SemiticaDict;Riched20 5.50.30.2002;
Juan
Introducción
Paternidad Literaria
Ha habido mucha discusión sobre quién escribió este Evangelio. Aquí sólo hay espacio para un breve bosquejo de los principales puntos.
a) Hay una muy fuerte tradición, apoyada por evidencia temprana de fuentes patrísticas de que el autor fue el apóstol Juan. En el Evangelio mismo no hay referencias específicas a la identidad del autor, de modo que la pregunta es hasta dónde es posible confiar en la tradición. Por lo menos en fecha tan temprana como Ireneo (c. 130– 200) se creía en la autoría apostólica. Ireneo pudo haber tenido acceso a la tradición auténtica por medio de su relación previa con Policarpo (c. mediados del siglo II), quien conoció al Apóstol. El hecho de que Poli carpo no se refiera al cuarto Evangelio al escribir su carta a los filipenses no tiene por qué llevarnos a la conclusión de que lo desconocía. La única oposición a la autoría apostólica provino de un grupo conocido como los alogoi, que parece haber sido un pequeño grupo que se separó de Roma. Su criterio fue rechazado por Hipólito, quien escribió una defensa del Evangelio. La historia del libro antes de Ire neo no es fácil de determinar, pero debe haber sido considerado como una autoridad por algún tiempo considerable, como para haber sido colocado en un nivel sin discusión junto con los otros tres como parte de un Evangelio cuádruple.
b) Algunas consideraciones internas dirigen hacia la confiabilidad de la tradición (p. ej. 1:14; 19:35; 21:24). Aunque todas estas referencias han sido entendidas de otra manera por algunos estudiosos, lo más natural es verlas como evidencia del reclamo del autor mismo de haber sido testigo presencial.
En ninguna parte es mencionado por nombre Juan el hijo de Zebedeo, mientras que Juan el Bautista es mencionado simplemente como Juan, sin una descripción adicional. Esto sería más comprensible si el mismo autor fuese el otro Juan.
Otra consideración es la mención anónima del "discípulo al cual Jesús amaba", que bien puede ser una referencia a Juan el apóstol. Algunos han dudado de que Juan se hubiera descripto a sí mismo de esa manera y han llegado a la conclusión de que esto muestra que no era el autor. Es imposible estar seguros de quién era "el discípulo a quien Jesús amaba", pero su estrecha asociación con Pedro apoyaría el criterio de que era Juan. Su misma relación íntima con Jesús señala hacia la misma conclusión.
c) Pareciera que el autor tiene conocimiento detallado de Palestina y de las costumbres judías. Esto sería más comprensible si fuera un judío palestino.
d) Muchos detalles incidentales también sugieren un testigo ocular detrás del relato, como el número de tinajas en la boda de Caná y la cantidad de peces capturados en el mar de Galilea. Tales detalles no son esenciales en la narración, pero agregan cierta vivacidad al relato.
e) Los aspectos helenísticos (griegos) de este Evangelio, sin embargo, se dice que militan contra lo correcto de la tradición primitiva, dado que Juan el apóstol no era un judío helenista. Más aun, los paralelos con los tratados filosóficos no cristianos conocidos como la Hermetica, se dice que sostienen ese argumento. Ciertamente hay paralelos en la terminología tanto en Filón de Alejandría como en Hermes, pero ese factor no muestra concluyentemente que el autor fuera un helenista. Algunos paralelos similares se encuentran en la literatura judía de Qumrán y esta evidencia tiende a disminuir la fuerza del argumento helenista.
f) La estrecha relación del autor con los métodos rabínicos de argumentación son otra razón por la cual algunos han rechazado la autoría apostólica, dado que Juan era sólo un pescador galileo. Pero de be darse cabida al hecho de que los argumentos rabínicos se encuentran en la enseñanza de Jesús y no en los comentarios del autor mismo. Sin embargo, debe admitirse que es difícil en este Evangelio diferenciar entre el estilo del autor y las palabras de Jesús.
g) Pareciera que el autor adopta una actitud casi hostil hacia algunos de los contemporáneos de Jesús, como si fueran de una raza distinta que la de él, refiriéndose a ellos como "los judíos". Esto pue de ser evidencia de un profundo sentimiento cristiano frente a la amarga hostilidad de su propio pueblo hacia Jesús.
