JUDIT

El libro toma su nombre del de la protagonista, Judit, que significa «la judía»; ella es la israelita modelo, que tras sus hazañas llega a identificarse con el pueblo judío (Jdt 16:4; Jdt 16:11). Aunque realmente, el verdadero protagonista es Dios que salva a su pueblo por la mano de Judit. El relato tiene la apariencia de una narración histórica en la que abundan datos sobre lugares, fechas y personajes, pero muchos de sus datos nos muestran que no puede ser histórico. No es que su autor pretenda engañar al lector, ni que desconozca la historia; de hecho su intención no es hacer historia antigua, sino una teología de la historia de forma narrativa. Selecciona deliberadamente personajes y acontecimientos de diversas épocas con una finalidad religiosa: mostrar cómo Dios vence a los enemigos de su pueblo; su salvación no depende del poder militar, sino de la confianza y la fidelidad a él. La composición del libro hay que situarla entre la segunda mitad del siglo ii y principios del i.