CARTAS PASTORALES

Las dos cartas a Timoteo y la dirigida a Tito son conocidas, desde el siglo xviii, como Cartas pastorales y están dirigidas a personajes concretos, que, además, son estrechos colaboradores del apóstol Pablo. En realidad se trata de misivas destinadas a los responsables de las comunidades, a los pastores, tal y como se desprende de los temas que se abordan en ellas: organización comunitaria, requisitos para ocupar cargos, verdaderos y falsos maestros, relaciones sociales, correcto comportamiento de acuerdo con la edad y la condición... Las cartas pastorales forman un bloque uniforme y han salido probablemente de la misma pluma. No hay en ellas grandes diferencias en la formulación del mensaje ni en el modo de concebir la organización de las comunidades, existe una intención unitaria. Las pastorales, aparte de ser una exposición de la disciplina eclesiástica, y una defensa contra los falsos doctores; son también una exhortación que se sirve para su propósito no solo de códigos o catálogos de vicios, virtudes o deberes, sino también de notas biográficas, recomendaciones personales, testimonios existenciales, citas litúrgicas tradicionales.