h) Las teorías alternativas en cuanto a la paternidad literaria generalmente intentan retener alguna conexión entre el Evangelio y Juan el apóstol considerándolo como el testigo, aunque proponiendo a algún otro como autor. La teoría más difundida es que el autor era otro Juan, conocido como Juan el anciano. Si había dos "Juan" tan estrechamente asociados en la producción del Evangelio, no es imposible que haya surgido una confusión entre ellos en la tradición primitiva. Pero la existencia de Juan el anciano depende de una afirmación más bien ambigua de Papias, quien no hace mención alguna de que el Evangelio haya sido escrito por él.
i) Algunos niegan toda conexión entre Juan el apóstol y el Evangelio y suponen que se le atribuyó su autoría para dar autoridad a la obra.
Frente a todas estas opiniones diversas es difícil ser dogmático, pero es razonable sostener que las evidencias internas y externas señalan a Juan el apóstol como autor.
Proposito
Lo mejor que podemos hacer es examinar la propia declaración del autor en 20:31, que era específicamente evangelística. El Evangelio tenía la finalidad de producir la fe en Jesús como Cristo e Hijo de Dios. El registro de las varias señales tenía por fin producir ese resultado y, con eso en mente, adquieren significado las muchas referencias que hay a lo largo del Evangelio para creyentes e incrédulos. Tanto los relatos históricos como los discursos de enseñanza fueron elegidos por su poder de enfocar la atención en los reclamos específicos de Jesús. Por lo tanto, Juan no tenía la intención de hacer una biografía o estudio psicológico. Por supuesto, un propósito evangelístico no debilita la base histórica. Juan puede haber considerado que parte de su material tenía un significado simbólico, pero debe repetirse que eso no significa que no fuera histórico o auténtico.
Puede haber habido algunos propósitos subsidiarios, como la presentación de la verdadera relación entre Jesús y Juan el Bautista o una refutación de los conceptos docéticos sobre Jesús (o sea las teorías que hacían una distinción entre el Cristo celestial y el Jesús humano).
Muchos creen que el Evangelio es una presentación del cristianismo en forma helenizada. El prólogo (1:1– 18) parece dar apoyo a esa teoría. Pero el elemento crucial es el grado en el que el prólogo determina el propósito del Evangelio en su conjunto. Es mejor suponer que el cuerpo del Evangelio aporta la clave para la comprensión del prólogo y no viceversa. La enseñanza de Jesús fue suficientemente inclusiva como para ser entendida tanto por griegos como por judíos.
Relacion con Los Evangelios Sinopticos
Una comparación con los otros Evangelios muestra una marcada diferencia en Juan en cuanto a la esencia y el método de presentación. Una gran par te del material incluido en los otros falta en Juan, a la vez que un monto considerable del material juanino está ausente en los Sinópticos. De hecho, hay poco material común en los cuatro Evangelios, aparte del relato de la pasión. La mayor diferencia es que, mientras que los Sinópticos se concentran en el ministerio galileo, Juan fija su atención en el ministerio en Jerusalén. Este hecho podría explicar la diferencia en el estilo de enseñanza de Jesús: el énfasis en parábolas en los Sinópticos cediendo al estilo de diálogo y discurso en Juan. Ciertas diferencias históricas también han sido señaladas, como la ubicación de la limpieza del templo, los he chos que llevaron al arresto de Jesús, la duración del ministerio y la fecha de la última cena. De allí algunos han deducido que Juan intenta corregir y reemplazar a los Sinópticos. Esto es difícil de sos tener, porque en muchas ocasiones da por sentado el conocimiento de la tradición sinóptica como base para la propia. Es mejor considerar a Juan como complemento de los Sinópticos. La diferencia más difícil entre ellos es la cronología de los hechos de la pasión. La solución puede estar en el uso de diferentes calendarios, pero no sabemos lo suficiente como para llegar a una respuesta completamente satisfactoria.
Al principio, puede parecer que la presentación que Juan hace de Jesús difiere tan completamente de la de los Sinópticos que ambos retratos no pueden ser de la misma persona. Pero ésta sería una deducción errada. Cuando consideramos los diferentes propósitos de los Evangelios y los diferentes tipos de personas a los cuales Jesús habló, el contraste es más comprensible. Es como si Juan mis mo hubiera sido llevado a un estilo más reflexivo en los discursos.
