COMENTARIO A LA EPÍSTOLA DE SAN PABLO A LOS EFESIOS DE SANTO TOMAS DE AQUINO
Traducción Castellana del Texto Latino por J.I.M.EDITORIAL TRADICIÓN, S. A. MÉXICO, 1978Derechos reservados (c) en cuanto a la traducción castellana por Editorial Tradición, S. A.Av. Sur 22 No. 14 (entre Oriente 259 y Canal de San Juan), Col Agrícola Oriental. México 9, D. F.Primera edición: Abril de 1978.-1,000 ejemplares.Título del original latino: Sancti Thomae Aquinatis Doctoris Angelici super Epistolam Sancti Pauli Apostoli ad Ephesios expositioPROLOGO
"Yo afiancé sus columnas" (Sal 74,4). No es menor hazaña -como dice el sabio- (conquistar) que procurar mantener lo conquistado. No inmerecidamente, por tanto, se hace plausible el Apóstol, quien, ya que a los Efesios no los fundó en la fe, una vez fundados, de tal manera les hizo echar raíces que, con toda verdad, -hablando de la 1glesia de los Efesios- pudiese decir: Yo afiancé sus columnas: yo, quiero decir,1sraelita por linaje, Cristiano por religión, Apóstol por dignidad. 1sraelita por raza, pues lo soy, del linaje de Abraham, de la tribu de Benjamín (2Co 11,22). Asimismo por religión Cristiano: "pues la verdad es que estoy muerto a la ley antigua, por lo que me enseña la ley misma; a fin de vivir para Dios, estoy clavado en la cruz júntamente con Jesucristo. Y yo vivo, o más bien, no soy yo el que vivo, sino que Cristo vive en mí. Así la vida que vivo ahora en esta carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios" (Ga 2,19). Otrosí Apóstol por dignidad, "el menor de todos" (1Co 15). Y de todas 3 cosas en 2Co 11,22: "¿Son hebreos?, yo también lo soy. ¿Son israelitas?, también yo. ¿Son del linaje de Abraham?, también lo soy yo. ¿Son ministros de Cristo? (aunque me expongo a pasar por imprudente), diré que yo lo soy más que ellos".Tal debe ser el predicador de la sabiduría de la salud, a saber,1sraelita en la contemplación de Dios, Cristiano en la fe religiosa, Apóstol en la autoridad de su oficio. Yo, pues, Judío de origen que busco a Dios por la fe, Apóstol de Dios por imitación, afiancé las columnas de esta iglesia. Las afiancé para que no vacilasen en su fe, como el arquitecto lo hace con el edificio para que no se venga al suelo. De aquí que se le dijera a Pedro: "y tú, cuando te conviertas, confirma en ella a tus hermanos" (Lc 22,32), encargo que cumplió Pablo. De donde le viene como nacido lo de Job. 4: "tus palabras eran el sostén de los vacilantes, y tú fortalecías las trémulas rodillas de los débiles". Asimismo los confirmó para que no se dejasen amedrentar de falsos temores, así como el Obispo confirma al niño para armarlo de fortaleza contra la pusilanimidad. De ahí que en el Salmo 88,21, se le diga a David: "con mi sagrado óleo le ungí, para que mi mano esté siempre con él, y mi brazo le fortalezca. No lo engañará el enemigo, ni el maligno lo abatirá"."Con la palabra del Señor, escrita por Pablo, los cielos, esto es, los Efesios, firme y sólidamente se asentaron" (Sal 32,6), es a saber, para que no perdiesen el premio de la gloria; así como el prelado o el príncipe confirma la donación, para que después no se quite. "Mas tú por mi inocencia me has recibido, y conservado incólume, y me pondrás en tu presencia para siempre" (Sal 40,13). Estas confirmaciones pedía el Salmista diciendo: "Haz firme, oh Dios, esto que has obrado con nosotros" (Sal 32). Estas prometía el Apóstol: ¡pero fiel es Dios, que os fortalecerá y defenderá del espíritu maligno" (2Tim 3,3). Yo, pues, he afianzado las columnas, es a saber, a los fieles de la 1glesia de Efeso, pues los fieles se dicen columnas porque deben ser rectos, estar levantados y ser fuertes: rectos por la fe, levantados por la esperanza, fuertes por la caridad. Rectos digo por la fe, porque la fe nos muestra el camino recto para llegar a la patria; en significación de lo cual estaba la nube en forma de columna, de que habla el Éxodo 13: "e iba el Señor delante para mostrarles el camino, de día en una columna de nube"; ya que la fe, a modo de nube, porque es enigmática, tiene obscuridad; disolución, porque se acaba; humedad, porque excita a devoción. Levantados por la esperanza, que encara la puntería en lo sobrenatural y divino, de donde es representada por la columna de humo, de la cual se dice: "viendo subir de la ciudad una columna de humo" (Jue 20,40); pues la esperanza, a modo de humo de fuego, proviene de la caridad, sube a lo alto, al fin se disipa, es a saber, en la gloria. Fuertes por la caridad "porque el amor es fuerte como la muerte" (Cant. 8,6); de donde signo e indicio de ella es una columna de fuego, que todo lo consume, al que hace alusión el libro de la Sabiduría: "tuvieron por guía una luminosa columna de fuego" (18,3); porque así como el fuego ilumina ¡o diáfano, apura y afina los metales, las incendajas las reduce a nada; así también la caridad ilustra con su resplandor las acciones, purifica la intención y da muerte a todos los vicios.Pónese, pues, de manifiesto, cuál sea la causa eficiente de esta carta, Pablo, como se hace notar allí: Yo. La final, la confirmación en la fe, que asimismo se hace notar: afiancé. La material, los Efesios: sus columnas. La formal se da a conocer por la división de la carta y el modo de proceder. Esta carta la encabeza el glosador con un prólogo o argumento, donde toca principalmente el por qué y el modo de escribir y nos presenta a los Efesios, a quienes alaba el Apóstol y los describe en tres pinceladas: por la región Asianos, porque eran del Asia Menor; por la religión, porque ya estaban adoctrinados con la predicación de la verdad cristiana; por la perseverancia, porque se habían mantenido firmes en la fe. Lo primero se refiere a la patria; lo segundo a la gracia; lo tercero a la perseverancia. Alábalos el Apóstol y añade aquí también el por qué y el modo de escribir, en p;ue incluye estas 4 circunstancias: a)^el por qué de la escritura; b) el autor que es el Apóstol, que escribe (por su puño y letra, o por el amanuense); c) el lugar de donde escribe, de Roma, desde la cárcel; d) el delegado, de quien se vale para escribir, el diácono Tíquico. Bastante claro está todo por la misma carta.