véase la Introducción al Nuevo Testamento. Con toda probabilidad este Evangelio fue escrito en una comunidad cristiana en la que había cristianos de origen judío y griego, tal vez Antioquía (véase [He_12,1], [He_19,1] y [He_13,1]). Está profundamente marcado por una situación conflictiva que enfrentaba entonces a judíos y cristianos. La comunidad judía, terriblemente impactada por la guerra con los Romanos en la que fue destruida su nación, se estaba reorganizando bajo la dirección de los fariseos, quienes terminaron por decidir la exclusión de todos los judíos que creían en Jesús y que eran miembros de la comunidad cristiana. Este Evangelio trata de mostrar que los cristianos no deben preocuparse si por ahora los rechaza su pueblo. Por el hecho de que la comunidad judía no reconoció a su Mesías, perdió sus derechos a las promesas de Dios y Dios se hizo un nuevo pueblo, que es la Iglesia. Mateo cita numerosos textos del Antiguo Testamento para probar que los cristianos son los verdaderos herederos del pueblo de la Alianza. En esta perspectiva, toda la historia de Jesús es presentada como un conflicto que termina en una separación: véase fin del capítulo 13. En adelante Jesús no predicará más a las muchedumbres sino sólo a sus discípulos. Mateo ha destacado la figura de Jesús como predicador y Maestro de la Escritura. Se interesa en forma especial por las palabras de Jesús, que son más numerosas en su Evangelio que en los demás, y en cambio, cuenta sus gestos y sus milagros del modo más esquemático posible. No hay, pues, que extrañarse de que Mateo haya construido su Evangelio en torno a cinco "discursos", en los que reunió palabras que Jesús pronunció en diferentes ocasiones. Estos discursos son: El Sermón de la montaña: [Mt_5,1], [Mt_6,1] y [Mt_7,1]. Las instrucciones a los misioneros: [Mt_10,1]. Las Parábolas del Reino: [Mt_13,1]. Las advertencias a la comunidad cristiana: [Mt_18,1]. Cómo vivir a la espera del fin de los tiempos: [Mt_23,1], [Mt_24,1] y [Mt_25,1]. A manera de introducción, Mateo puso los dos primeros capítulos sobre la infancia de Jesús. Son relatos de un carácter especial, en los que se preocupa muy poco de la historicidad de los hechos, pues la intención es presentar a través de imágenes una enseñanza teológica.