Fecha y Lugar de Redaccion
No es claro si se pueden encontrar rastros del Evangelio de Juan en autores antes del tiempo de Ireneo (c. 130– 200). Pero hay buena base para suponer que Justino (c. 150) conocía y usaba el Evangelio, y una posibilidad de que Ignacio (c. 115) también lo conociera. Al margen de referencias en los Padres primitivos hay dos papiros de principios del siglo II que muestran la existencia y circulación de este Evangelio. Uno contiene un trozo del Evangelio de Juan, y el otro refleja el lenguaje de éste y de los demás Evangelios. Por lo tanto, es imposible datar a Juan más allá del fin del primer siglo. Si el Apóstol fue el autor, una fecha de unos años antes del fin del siglo sería ciertamente necesaria como la más tardía posible. Como el Evangelio debe haber sido posterior a los Sinópticos, una fecha relativamente tardía en el primer siglo es la preferida en general (c. 90) aunque algunos han sugerido una anterior. Sólo se puede ser aproximado.
En cuanto al lugar de origen, la tradición es que Juan vivió en Efeso y no parece haber base para negarlo. Algunos sugieren que esta tradición sobre Efeso no es confiable, y también que Juan no vivió hasta edad tan avanzada. La evidencia que pretende sostener este criterio consiste en menciones aisladas y no muy confiables de que Juan murió en el martirio mucho antes de que el Evangelio pudiera haber sido escrito. Pero la tradición de esta larga vida y de que él haya escrito el Evangelio es mucho más fuerte.
Teologia
El hecho más significativo de la teología de Juan es su presentación de Cristo. Ya ha sido señalado que su propósito principal era teológico y ciertamente cristológico. El foco de atención está en el mesianismo de Jesús y su condición de Hijo. El carácter mesiánico de Jesús más de una vez fue el tema de discusión entre los judíos (7:26, 27; 10:24). Además, tres veces en el Evangelio se registran confesiones del mesianismo de Jesús (1:41; 4:29; 11:27). Para el autor Jesús era el cumplimiento de todas las esperanzas mesiánicas del pueblo judío. En total armonía con esto se encuentra la frecuente apelación al testimonio del AT.
Aun más característico del Evangelio es Jesús como Hijo de Dios. Muchas veces Jesús presenta su propia relación filial con el Padre. Si bien este aspecto no está ausente en los Sinópticos, es especialmente notable en Juan por la frecuente aparición del término "Hijo" sin mayor descripción. El plan de salvación fue efectuado por el Padre por me dio del Hijo. Motivado por su amor al mundo, Dios envió a su Hijo (3:16). El Hijo es el agente por medio del cual el Padre se revela a sí mismo (1:18). El reclamo de Jesús de ser el Hijo de Dios fue la base para la acusación ante Pilato que, de acuerdo con la ley judía, él debería morir (19:7).
El hecho más característico de los Evangelios sinópticos es que Jesús era Hijo del Hombre. Aunque esto no es tan prominente en Juan, aún es algo básico en su presentación. Era el Hijo del Hombre que no sólo reveló al Padre sino que sería exaltado (3:13, 14). Este proceso de exaltación culminaría en la glorificación del Hijo del Hombre (12:23). Además, hay muchas indicaciones de la perfecta humanidad de Jesús en este Evangelio. Experimentó emociones humanas, hambre, sed y cansancio. Nunca la exaltada cristología debe disminuir la perfecta humanidad de Jesús.
En el prólogo, la preexistencia y divinidad de Cristo están expresadas explícitamente. El Verbo (gr. logos ), o "Palabra", no sólo estaba con Dios desde el principio, sino que era Dios (1:1) y fue es te Verbo el que se hizo carne y se identifica como el Cristo. Cualquiera que sea el origen de la idea del Verbo para el autor, su propia cristología es clara. Su tema no es el de un simple hombre sino del Hijo preexistente que compartió con el Padre la creación del mundo (1:3).
Otro aspecto de la cristología juanina es la cantidad de afirmaciones de Jesús que comienzan con la significativa frase "Yo soy". De esa manera, él se describe a sí mismo como "el camino", "la verdad", "la vida", "la resurrección", "el pan", "el pastor", "la puerta", "la vid". Todos estos títulos explican diferentes aspectos de lo que Jesús vino a ser y hacer por la humanidad.
