Riched20 5.50.30.2002;
2 y 3 Juan
Introducción
Estas cartas breves, los dos libros más breves del NT, se citaron poco en los primeros tiempos lo cual dificulta la solución de algunos problemas tales como la fecha, autoría y otros similares. Ambas afirman haber sido escritas por "el Anciano", pero sin dar mayores detalles. A veces se argumenta que hubo un "Anciano Juan" en la antigüedad, distinto del Apóstol, y que él escribió estas dos epístolas. Pero jamás se ha podido demostrar que ese "Anciano Juan" existió. Además, en la antigüedad, hasta donde sepamos, ninguna de estas cartas tuvo la afirmación de algún otro autor que no fuera el apóstol Juan. El lenguaje de ambas se parece al de 1 Jn. y al cuarto Evangelio. En el estado actual de nuestro conocimiento parece mejor aceptar el enfoque tradicional y ver al apóstol Juan como el autor.
Se plantea un problema en cuanto al destinatario de 2 Jn. Está dirigida a la "señora elegida y a sus hijos", pero la discusión gira en cuanto a si se trata de una señora en particular o es una forma simbólica de referirse a la iglesia. En este caso los "hijos" serían los miembros de la congregación. El principal argumento en favor de la primera alternativa es que parece ser la forma más natural de interpretar esas palabras, que su contenido tiene poco que ver con una congregación y que "en casa" (10) parece referirse al hogar de una familia individual. En apoyo de la posición de que fue enviada a una iglesia se indica que le faltan características personales (en contraste con 3 Juan). Muchos eruditos modernos consideran que se escribió a una iglesia. Con la información de que disponemos el problema pa rece insoluble, aunque nos inclinamos ligeramente en favor de que está dirigida a individuos; parece más bien breve para una iglesia.
Segunda Juan parece reflejar algo de las mismas falsas enseñanzas que subyacen en 1 Jn. La carta habría sido escrita para poner a sus lectores en guardia contra las mismas. Se percibe con claridad que estaba latente el peligro de que los falsos maestros fueran recibidos en la congregación y de que sus doctrinas se esparcieran. El Anciano escribe para prevenir de ese peligro. Algunos escritores vin culan a 3 Jn. con la misma situación. Trata de la hospitalidad hacia los predicadores itinerantes. Un cierto Diótrefes se negaba a recibir a quienes encomendaba el Anciano, y pudiera ser que pertene ciera a los falsos maestros reflejados en 2 Jn. Pero esto es altamente especulativo y debemos tener en cuenta que, a pesar de la opinión de algunos eruditos, no hay indicación de que Diótrefes tuviera otra doctrina que no fuera ortodoxa. ¡Se ha llegado a sugerir que Diótrefes era ortodoxo y el autor de esta epístola no lo era! Esta opinión sostiene que esa era la razón pa ra que los dos estuvieran distanciados. Tales afirmaciones no parecen tener buena base. No podemos estar seguros de algo más que el hecho de que se está afirmando a Gayo al enfrentar los chismes negativos y las acciones poco amistosas de Diótrefes. A su tiempo el Anciano actuará contra Diótrefes. Tenemos pocos datos para calcular las fechas de estos escritos (ver discusión de la fecha de 1 Jn.). La mayoría concuerda en que se escribieron alrededor del mismo período, aprox. cuando se escribió 1 Jn., es decir al final del primer siglo.
Ver también el artículo "Leyendo las epístolas".