Hay muchas figuras de lenguaje que se usan para describir la naturaleza de la obra de Cristo: el cor dero del sacrificio (1:29), el templo de su cuerpo (2:21), la serpiente en el desierto (3:14), el pastor dando su vida por las ovejas (10:11), el grano de trigo (12:24). La muerte de Jesús fue reconocida co mo inevitable aun por el sumo sacerdote, pero Juan ve un significado más profundo en ello que Caifás (11:51). A lo largo del Evangelio hay un sentido de lo inevitable de la "hora" de Jesús que se iba acercando.
Otro factor importante en la teología juanina es la frecuente mención del Espíritu Santo. Su obra de regeneración (3:5– 8), su prometido derramamiento después de la glorificación de Jesús (7:37– 39) y los cinco dichos sobre él en los discursos de despedida (cap. 14– 16) se encuentran todos sólo en el Evangelio de Juan. Se describe como consejero, como quien mora en el creyente, como maestro, como testigo de Cristo, como quien convence al mundo y como guía a toda verdad de los seguidores del Señor. De entre todos los Evangelios, Juan muestra más claramente que la continuación del ministerio de Jesús sería por medio de la acción del Espíritu.
Además, podemos notar varios otros aspectos que aparecen en el pensamiento de Juan. Hay un fuerte fondo del AT. No hay una referencia específica a la cena del Señor, pero hay una enseñanza relacionada (cap. 6). También hay una combinación de énfasis en la acción de Dios al elegir y la responsabilidad humana al responder. Este Evangelio contribuye en forma muy rica a la teología del NT en su conjunto. Aunque a menudo su lenguaje es simple, su pensamiento es profundo. Su uso de un poderoso simbolismo y su carácter reflexivo hacen que el Evangelio de Juan apele a muchos cristianos modernos.
Ver también el artículo "Leyendo los Evangelios".
Bosquejo del Contenido
1:1-18El prólogo
1:1-5El Verbo preexistente
1:6-8El testimonio de Juan el Bautista
1:9-13La luz que vino al mundo
1:14-18La encarnación del Verbo
1:192:11Hechos introductorios
1:19-34El testimonio de Juan el Bautista referente a Jesús
1:35-51El llamado de los primeros discípulos
2:1-11Revelación por medio de una señal
2:124:54Primeros encuentros en Jerusalén, Samaria y Galilea
2:12-25La limpieza del templo
3:1-21El nuevo nacimiento
3:224:3Jesús y Juan el Bautista
4:4-42Jesús en Samaria
4:43-54Un segundo milagro en Galilea
5:1-47Sanidad y discurso en Jerusalén
5:1-18La curación de un paralítico
5:19-47La revelación del Padre y el Hijo
6:1-71Otras señales y discursos en Galilea
6:1-15La alimentación de las multitudes
6:16-24Jesús camina sobre el agua
6:25-59La discusión sobre el pan de vida
6:60-71La reacción de los discípulos a la enseñanza y obra de Jesús
7:18:59Jesús en la fiesta de los tabernáculos
7:1-9Jesús va de Galilea a Jerusalén
7:10-52La enseñanza de Jesús en la fiesta
7:538:11La mujer tomada en adulterio
8:12-59Jesús como la luz del mundo
9:110:42Más sanidades y enseñanzas
9:1-41Jesús sana a un hombre que nació ciego
10:1-18Jesús como el pastor
10:19-21Los resultados de su enseñanza
10:22-42El diálogo en la fiesta de la Dedicación
11:1-57Muerte y resurrección de Lázaro
11:1-44Jesús vencedor de la muerte
11:45-57Los resultados del milagro
12:1-50Clausura del ministerio público en Jerusalén
12:1-8La devoción de María
12:9-11Reacciones a la presencia de Jesús en Betania
12:12-19La entrada a Jerusalén
12:20-26La búsqueda de los griegos
12:27-36Afirmación y retiro
12:37-50Incredulidad persistente
13:117:26Jesús con sus discípulos
13:1-38Acción simbólica de Jesús lavando los pies y su secuela
14:1-31Seguridades y mandamientos a los discípulos
15:1-17La alegoría de la viña
15:1816:33Otras enseñanzas para los discípulos
17:1-26La oración de Jesús
18:121:25Relatos de la pasión y resurrección
18:1-11La traición
18:1219:16El juicio
19:17-37La crucifixión
19:38-42La sepultura
20:1-29La resurrección
20:3021:25El epílogo